Jardín Botánico Chagual: un proyecto de lo nuestro
Nuestro colaborador Francisco Croxatto nos cuenta sobre el Jardín Botánico Chagual, el proyecto educativo del Parque Metropolitano de Santiago. Este lugar busca dar a conocer la flora de las zonas de clima mediterráneo, como Santiago.
En la ladera sur oriente del Parque Metropolitano de Santiago, en una extensión de 45 hectáreas, se encuentra en ejecución el Plan Maestro de este proyecto educativo y de conservación, que tiene como uno de sus principales objetivos dar a conocer, preservar e investigar la cada vez más frágil flora de clima mediterráneo que puebla nuestro país, entre la IV y la VIII región.
Las zonas biogeográficas de clima mediterráneo representan sólo el 5% de la superficie terrestre, son muy ricas en biodiversidad y altas en endemismo. Sin embargo, en esa misma superficie se concentran gran parte de la población humana y actividades productivas ligadas especialmente a la explotación del suelo, lo que ha sido determinante en la extinción y amenaza de especies. Nuestro país no es la excepción. Algunas formaciones vegetales en peligro que se concentran en nuestro territorio son los bosques esclerófilos costeros y de montaña; los bosques caducifolios de Santiago, de montaña, del Maule y de la precordillera de Linares[1].
En ese sentido, la propagación ex situ de especies que hoy es muy difícil encontrar en sus hábitats originales es un aporte cultural enorme que ofrece el Jardín Botánico Chagual para valorizar y proteger nuestra identidad como país, además de incorporar una muestra de otras zonas de clima similar en el mundo: California, la cuenca del Mediterráneo, la región del Cabo en Sudáfrica, y el sureste y suroeste de Australia.
El proyecto
De cara a Santiago y la cordillera de los Andes, la topografía mixta del lugar recorre desde zonas planas hasta taludes, quebradas y pequeñas colinas, con inclinaciones de pendiente entre los 12° y los 45° grados, muy adecuada para representar los ambientes mediterráneos.
Sobre esta topografía, el plan maestro organiza las principales comunidades de vegetación en las zonas que presentan las condiciones más favorables para cada una; desde quebradas húmedas para especies de mayor demanda hídrica, hasta laderas de alta exposición a la radiación para especies adaptadas a las solanas. El proyecto plantea trazados que permitan zonificar y recorrer los jardines resultantes, pudiendo reconocer las propiedades espaciales que cada asociación de especies brinda: sombras, texturas, colores, temperaturas, etc. La topografía del lugar también permite disponer las variedades de especies de manera análoga a cómo se suceden en nuestra topografía: vegetación costera en las zonas más bajas, vegetación del valle central en las zonas intermedias, y vegetación cordillerana en las zonas altas de la ladera.
Entre las comunidades nativas que incluirá se encuentran los bosques: Caducifolio Maulino y Roble de Santiago; Húmedo de Belloto Peumo; esclerófilo de Peumo Boldo y Litre Quillay; Espinoso; Subandino de Frangel y Ciprés de la Cordillera, y el Matorral de Laderas Ecuatoriales, dando primacía a las especies endémicas y en categoría de conservación.
El jardín hoy
A 12 de años desde que comenzó a implementarse el jardín botánico, el proyecto no sólo se ha enfrentado a los desafíos “comunes” de implementar una obra de esta magnitud; conseguir recursos, respaldo, tecnologías, profesionales, etc. Si no que principalmente a trabajar con los procesos naturales tanto de las propias especies –desde la recolección de semillas hasta la adaptación- como del contexto, sus suelos, clima, y todos los factores que determinan este lugar, sacando en limpio que muchas veces es el proyecto y su gestión la que deba adaptarse y no necesariamente la naturaleza.
Al día de hoy ya se encuentran plantadas algunas de las especies que conforman las asociaciones: Litre-Quillay-Palma, Litre-Quillay, Peumo-Boldo. Subandino de Frangel y de Ciprés de la Cordillera y Belloto-Peumo como plantaciones inaugurales del jardín. Hay 2.588 árboles de 29 especies, 940 arbustos de 35 especies y 43 enredaderas de 3 especies. En total, 3.571 plantas de especies representativas de esas cinco comunidades nativas en una extensión de 10,68 ha. En las zonas baja del jardín se pueden visitar los viveros en donde se cultivan estas especies y otras en proceso de adaptación para ser finalmente destinadas a sus respectivas asociaciones. La propagación de especies en el jardín no se realiza por esquejes, sino que siempre por semillas, ya que lo anterior constituye clonación y elimina la variabilidad genética. En el vivero se encuentran disponibles para ser plantadas, alrededor de 21.500 plantas, 90 nativas y cerca de 70 alóctonas de todas las formas de vida.
El Jardín Botánico Chagual tiene sus puertas abiertas a la comunidad como proyecto educativo. Ofrecen voluntariados y prácticas para trabajar en los viveros de reproducción y cultivo o en las zonas de plantación. También organizan visitas guiadas para cursos escolares o universitarios. Todas estas experiencias y el trabajo científico que ha desarrollado el jardín han sido publicados año a año en una revista que elaboran y que se encuentra disponible en su página web www.jardinbotanicochagual.cl
Otra excelente iniciativa además, son las salidas a terreno que organizan una vez al mes para fotografiar y reconocer de flora nativa.
Para cualquiera de estas actividades o visitar el jardín escribir a contacto@jardinbotanicochagual.cl o llamar al: 92507480. A difundir esta excelente iniciativa!
Arquitectos: Cristina Felsenhardt, Hans Muhr y Juana Zunino; Servicios Externos Universidad Católica.
Biólogo: Sebastián Teillier
Botánico: Gloria Montenegro
Colaboradores: Beatriz Majluf, Constanza Valenzuela y Paula Villagra
Ubicación: Sector suroriente Parque Metropolitano, Vitacura, Santiago de Chile.
Administración: Corporación Jardín Botánico Chagual
Gestión y dirección: María Victoria Legassa y Antonia Echenique