Son parte de lo pequeño, eso que muchas veces pasa inadvertido. Con alas, colores, formas y diversidades, se han descrito más de un millón de especies de insectos en el mundo. Cada uno de esos seres cumplen importantes funciones en el ecosistema que habitan y, lo cierto, es que nunca dejan de sorprender.

Dycordilus argus. Créditos Vicente Valdés.
Dycordilus argus. Créditos Vicente Valdés.

Por ello, no podían quedar fuera del Festival Ladera Sur, a desarrollarse el 10, 11 y 12 de noviembre en el Parque Santa Rosa de Apoquindo. Conoceremos más sobre ellos a través de un panel en el que participarán tres amantes de los insectos, que han dedicado su trabajo a darlos a conocer, de diferentes maneras.

El panel estará moderado por María de Los Ángeles Medina, arquitecta, divulgadora científica, fundadora del Proyecto Micra —dedicado a la difusión de mariposas de Chile— y la ONG Neguén. También estarán presentes en esta interesante conversación Vicente Valdés Guzmán, fundador de Biodiversidad Chilena, fotógrafo naturalista y Educador Ambiental; y Cristóbal Sprätz, ingeniero comercial, profesor, fotógrafo y educador ambiental.

panel de insectos

Conversamos con cada uno de ellos para conocer qué los cautivó del micromundo y su área en particular, además de qué nos espera para el panel en el festival.

María de Los Ángeles Medina

Para María de Los Ángeles la atención al micromundo siempre estuvo ahí. Además, tuvo la suerte de crecer rodeada de árboles, hierbas y cientos de insectos. Entre ellos, en las praderas altas de la Región de Aysén, deslumbraban las mariposas. De un día para otro, había una “explosión” de mariposas. Llegaba calor y los verdes pastos, de repente, estaban cubiertos de nubes de color.

De alguna forma, esto la llevó a crear el Proyecto Micra años más adelante y Neguén, que invita a visibilizar la red de la que somos parte. En este contexto, también está a cargo de la exposición “Mariposas del sur del mundo” en Plaza Centenario de Vitacura.

—¿Qué es lo que más te fascina de las mariposas? ¿qué crees que tenemos en deuda con ellas?

—Tantas cosas. Que se transforman radicalmente a medida que la vida avanza. Con una determinación absoluta y sin mostrar casi ningún apego por lo que fueron, abrazan una forma completamente distinta de existir.

Su evolución entrecruzada e indivisible con las plantas, y en el caso de las mariposas de Chile, ese vínculo es radical. La forma en han ocupado el territorio, que aprovechan el agua, el viento y el sol. La forma en que se defienden de sus depredadores, en que se mimetizan, se reproducen, todo sucede con las plantas. Más aun, con sus plantas hospederas. A las mariposas de Chile les gustan sus plantas nativas, sobre todo, sus pastos y hierbas. Ese vínculo me parece conmovedor y un portal importantísimo a entender nuestra singular biodiversidad. 

Vanessa carye en Taraxacum officinale (Diente de león). Créditos a Benito Rosende.
Vanessa carye en Taraxacum officinale (Diente de león). Créditos a Benito Rosende.

Y también me fascina su fortaleza. Hemos crecido escuchando que las mariposas son bellas y frágiles, casi como un “hada”, pero eso es un engaño. Nuestros países vecinos han descrito miles de mariposas de vuelo diurno-crepuscular para sus territorios, pero en Chile no superan las 200. A Este lado de la cordillera las mariposas se adaptaron al frío, al viento, a volar largas distancias para alimentarse, a la sequía, a la altura de las montañas, a la lluvia imparable del bosque templado. Aquí las mariposas no saben de fragilidad, todo lo contrario, son un ejemplo permanente de resiliencia.


—¿Por qué son importantes estos insectos? ¿crees que la gente conoce más sobre ellas que antes?

—Las mariposas son muy relevantes en la cadena trófica de una variedad enorme de animales. Casi no hay especies que no coman orugas: aves, anfibios, mamíferos, peces e incluso otros insectos o artrópodos. Las mariposas son un importante aporte de proteínas para muchos animales.

Por otra parte, al comer tan vorazmente su planta hospedera, pueden intervenir en el éxito evolutivo de las plantas, forzándolas a desarrollar nuevas habilidades para sobrevivir o incluso nuevos mecanismos de defensa.

Tatochila sp. en Proustia cuneifolia. Créditos a Benito Rosende.
Tatochila sp. en Proustia cuneifolia. Créditos a Benito Rosende.

Con las flores tienen una historia muy singular. La probóscide o “lengua” que les permite libar y convertirse importante polinizadores, apareció casi 80.000 años antes que las flores. No se tiene claro qué clase de fluido libaban antes del néctar de las flores, pero, aun así, hoy colaboran con uno de los procesos más deliberantes de la salud de los ecosistemas: La polinización.

