La Patagonia cubierta de rojo: la floración primaveral del mata guanaco o neneo macho
Es una especie muy simple de reconocer cuando está en floración debido a que sus flores, de extrema belleza, le dan una apariencia semejante a una bola de fuego, lo que destaca entre los paisajes desolados de la estepa patagónica. Hablamos del mata guanaco o neneo macho (Anarthrophyllum desiderátum), un arbusto siempreverde de la familia de las fagáceas (legumbres), de aspecto globoso y color grisáceo, que durante la primavera florece de forma muy abundante, generando verdaderos paños de flores rojas o naranjas en el paisaje. Este pequeño arbusto, nativo de Chile y Argentina, es parte del inconsciente de muchos habitantes patagónicos debido a su belleza y a sus diferentes usos a lo largo del tiempo. No obstante, es una especie bastante poco estudiada y aun existen muchas incógnitas sobre su biología y su historia natural. De eso y mucho más te contamos a continuación.
Con la llegada de la primavera a la Patagonia, comienzan a aparecer diferentes especies de flores que tiñen los paisajes del fin del mundo de maravillosos colores y contrastes. Romerillos, notros, murtillas, chilcos, michays, entre otros, comienzan a florecer en los valles, montañas y bosques de las regiones mas recónditas del continente sudamericano.
Entre ellas, destaca un hermoso arbusto de aspecto redondo y comprimido, como un cojín o un globo, que durante los meses de octubre a diciembre destaca entre los paisajes desolados de la estepa patagónica, tiñendo los cerros y los valles de un fuerte color rojo anaranjado.
Hablamos del mata guanaco o neneo macho (Anarthrophyllum desiderátum), una planta arbustiva siempreverde de la familia de las fagáceas (legumbres), de aspecto globoso y color grisáceo, que durante la primavera florece de forma muy abundante, generando verdaderos paños de flores rojas o naranjas en el paisaje. Es una especie muy simple de reconocer cuando está en floración, debido a que sus flores, de extrema belleza, le dan una apariencia semejante a una bola de fuego, lo que contrasta con los colores de la estepa. Su fruto es una vaina de color amarillo que se abre en dos cintas enruladas, dejando libres las pequeñas semillas redondas, muy duras, de color marrón oscuro.
Su floración es tan hermosa, que se considera una especie con un gran potencial ornamental, sin embargo, los intentos de domesticarla no han tenido mucho éxito. “En Chile no es una especie que esté viverizada ni que se venda, no es una especie que esté domesticada, sino que crece silvestre, pero se le reconoce este potencial ornamental ya que es muy bonita”, indica Cristian Atala Bianchi, Doctor en Ciencias Biológicas área Botánica y académico del Instituto de Biología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV).
Este pequeño arbusto, que no mide más de 60 centímetros, es nativo de Chile y Argentina y en Chile, se distribuye en las regiones de Aysén y Magallanes, en bosques altos, estepas o zonas con nula o casi nula vegetación.
Vale decir que este arbusto es endémico de uno de los territorios más hostiles de nuestro país, razón por lo cual ha generado distintas adaptaciones para poder sobrevivir a las condiciones extremas a las que se ve expuesto. “Este hábito bajito y compacto es una típica adaptación de las plantas a lugares donde hace frío y hay mucho viento, porque en el fondo si tú estás expuesto a un viento fuerte o tienes frío, siempre tratas de achicarte para protegerte. Lo mismo pasa con las plantas, generan un hábito que los protege del viento y del frío, por eso el neneo tiende a ser como bolita”, agrega el académico de la PUCV.
Usos tradicionales y roles ecológicos
Esta especie, además de ser muy vistosa durante su floración, es parte del inconsciente de muchos habitantes patagónicos debido a sus diferentes usos a lo largo del tiempo. En primer lugar, se encuentra descrito que este arbusto tiene un uso tradicional como expectorante, por lo que generalmente se utiliza para aliviar dolencias relacionadas a enfermedades respiratorias. Por otra parte, también es una especie bastante ignífera, por lo que se utilizaba frecuentemente como combustible.
Sin embargo, y a pesar de ser tan abundante y llamativa, no existen mucha información sobre la biología, las propiedades, los roles ecológicos y la reproducción de esta especie. Como señala el Dr. Atala: «En general en Chile hay poca información sobre la historia natural de la mayoría de las especies, entonces cuando tú quieres una información específica, lo más probable es que te encuentres, como en este caso, que no hay información”.
Pese a lo anterior, se pueden inferir ciertos aspectos debido a su relación con otras especies de su misma familia que, a diferencia del neneo macho, están bastante más estudiadas. En primer lugar, se cree que el neneo macho, al ser una leguminosa, puede ser una importante fuente de alimento para diferentes especies de fauna en la estepa patagónica, ya que las legumbres, por lo general, suelen ser una gran fuente de proteínas. Asimismo, debido a su aspecto compacto y redondo, el cual le permite protegerse del frío y fuertes vientos, es muy probable que este arbusto sirva de refugio para otras especies de plantas y animales. “De hecho estos hábitos, así como chaparrito, generalmente sirven para otras plantas y animales como refugio”, agrega el Doctor en Ciencias Biológicas.
Por otro lado, también se pueden asumir que esta especie, al ser una leguminosa, es una especie pionera, es decir, que facilita el establecimiento de plántulas de otras especies, de menor rapidez de crecimiento y maduración, generando condiciones ambientales favorables en suelos perturbados.
Como indica el investigador de la PUCV: “En general la familia de las leguminosas tiene asociaciones en el suelo con microorganismos que fijan nitrógeno, entonces son súper importante para el ecosistema, sobre todo en la estepa patagónica, que en general tiene un sistema que no es muy rico en nutrientes porque el frío hace que el ciclaje de nutrientes sea más lento. Entonces, estas plantas que fijan nitrógeno de alguna manera generan lo que se llaman islas de fertilidad, es decir, que cerca de esta planta el suelo va a estar más protegido y con más nutrientes que en los lugares pelados. Ahora, en esta planta específica eso no está probado, pero es fácil de esperar que eso suceda ya que es un fenómeno bastante descrito en plantas fabáceas”.
Asimismo, un estudio realizado por investigadores del CONICET indica que este arbusto podría ser la única planta ornitófila que ofrece néctar como recompensa en la extensa estepa patagónica, es decir, podría ser el principal alimento de las aves polinizadoras que habitan en este inhóspito territorio. Sin embargo, “aún se desconoce la identidad de su ensamble de visitantes florales y en qué medida esta especie depende de la polinización por aves para la reproducción sexual”, indica el estudio.
Debido a la escasa investigación que existe sobre esta especie, no hay información suficiente para conocer el estado de conservación del neneo macho, al menos en el territorio nacional. No obstante, se encuentra calificado como “En Preocupación Menor (LC)” según Reglamento de Clasificación de Especies Silvestres (RCE). Esto debido a que no cumple con los umbrales de ninguno de los criterios para ser clasificada en alguna de las categorías de amenaza de UICN y su amplia distribución indica que no está próxima a satisfacer los criterios.
Según indica el Catálogo de Plantas Vasculares de Chile de la Universidad de Concepción, en Chile existen dos variaciones de esta especie: Anarthrophyllum desideratum (DC.) Benth. var. desideratum y Anarthrophyllum desideratum (DC.) Benth. var. morenonis (Kuntze) Speg.