En el Caribe, los arrecifes generan $6.200 millones de dólares al año. La pesca y el turismo relacionados a este ecosistema, representan el 23 % del gasto turístico total y más del 10 % del producto interior bruto (PIB) del Caribe.

Sin embargo, un reciente informe de la Red Mundial de Vigilancia de los Arrecifes de Coral (GCMRN), una red de la Iniciativa Internacional para los Arrecifes de Coral, entrega cifras a una realidad alarmante: la degradación de cerca de la mitad de los arrecifes de la zona en cerca de 20 años. El trabajo se elaboró en el marco de un enfoque colaborativo en el que participaron más de 200 colaboradores y se estructura en dos partes: una presenta un resumen regional de las tendencias y amenazas que afectan a los arrecifes de coral del Caribe, y la otra detalla 44 análisis a nivel de países y territorios, que incluyen datos ecológicos, estudios de casos y seguimiento socioeconómico, todo ello complementado con anexos y secciones metodológicas.

Principales resultados

  • La cobertura de corales duros disminuyó un 48 % entre 1980 y 2024, lo que significa que los corales duros ocupan hoy la mitad de la cobertura bentónica que ocupaban en 1980.
  • La cobertura de corales duros disminuyó considerablemente en 1998 (-9,0 %), en 2005 (-17,1 %) y en 2023 (-16,9%) debido a episodios de blanqueamiento inducidos por el estrés térmico.
  • La composición de los corales duros ha pasado de especies ramificadas a especies más masivas, lo que ha reducido la complejidad estructural de los arrecifes de coral del Caribe.
  • La cobertura de macroalgas aumentó un 85 % entre 1980 y 2024, debido a la disminución de las especies herbívoras (peces loro, erizos de mar, etc.) y al aumento de los nutrientes.
  • La temperatura media de la superficie del mar en las zonas de arrecifes de coral del Caribe aumentó +1,07 °C entre 1985 y 2024, como consecuencia del cambio climático, lo que representa una tasa de calentamiento de +0,27 °C por década.
  • El número de personas que viven en el Caribe a menos de 20 km de los arrecifes de coral aumentó un 27,6 % entre 2000 y 2020 a escala regional, lo que representa un aumento de 13 millones de personas.
  • Los arrecifes de coral de la región del GCRMN-Caribe cubren 24 230 km², lo que representa el 9,7 % de la extensión mundial de los arrecifes de coral.

La degradación de los arrecifes compromete su capacidad para proporcionar alimentos, sustentar la pesca y proteger las costas de las tormentas y los huracanes. El número de personas que viven a menos de 20 km de los arrecifes de coral ha aumentado un 27,6 % desde 2000 (lo que supone 13 millones de personas más), lo que no solo ha incrementado la presión, sino también la dependencia de estos sistemas, aumentando así el número de personas amenazadas por la disminución de los servicios que proporcionan los arrecifes de coral.

«La ciencia es inequívoca, pero también es portadora de esperanza. Cuando se reducen las presiones y se mantienen los recursos, los arrecifes del Caribe se recuperan. El reto ahora es la escala y la rapidez. A través del Fondo Mundial para los Arrecifes de Coral, estamos movilizando financiación mixta para ampliar estos éxitos; ayudamos a las naciones del Caribe a reducir los factores de estrés locales, a desbloquear economías azules sostenibles y a reforzar la resiliencia frente a la aceleración de los impactos climáticos», en nombre del Fondo Mundial para los Arrecifes de Coral, comenta Sinikinesh Beyene Jimma, jefa de la División de Ecosistemas Marinos y Costeros del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Esperanzas y oportunidades

A pesar de la magnitud del declive, el informe destaca los signos de recuperación cuando las presiones locales se gestionan de forma eficaz. Los arrecifes protegidos o bien gestionados presentan una mayor cobertura de coral, una mayor biodiversidad y resistencia al estrés térmico. En toda la región, numerosos éxitos demuestran que es posible avanzar:

  1. 30 años de protección del Red Hind en el Distrito de Conservación Marina Red Hind Bank de las Islas Vírgenes de los Estados Unidos han permitido aumentar el tamaño de los peces en un 35 %.
  2. Las áreas marinas totalmente protegidas en la región de los arrecifes mesoamericanos albergan una mayor biomasa de peces comerciales y herbívoros.
  3. La restauración de los corales en SAMAR (Santuario Marino Arrecifes del Sureste), un área marina protegida cogestionada de más de 1800 km² en la República Dominicana, se beneficia de una vigilancia conjunta a largo plazo.
  4. Algunos arrecifes siguen prosperando incluso en zonas muy perturbadas, como el arrecife de Varadero en Colombia, que alberga 42 especies de corales duros con una cobertura del 40 al 60 % de corales duros.

