Las series y artículos que presentamos como los mejores del 2022 tienen una particularidad que destaca cada vez más en la cobertura de Mongabay Latam: el trabajo en alianza con otros medios para entender los problemas ambientales con una mirada regional.

Las investigaciones también han hecho uso constante de monitoreo satelital, lo que nos permitió ubicar, prácticamente en tiempo real, focos crecientes de deforestación. Gracias a las imágenes satelitales mostramos el panorama de la deforestación impulsada por el crecimiento de los monocultivos en México y detectamos puntos críticos de pérdida forestal en Paraguay, México, Bolivia, Perú y Colombia, debido al ingreso de colonias menonitas, señaladas por distintas comunidades de estar involucradas en tráfico de tierras, desalojos, amenazas y destrucción de ecosistemas. También, el uso de bases de datos nos permitió hacer visible información que debería estar al alcance de los ciudadanos, como las multas impuestas a la industria petrolera y palmicultora de la región.

A lo largo del año, además, se desarrollaron muchas historias que permitieron mostrar otros problemas ambientales graves como la impunidad detrás del asesinato de líderes indígenas en la Amazonía; el impacto de los proyectos mineros en las áreas protegidas de Chile; el controvertido uso de la bandera panameña por embarcaciones con antecedentes de pesca ilegal;  los delitos ambientales que afectan a las comunidades indígenas en las fronteras de Colombia y Perú, y el impacto de las especies invasoras en Latinoamérica.

Estas son las 10 investigaciones y series que marcaron el 2022:

10. Tras las huellas de la palma: 298 procesos abiertos contra 170 empresas, productores y procesadores por violar las normas ambientales en Latinoamérica

Canales hechos a orillas del Río Cuyamel que surten agua a los plantíos de palma aceitera. Créditos: Fernando Destephen.
Canales hechos a orillas del Río Cuyamel que surten agua a los plantíos de palma aceitera. Créditos: Fernando Destephen.

“La palma está metida hasta pegar con zonas protegidas”. “Con los pesticidas que utilizan para la palma se mueren los peces. Ya las lagunas se han secado y la gente no tiene dónde pescar”. “Lo que nos han dicho las comunidades es que hay una campaña de miedo, de amenazas contra las comunidades”. Estos son algunos de los preocupantes testimonios recogidos en este trabajo periodístico coordinado por Mongabay Latam en alianza con Contracorriente y Línea 84 de Honduras, Ocote de Guatemala, La Barra Espaciadora de Ecuador y France 24 en español. La investigación aborda los impactos sociales y ambientales de la palma aceitera en Latinoamérica, pero, sobre todo, revela qué tanto control se le hace a la industria palmicultora.

Aunque es conocido que el mercado de la palma es dominado por Indonesia, con un 59 % de la producción mundial, seis países de Latinoamérica se encuentran dentro de los 20 principales productores: Colombia, Guatemala, Honduras, Brasil, Ecuador y Costa Rica. Este trabajo periodístico evidenció que entre 2010 y 2021, en esos seis países, se han abierto por lo menos 298 procesos sancionatorios en contra de 170 empresas y personas productoras de palma de aceite. El país que lidera la lista de procesos es Colombia con 176 casos, seguido de Guatemala con 60, Brasil con 44, Costa Rica con 8, Ecuador con 7 y Honduras con 3. De las 170 empresas y personas sancionadas, 122 son de Colombia, 25 de Guatemala, 8 de Brasil, 7 de Costa Rica, 4 de Ecuador y 3 de Honduras.

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9. Crímenes impunes: los asesinatos de 50 líderes indígenas de la Amazonía de Brasil, Colombia, Ecuador y Perú siguen esperando por justicia

Movilización en Lima, Perú por justicia para defensores ambientales asesinados. Créditos: MOCICC
Movilización en Lima, Perú por justicia para defensores ambientales asesinados. Créditos: MOCICC

Entre 2016 y 2021, según información recopilada de 11 organizaciones, al menos 58 líderes y pobladores indígenas fueron asesinados en la Amazonía de Brasil, Colombia, Ecuador y Perú. ¿Cuántos de estos crímenes han sido atendidos por la justicia? Investigamos la situación y lo que encontramos es preocupante. De los 58 crímenes registrados, por lo menos 50 aún no han sido resueltos por la justicia, además los abogados consultados denuncian retrasos e irregularidades en los procesos.