Finalmente, quizás una de las cualidades más importantes ante la emergencia climática, es que las mariposas, en especial las de Chile, son eficientes bioindicadores. Al relacionarse con un número reducido de plantas, como pasa con muchas de ellas en Chile, son muy sensibles a los cambios que puedan experimentar. Si algo aqueja o estresa a sus compañeras plantas, las mariposas muestran cambios inmediatamente. Conocer los hábitos y funciones de las mariposas, es herramienta muy eficiente de monitoreo ambiental.

—Eres arquitecta. ¿Por qué decidiste crear iniciativas —y dedicarte— a la educación sobre ciencia y biodiversidad?

—La universidad es un espacio único de crecimiento, de expansión de lo que uno trae desde mucho antes. Más que un espacio de determinación laboral, lo entiendo como una caja de herramientas que perfecciona las tuyas y le da una enorme perspectiva a la realidad. Te sitúa en una red de impulsos y desde ahí, uno puede partir para donde quiera y la suerte te acompañe.

Haciendo investigación en la U. de Chile, diseñando aplicaciones móviles, exposiciones, remolques para convertirse en laboratorios de ciencia, escribiendo historias de especies compañeras o ilustrando, siempre me he sentido muy arquitecta. Siento que la capacidad de integrar saberes, entender un problema y diseñar un flujo transdisciplinario de tareas para llegar a un objetivo común, sin dejar de mirar aspectos que a veces nos cuesta entender en su valor formal, como la belleza, la empatía o el juego, los aprendí estudiando arquitectura.

No sé si lo decidí. Cuando empecé la divulgación no era un espacio delimitado y comprensible como es ahora. Nunca sentí que estaba haciendo una labor muy formal, era más un impulso, asi que a veces pienso que más que premeditado, fue inevitable.

Habiendo crecido en distintos lugares de Chile, cuando llegué a estudiar, fue muy nítida la sensación de “deuda silvestre” que tenía Santiago con su gente, y con el tiempo, entendí que no eran solo árboles los que había que multiplicar, también la cultura tenía que tomar una dirección más silvestre. No deberíamos dejar que la ciudad nos lleve a olvidar que no vivimos solos.

Andeabatis chilensis. Créditos Vicente Valdés.
Andeabatis chilensis. Créditos Vicente Valdés.

—Moderarás el panel “Insectos en Chile, la importancia de lo pequeño” en el Festival Ladera Sur. ¿Qué escucharemos en este panel? ¿Qué invitación dejas para que la gente se motive y vaya?

—Que venga porque se va a encontrar con tres especímenes humanos tan diversos como los insectos. Pero, aunque nos vean a todos de colores, tamaños y formas muy distintas, no van a creer lo alineados que estamos por traerlos al universo más transformista, super poderoso e impensado de los animales, ¡el de los bichos! No van a poder resistirse. Los van a amar.

Vicente Valdés

Vicente Valdés
Vicente Valdés

A Vicente, lo que más lo cautivó de lo que se conoce como micromundo, es lo inexplorado que está en términos fotográficos, naturalistas y científicos, pese a sus enormes sorpresas. En este mundo para muchos inadvertidos, habitan insectos, arañas, hongos y una diversidad de seres que lo hacen prácticamente infinito.

De esta forma, este Ingeniero en Ecoturismo se dedicó a la fotografía de naturaleza y la educación ambiental, fundando Biodiversidad Chilena.

—¿Por qué son importantes estos insectos? ¿crees que la gente conoce más sobre ellos que antes?

—Los insectos son extremadamente importantes porque son una base de las redes tróficas, una parte imprescindible. Una gran parte de insectos se dedican a polinizar, por ejemplo, las especies de flora nativa de manera especializada. Muchos otros insectos son quizás la principal fuente de alimento de otros eslabones de las redes tróficas. Son controladores biológicos donde los mires, muchos insectos son parásitos y controladores biológicos de plantas, hongos, otros insectos y arañas.

Sí, considero que la gente conoce mucho más que antes de esto. Si bien uno está inserto en este círculo que es el naturalismo, igual creo que muchos de los seguidores que tenemos en redes sociales no tenían cercanía con los insectos y sí han aprendido a través de la masificación de la publicación de fotos videos y pequeños insectos. Falta todavía, pero estamos avanzando.

Manduca sexta parasitada por avispa. Créditos Vicente Valdés.
Manduca sexta parasitada por avispa. Créditos Vicente Valdés.

—Tus fotografías son sin duda un elemento clave, ¿cómo ayudan a la conservación?

—La fotografía es la herramienta más importante hoy en día para la educación ambiental y para la divulgación y difusión. Creo que mis fotos han servido harto, o al menos son un aporte para la conservación, ya que son principalmente para difusión masiva. Han llegado a muchas personas, por lo tanto, el conocimiento se esparce. Además, han servido para diferentes artículos científicos, publicaciones científicas en revistas, nacionales e internacionales, porque muestran mucho de lo que no se conoce. Obviamente cuando uno muestra estas criaturas de la mejor forma posible, llega a más gente y se esparcen más

—¿Cuándo surge Biodiversidad chilena? ¿Qué ha sido lo más difícil de esto?