Estos ejemplos demuestran que la acción local permite una recuperación cuantificable, lo que ahorra un tiempo precioso mientras continúan los esfuerzos mundiales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Ruta para el futuro

El informe presenta cinco recomendaciones prioritarias dirigidas a los gobiernos, los gestores y el sector privado con el fin de reforzar la resiliencia de los arrecifes y proteger los medios de subsistencia de las poblaciones costeras:

  1. Integrar los arrecifes de coral en las estrategias nacionales sobre el clima y la biodiversidad, incorporando objetivos relacionados con los arrecifes en las contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN), los planes nacionales de adaptación (PNA) y las estrategias y planes de acción nacionales sobre biodiversidad (EPANB).
  2. Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mejorar la calidad del agua y reducir las presiones locales, en particular regulando el desarrollo costero, gestionando la pesca y combatiendo la contaminación.
  3. Ampliar y reforzar la gestión por zonas, apoyando las áreas marinas protegidas (AMP), otras medidas de conservación eficaces por zonas (OECM) y las áreas marinas gestionadas localmente (LMMA), e identificando las «zonas de esperanza» resilientes.
  4. Mantener y mejorar la vigilancia de los arrecifes de coral, normalizando los protocolos regionales y fomentando los principios de datos abiertos, interoperables y reproducibles.
  5. Apoyar la restauración evolutiva de los arrecifes, integrando genotipos termotolerantes y modelos de financiación innovadores.

Estas recomendaciones, resumidas en el resumen del informe destinado a los responsables políticos, se ajustan a las ocho demandas políticas clave del ICRI para los arrecifes de coral, lo que refuerza la importancia de integrar la conservación de los arrecifes de coral en los marcos mundiales sobre el clima y la biodiversidad.

Un llamamiento a la acción colectiva

Los arrecifes del Caribe son a la vez una advertencia y una oportunidad. Este informe revela una región sometida a una presión creciente, pero también demuestra que es posible recuperarse cuando la gestión es eficaz y se reducen los factores de estrés. Al abordar los factores locales que provocan la pérdida de corales y garantizar un apoyo financiero sostenible y diversificado a largo plazo, se aumenta la resiliencia de los arrecifes del Caribe, lo que les permite resistir los impactos inducidos por el clima y recuperarse de ellos.

El informe «Status and Trends of Caribbean Coral Reefs: 1970-2024» (Estado y tendencias de los arrecifes de coral del Caribe: 1970-2024) destaca que el futuro de los arrecifes de coral del Caribe depende de una acción inmediata y coordinada para hacer frente a las presiones locales y globales, con el fin de garantizar que estos ecosistemas sigan siendo fundamentales para la protección de las costas y la prosperidad de la región.

«El Convenio de Cartagena y sus protocolos nos recuerdan que la colaboración entre científicos y responsables políticos es la base del progreso. Este informe ilustra ese espíritu de colaboración, al reunir a gobiernos, científicos, la sociedad civil y organizaciones regionales para supervisar, comprender y proteger nuestros arrecifes. Al armonizar los enfoques de vigilancia y crear redes sólidas, hemos elaborado no solo un informe, sino también una imagen regional compartida de la salud y la resiliencia de los arrecifes», señala Christopher Corbin, coordinador de la Secretaría del Convenio de Cartagena del PNUMA (Kingston, Jamaica).

El nodo regional caribeño de la Red Mundial de Vigilancia de los Arrecifes de Coral (GCMRN) hace un llamamiento a la acción urgente y unificada para proteger el futuro de los arrecifes de coral en el Caribe. Publicado durante un seminario web público, el informe «Status and Trends of Caribbean Coral Reefs: 1970-2024» es la evaluación más completa de los arrecifes de la región realizada hasta la fecha. Compilado por más de 200 científicos de 44 países y territorios, se basa en más de 23 000 evaluaciones realizadas en cerca de 14 000 sitios y recopiladas entre 1970 y 2024.

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