Los posibles culpables están asociados a actividades ilícitas como el narcotráfico, minería, tráfico de tierras o tala ilegal. En Brasil los expertos entrevistados señalan también al Estado. “Nos preocupa muchísimo el clima de impunidad que se está generando alrededor de los asesinatos, que va a conducir a su proliferación, porque cuando no existe justicia frente a estos homicidios, se constituye un mal precedente”, dice Sonia Paredes, directora de Incidencia de Amnistía Internacional Perú, sobre los crímenes de líderes indígenas que siguen impunes en la Amazonía de los cuatro países.

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8. Especies invasoras: las enemigas silenciosas que son ya un peligro en Latinoamérica

En Bolivia, el paiche es una especie invasora. Créditos: Sernap
En Bolivia, el paiche es una especie invasora. Créditos: Sernap

En los últimos 50 años, las especies exóticas se duplicaron a nivel mundial. IPBES las considera como una de las causas directas de pérdida de biodiversidad. ¿Cómo están afectando a Latinoamérica? Un equipo periodístico de Mongabay Latam, de La Barra Espaciadora del Ecuador, IMER de México y El Tiempo de Colombia investigó esta situación en Colombia, Perú, Argentina, Ecuador, Bolivia y México.

En una sola noche, un visón americano, una especie considerada “invasora” en Argentina, mató a 33 macás tobianos, un ave nativa del país y seriamente amenazada. Lo que sucede en Argentina no es un hecho aislado. En Bolivia y en Ecuador, el paiche y la tilapia se han convertido en una oportunidad económica para los pescadores, pero también han puesto en peligro a decenas de especies nativas del país. Pero también especies vegetales como el lirio acuático en México, una planta invasora que se extiende y reproduce velozmente en el país, así como el kikuyo, que se introdujo hace 80 años en Perú para alimentar al ganado, amenazan a la vegetación nativa que no puede más competir con ellas. El último caso es de Colombia y es uno de los casos más emblemáticos del país, se trata de la historia de los cuatro hipopótamos que fueron traídos por el narcotraficante Pablo Escobar en la década de los 80 y que hoy suman más de 130 en la cuenca media del río Magdalena.

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7. La huella menonita: pueblos indígenas y comunidades denuncian desalojo, tráfico de tierras y destrucción de sus bosques en Latinoamérica

El sistema consiste en quemar primero los árboles, luego destroncan y posteriormente prepara la tierra para el cultivo. Créditos: Mario Silvero.
El sistema consiste en quemar primero los árboles, luego destroncan y posteriormente prepara la tierra para el cultivo. Créditos: Mario Silvero.

Imágenes satelitales, cientos de alertas de deforestación, denuncias sobre bosques talados para introducir soya, maíz y sorgo, prenden las alarmas en Latinoamérica. Los responsables: colonias menonitas. Así lo denuncian comunidades indígenas, campesinas, ejidos y población local que los vinculan al tráfico de tierras, desalojos, amenazas y destrucción de ecosistemas. Un equipo de MongabayLatam, RutasConflicto y El Deber siguió las más de 500 mil alertas de deforestación detectadas con imágenes satelitales y llegó a cinco puntos críticos de Paraguay, México, Bolivia, Perú y Colombia.

“Todas estas deforestaciones son propiciadas por los menonitas desde hace años, pero nadie investiga”. “Han comprado nueva tierra y cortan madera donde estaban nuestros ancestros”. “Los mbya vivimos de lo que nos dan los bosques, pero acá ya no queda casi nada”. Son algunos de los testimonios recogidos en campo que señalan a cinco colonias menonitas como responsables de la deforestación en territorios indígenas.

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6. Panamá, una bandera de conveniencia para la pesca ilegal y el descontrol en altamar

Destrucción de la carga ilegal del Fu Yuan Yu Leng 999. Créditos: Parque Nacional Galápagos.
Destrucción de la carga ilegal del Fu Yuan Yu Leng 999. Créditos: Parque Nacional Galápagos.

¿Por qué un barco de nacionalidad china solicita “llevar” la bandera de Panamá? A esta práctica se le conoce como “bandera de conveniencia” y, aunque está autorizada, expertos señalan que se suele usar para beneficiarse de fiscalizaciones laxas, esconder a los reales dueños de una embarcación y está asociada con la pesca ilegal. Panamá es el principal país en proveer este mecanismo al ser líder en abanderamiento de naves. ¿Por qué y qué sanciones le ha ocasionado?

“Es ampliamente reconocido que las banderas de conveniencia se asocian de manera desproporcionada con la pesca ilegal”, dice Callum Nolan, investigador de la organización británica Environmental Justice Foundation. Mongabay Latam y Bloomberg Línea encontraron que bajo la bandera panameña operan grandes embarcaciones, conocidas como reefers, que reciben la carga de barcos pesqueros que le pertenecen, según un estudio reciente, a una de las empresas chinas con el mayor registro criminal en asuntos pesqueros de todo el mundo.

