Preocupación por tramitación ambiental de Mina Tenardita ante su grave impacto en golondrinas de mar
En el norte de Chile se encuentra el Salar Grande, donde se emplaza una de las colonias reproductivas de golondrina de mar negra más importantes del planeta. En la misma zona está la mina Tenardita, cuyas operaciones han provocado la caída de miles de individuos de esta especie que se encuentra en peligro de extinción. A través de una carta al Servicio de Evaluación Ambiental y a la Compañía Minera Cordillera, la ROC manifestó su preocupación por este proyecto que busca extender su vida útil, sin reconocer en su proceso de evaluación ambiental los impactos significativos en estas aves, pese a la abundante evidencia disponible.
Mina Tenardita está ubicada al interior de Salar Grande, aproximadamente 100 kilómetros al sur de la ciudad de Iquique, sitio en el cual se emplaza una de las colonias reproductivas de golondrina de mar negra más importantes del planeta. Esta especie se encuentra clasificada como “en peligro” a nivel nacional y está incluida en el Plan de Recuperación, Conservación y Gestión de golondrinas de mar del norte de Chile.
Durante los últimos años, las operaciones de la mina han causado la caída de miles de individuos de golondrina de mar negra, que se ven atraídos por las luces artificiales. Si bien se han implementado algunas mejoras en la iluminación y manejo de este problema, durante las últimas dos temporadas se han reportado al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) más de 1.100 ejemplares afectados, incluyendo a cerca de 150 en un solo día.
Aunque una parte relevante de los individuos caídos pueden ser rescatados y posteriormente liberados, no es posible saber qué sucede realmente con ellos. Al respecto, el único estudio científico que ha evaluado lo anterior (pero con otra especie de petrel, de mayor tamaño, en Hawái), señala que algunas de las aves liberadas sobreviven mientras que otras mueren. En este sentido, todo indica que al menos una parte de las golondrinas de mar negra caídas en la operación actual de Tenardita muere, afectando la capacidad de renovación y permanencia de esta especie en el sector de Salar Grande.
Lo anterior implica que actualmente ocurren impactos significativos en la operación de la mina, que hasta la fecha Compañía Minera Cordillera no ha sido capaz de evitar ni mitigar de forma adecuada.
En 2020 ingresa al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental un proyecto para extender la vida y aumentar esta operación minera, sin reconocer la existencia de impactos significativos sobre esta especie. Y de forma grave, en la documentación original ingresada se omitió casi por completo la información existente sobre el impacto de golondrinas de mar por luces artificiales, pese a que la minera contaba con datos de varios años de caídas, los que permitían describir y cuantificar el impacto del proyecto en evaluación.
De esta forma, la tramitación se ha llevado a cabo a través de una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) y no de un Estudio de Impacto Ambiental (EIA), lo que no permite realizar una evaluación apropiada de este proyecto, sin incluir medidas de mitigación por estos impactos. Esto contraviene las propias normativas, procedimientos y orientaciones de la que se ha dotado el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), y además desconoce los avances de casi dos años de elaboración del Plan de Recuperación, Gestión y Conservación de Golondrinas de mar en el norte de Chile, proceso liderado por el Ministerio del Medio Ambiente con la participación de numerosos actores, entre los que se encuentra el titular del proyecto.
A través de la siguiente carta, la ROC alerta acerca del error que significaría continuar la tramitación bajo esta modalidad, solicitando su desistimiento o rechazo.
En el siguiente video se puede apreciar la magnitud del impacto que pueden causar las luminarias en golondrinas de mar. El video fue tomado hace aproximadamente 3 años años, en Mina Tenardita.