—Como empresa de fotografía de naturaleza y educación ambiental, surge hace cinco años, ofreciendo excursiones, talleres y haciendo divulgación intensiva a través de redes. Pero quizás nace antes, a través de Facebook y Flickr.

Lo más difícil es posicionar la fotografía de naturaleza de algún modo; la fotografía de los micromundos como un atractivo educativo y turístico. Igual se ve que mucha gente se entusiasma con eso, con ver fotos de criaturas conocidas más pequeñas, a través de una rama de fotografía que es la macro, que no estaba explotada a este nivel. Entonces se ha ido sumando harta gente. Lo más difícil ha sido ir consiguiendo más gente que le guste y tener que lidiar contra los prejuicios que tienen algunas criaturas como las arañas y otros bichos.

—Serás parte del panel “Insectos en Chile, la importancia de lo pequeño” en el Festival Ladera Sur. ¿Qué escucharemos en este panel? ¿Qué invitación dejas para que la gente se motive y vaya?

Geometridae. Créditos Vicente Valdés.
Geometridae. Créditos Vicente Valdés.

—Vamos a hablar de la situación actual de los insectos; una mirada naturalista sobre los insectos en Chile. Vamos a mostrar mucho de lo desconocido, de lo que se esconde en este micromundo de los insectos. Y obviamente algunos problemas de conservación que enfrentan, su importancia, etc. Mi invitación es a que la gente no se pierda el panel de insectos, es algo bien importante de escuchar hoy en día, dedicado a los seres más pequeñitos que conocemos.

Cristóbal Sprätz

Desde que Cristóbal aprendió a caminar ha estado detrás de los insectos. Desde que tiene memoria ha estado fascinado en buscarlos debajo de los troncos, rocas y arbusto, siendo un fascinado de sus formas, colores, infinita variedad y la inmensidad de especies que habitan en Chile.

De alguna forma, esto lo llevó a fascinarse por su divulgación y hacerlo a través de redes sociales. Es ingeniero comercial, profesor de matemáticas en un colegio, fotógrafo y educador ambiental.

 ¿Por qué son importantes estos insectos? ¿Crees que la gente conoce más sobre ellos que antes?

Estoy seguro de que las respuestas a las problemáticas que tenemos hoy como sociedad están en la naturaleza. Hay insectos fascinantes con habilidades para sobrevivir a calores extremos del desierto más árido del mundo, temperaturas gélidas de los glaciares patagónicos y otros que han sabido sobrevivir a la mega sequía de la zona centro, adaptándose a los cambios climáticos que nosotros los humanos hemos generado. 

En ellos está la respuesta a varios de los problemas que como humanos estamos viviendo.

Cristóbal Sprätz
Cristóbal Sprätz

Por lo mismo, siento que el interés en los insectos ha crecido. Lo veo día a día en la sala de clase, con estudiantes pequeños que se interesan mucho y tienen sed de saber sobre estos animalitos. Manejan muchísima más información que yo a sus edades.

Eres ingeniero comercial, pero te desempeñas como profesor y ayudas a la difusión de los insectos, en especial por redes sociales y talleres infantiles. ¿Cómo crees que eso ayuda su conservación?

—Creo firmemente que los mayores cambios se hacen en la sala de clase. El amor y respeto por los insectos y la naturaleza debe nacer desde muy temprana edad y siento que los talleres de insectos aportan un granito de arena a ello.

Tengo a niñas y niños de pre-básica que tienen claro que la abeja mielera no es chilena, y que nuestro país tiene otras cientos de especies que sí son nativas, algunas en peligro de desaparecer y que debemos proteger todos juntos; tanto niños, como padres y abuelos.

—¿Qué ha sido lo más difícil de dedicarse a la divulgación del micromundo actualmente?

—He tenido un camino muy agradable y por ello soy extremadamente agradecido. Me encanta hablar de insectos, me fascina buscarlos y me apasiona ser profesor y enseñar de estos pequeños animalitos. Me siento muy feliz dedicándome a lo que me encanta y por lo mismo siempre estoy contento, creo que eso ha ayudado mucho a que todo se vaya dando de la manera más natural posible.

—Serás parte del panel “Insectos en Chile, la importancia de lo pequeño” en el Festival Ladera Sur. ¿Qué escucharemos en este panel? ¿Qué invitación dejas para que la gente se motive y vaya?

—Escucharemos de lo importante que es conocer para así proteger; que si bien los cambios que necesita nuestra humanidad no serán vividos por las generaciones actuales, sí pueden concretarse con generaciones nuevas que entiendan que el respeto y amor por la naturaleza es lo más importante para asegurar la continuidad de nuestra existencia como humanos. 

Cristóbal Sprätz
Cristóbal Sprätz

La invitación, entonces, es a descubrir las distintas formas que existen para transmitir este amor por los insectos y el bosque, ya sea a través de excursiones, páginas de difusión, proyectos privados o públicos y la sala de clase.

Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...