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5. La mina de oro en la que trabajan de la mano Eln, disidencias y la Guardia venezolana

En los alrededores del cerro Mavicure, en Guainía, hay explotación ilegal de oro. Se da, sobre todo, a lo largo del río Inírida. Allí hay presencia constante de dragas. Créditos: José Guarnizo
En los alrededores del cerro Mavicure, en Guainía, hay explotación ilegal de oro. Se da, sobre todo, a lo largo del río Inírida. Allí hay presencia constante de dragas. Créditos: José Guarnizo

“Ningún área se atreve a hablar del caso, todos saben que la minería ilegal se da así, en Venezuela”. “La verdad es que la actividad de explotación ilícita minera en el departamento está por todos los ríos”. “Hemos estado muy preocupados por la alta contaminación por mercurio en los ríos”. Estos son algunos de los testimonios que revelan el preocupante panorama que se vive en la frontera olvidada que comparten Colombia y Venezuela a causa de la minería ilegal y la violencia. Mongabay Latam y Vorágine viajaron a la zona para investigar esta situación.

En el Yapacana, un parque natural en territorio venezolano, ubicado a pocos kilómetros del departamento del Guainía, en Colombia, grupos armados como el Eln, las Farc y la Guardia venezolana, según un informe del Ejército colombiano al que accedimos, extraen oro ilegalmente. Testimonios recogidos en la zona, además, indican, por un lado, que el Estado a veces pareciera ser letra muerta para contener las acciones de los grupos armados y, por otro, que Yapacana es un “paraíso” de la ilegalidad que tiene a Colombia como el territorio en el que los mineros vienen a gastarse el dinero y a conseguir insumos, maquinaria y las materias primas que necesitan para el trabajo en las explotaciones.

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4. Fronteras amenazadas: más de 40 comunidades indígenas atacadas por minería ilegal, narcotráfico y grupos armados en Perú

Se trata de al menos 60 dragas dispersas en 38 kilómetros del río Cenepa. Hace dos meses, los dirigentes awajún habían detectado 39 en el mismo tramo del río. Créditos: Fuentes locales.
Se trata de al menos 60 dragas dispersas en 38 kilómetros del río Cenepa. Hace dos meses, los dirigentes awajún habían detectado 39 en el mismo tramo del río. Créditos: Fuentes locales.

Violencia y olvido son las palabras que mejor describen la situación en las fronteras que Perú comparte con Colombia, Brasil, Bolivia y Ecuador. Un equipo de Mongabay Latam viajó a estas fronteras amazónicas y lo que encontró es preocupante: más de 40 comunidades indígenas están en peligro por delitos ambientales como la minería ilegal, el narcotráfico, deforestación, invasiones y grupos armados. Esta situación ha desencadenado una escalada de amenazas, miedo y pérdida de biodiversidad.

En el Putumayo, en la frontera de Perú con Colombia, el narcotráfico avanza sobre territorio indígena, mientras grupos armados colombianos como el Comando de Frontera y las disidencias de las FARC restringen el movimiento de las comunidades y las obligan a sembrar cultivos ilícitos. En esta zona, además, pudimos registrar dragas mineras surcando el río Putumayo y operando con total impunidad. La minería ilegal también es un problema en la región de Madre de Dios, en la frontera con Bolivia, y lo mismo ocurre en el límite con Ecuador, en la región Amazonas. Mientras, en la región de Ucayali, en la frontera con Brasil, pobladores indígenas asháninkas, amahuacas y yaneshas, asentados en las cuencas de los ríos Yurúa y Breu, son víctimas de invasiones, caza y tala ilegal, además del narcotráfico que sigue expandiendo sus operaciones ilícitas.

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3. Sembrar deforestación: los bosques que México pierde por la agroindustria

Monocultivos en Hopelchén, Campeche. Créditos: Robin Canul.
Monocultivos en Hopelchén, Campeche. Créditos: Robin Canul.

Entre el 2001 y el 2019, México perdió más de 889 mil hectáreas de cobertura forestal debido a la expansión de la agricultura. Esa superficie equivale a 18 veces la isla de Cozumel. ¿Qué impacto ambiental ha dejado el incesante avance de monocultivos como el aguacate, la soya, caña y palma de aceite en los bosques mexicanos? Mongabay Latam, La-Lista y Animal Político investigaron la situación y encontraron que los motores que alientan la deforestación provocada por la agroindustria en el país son los subsidios del gobierno, un mercado creciente, las leyes ambientales ignoradas y, en especial, el desdén hacia los territorios boscosos.

