Hace algunas semanas se viralizó en redes sociales un video de una nube de colores brillantes que maravilló a los usuarios. El hecho ocurrió en la ciudad de Medellín, en Colombia, y se trata de una nube iridiscente, conocida también como «nube de arcoíris». Aunque a simple vista pareciera ser un arcoíris, en realidad se trata de un fenómeno distinto que se da solo en condiciones muy específicas. 

Nubes Iridiscentes, Medellín, Colombia (julio 2023)

Raúl Cordero, académico del Departamento de Física de la Universidad de Santiago, explica que “las nubes iridiscentes son el resultado de la difracción de la luz solar a través de pequeñas gotas de agua o cristales de hielo. Se diferencian de los halos o de los arcoíris que son formados por la refracción de la luz”.  

Nube iridiscente
Nube iridiscente

La refracción es un fenómeno óptico en el que las ondas de luz cambian de velocidad y dirección cuando pasan de un medio a otro con distinto índice de refracción, por ejemplo, de un medio gaseoso a uno líquido. En cambio, la difracción es un fenómeno que ocurre cuando una onda se encuentra con un obstáculo en su trayectoria que la desvía. La onda puede rodearlo o propagarse a través de una pequeña abertura, si es que la hay.  

Tanto la difracción como la refracción “cambian la trayectoria de la luz dependiendo de la longitud de onda, es decir, desvían en ángulos diferentes los distintos colores que componen la luz blanca. Eso hace que separe la luz en sus componentes espectrales y permite que se aprecian los colores”, agrega Cordero.  

Desde la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) explican que, al igual que los arcoíris, estas nubes suelen aparecer luego de una tormenta eléctrica, por lo general, en días húmedos y cálidos.“El fenómeno se puede apreciar más comúnmente en el caso de nubes altas como altocúmulos, cirrocúmulos y nubes lenticulares, y algunas veces también en nubes cirro”, asegura Raúl Cordero.  

Ignacio Pozo, delegado de Relaciones Exteriores de la Red Geocientífica de Chile, asegura que “su aparición requiere que estas partículas sean bien pequeñas, de unos pocos micrómetros, y que al mismo tiempo estén estratificadas en capas con partículas de tamaño muy similar, y que también las nubes sean tenues para que la luz pueda atravesar esta nube”.  

Nube iridiscente, Antártica (2022), José Jorquera @Antarcticacl
Nube iridiscente, Antártica (2022), José Jorquera @Antarcticacl

Este fenómeno óptico se puede explicar mediante la teoría de la Difracción de Fraunhofer, “cuando el tamaño de las partículas, o sea las gotas de agua, o los cristales de hielo, van variando de la región de la nube”, explica Pozo.

“En una nube en evaporación, las gotas se estratifican, estando las más pequeñas cerca de los bordes. Si el sol brilla a través de una capa de nubes cuyas gotas cambian poco de tamaño, se van a observar anillos de difracción en forma de arco, que es lo más común que siempre se ve, pero cuando los tamaños de las gotas varían de una zona de la nube a otra, se observan estas bandas de diferentes colores, que son las nubes iridiscentes”, agrega.  

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