A esto se suma que en algunas regiones, el control de las organizaciones criminales está presente en todo el proceso de la producción de cultivos como el aguacate, desde la siembra hasta la comercialización. ¿Qué hacen las autoridades para controlar toda esta situación? A través de pedidos de información pudimos comprobar que entre 2015 y febrero de 2022, la Profepa ha realizado en el país 5551 procedimientos administrativos por presuntos cambios de uso de suelo forestal ilegales. Si bien hasta la publicación se habían aplicado 1915 sanciones, en 2168 procedimientos se determinó no imponer ningún tipo de sanción y en 1468 casos no existe información pública disponible que permita conocer qué sucedió.

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2. Chile: 40 proyectos mineros cercan 16 parques y reservas nacionales

Mina Andina a la izquierda y Mina Los Bronces a la derecha. Julio 2019. Créditos: Tomas Munita.
Mina Andina a la izquierda y Mina Los Bronces a la derecha. Julio 2019. Créditos: Tomas Munita.

En países como Colombia, Uruguay, Bolivia y Perú, los parques y reservas naturales cuentan con “zonas de amortiguamiento”, territorios alrededor que sirven para disminuir los impactos de las actividades humanas que se desarrollan fuera de las áreas protegidas.  En Chile, las áreas de amortiguamiento no están contempladas en la ley, por lo que existen proyectos mineros que operan a escasos metros de santuarios naturales. En alianza con Ladera Sur investigamos cuáles son los proyectos que se ubican al interior, en los límites y alrededores cercanos de parques y reservas protegidas.

Encontramos que por lo menos 40 proyectos mineros en distintas fases de desarrollo se ubican alrededor y, en algunos casos, al interior de 9 parques y 7 reservas pertenecientes al Sistema Nacional de Áreas Silvestres del Estado, administrado por CONAF. De estos 40 proyectos identificados, solo 26 casos fueron proporcionados por los organismos estatales: tres dentro de áreas protegidas y 23 alrededor o muy próximos a parques y reservas nacionales. Los 14 proyectos restantes, que el Estado no consideró en la información entregada, fueron detectados a partir de los datos proporcionados por científicos, organizaciones ambientales, las propias comunidades e incluso funcionarios de instituciones ambientales chilenas. ¿Qué proyectos mineros amenazan a las áreas naturales protegidas de Chile?

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1. Manchados por el petróleo: un historial de derrames, impunidad y abusos en la Amazonía de Perú, Colombia, Ecuador y Bolivia

El hogar de Carlos Alvarado y de María Grefa está al frente de la plataforma Guanta 1. Las máquinas y el mechero generan contaminación ambiental y auditiva. Créditos: Ana Cristina Alvarado
El hogar de Carlos Alvarado y de María Grefa está al frente de la plataforma Guanta 1. Las máquinas y el mechero generan contaminación ambiental y auditiva. Créditos: Ana Cristina Alvarado

Esta investigación transfronteriza, coordinada por Mongabay Latam y en alianza con Rutas del Conflicto, Cuestión Pública, La Barra Espaciadora y El Deber, reveló los graves conflictos sociales y enormes impactos ambientales de la industria petrolera en la Amazonía de Perú, Colombia, Bolivia y Ecuador. Lo que encontramos, tras seis meses de trabajo, es alarmante: 282 procesos sancionadores por infracciones ambientales contra 72 petroleras y 169 multas millonarias contra compañías que operan en la Amazonía peruana y la Orinoquía colombiana en los últimos diez años. Los gobiernos de Ecuador y Bolivia no compartieron información oficial. Además, detectamos que, en los cuatro países, los lotes petroleros se superponen con 1647 territorios indígenas y 52 áreas protegidas.

Aunque los procesos sancionadores reunidos en la base de datos construida para esta investigación no han concluido, las autoridades de ambos países ya han impuesto 169 multas contra 36 petroleras: 16 en Perú y 20 en Colombia. El monto acumulado de las multas supera los 55 millones de dólares, de los cuáles el 98.8 % recae sobre las compañías peruanas. Las compañías Pluspetrol Norte (Perú) y Perenco (Colombia) son las más multadas, según la información recibida, y una empresa estatal es la que registra la multa más alta de los dos países: Petróleos del Perú – Petroperu, la cual tiene una sola multa que asciende a US$4 956 772 por una fuga de petróleo ocurrida en Loreto.

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