Hace cuatro años, Fernando Díaz, guía de observación de aves y miembro de la Red de Observadores de Aves de Chile (ROC), se preparaba para la mañana siguiente, en la que zarparía en un bote para ver especies más allá de la costa, en la zona que se conoce como pelágica. Él estaba a cargo de las personas que saldrían quizás, por primera vez, a ver un albatros. Pero estudiaba una subespecie en particular, una que, en sus muchas excursiones, jamás había visto: el albatros de frente blanca (Thalassarche cauta). 

Se trata de un ave que, por lo general, se mantiene alejada de otros albatros y petreles. Y que tampoco se acerca mucho a los barcos. Un albatros que, según explica Díaz, aparece aproximadamente cada diez años, por lo que es muy difícil de observar. Esa noche, Díaz la estudió, se quedó mirando su dibujo. Y en ese proceso, se quedó dormido. 

Al día siguiente, partió con su bote y sus clientes a la excursión. Era de mañana, iba con su binocular en mano. Explicó a los presentes los tips para no marearse. Les enseñó a disfrutar su navegación. Y una vez alejado de la costa, observó. Vio a los petreles que siempre se aparecen y a los albatros que nunca fallan. Pero entre ellos había uno diferente: como si hubiese sido parte de su sueño la noche anterior, ante sus ojos estaba el albatros de frente blanca. No lo podía creer. 

Era una de las inolvidables experiencias que le entregó una excursión pelágica. 

Excursiones más allá de la costa

La zona pelágica del mar es aquella donde las aguas tienen otra profundidad y que se genera un fenómeno de surgencia, que atrae nutrientes del fondo marino a aguas superficiales. Específicamente en Chile, esta zona es la de la corriente de Humboldt, la que crea uno de los ecosistemas marinos más ricos del mundo. Si hablamos solo de especies de aves marinas, se calcula que en todo el territorio nacional de la corriente se pueden ver cerca de 60 aves marinas. Entre ellas, las del orden de los Procellariiformes: albatros, petreles, fardelas, golondrinas de mar y yuncos. 

Albatross de Buller, Valparaíso, Chile @Fernando Díaz/ Albatross Birding
Albatross de Buller, Valparaíso, Chile @Fernando Díaz/ Albatross Birding

Estas últimas son aves marinas que tienen una biología única, y solo tocan tierra firme para reproducirse. Por esto, verlas implica acercarse en barco -a una distancia prudente, manteniendo todo dentro del bote, incluyendo la basura- en lo que se llama “expediciones pelágicas” o simplemente “pelágicas”, las que muchas veces pueden contar con la compañía de otras especies de fauna marina.

Albatross de Buller, Valparaíso, Chile @Fernando Díaz/ Albatross Birding
Albatross de Buller, Valparaíso, Chile @Fernando Díaz

Son navegaciones que Fernando Díaz y su equipo llevan desarrollando hace cerca de 10 años, con el fin de acercar a las personas a las aves marinas y así, fomentar su conservación. Ellos querían entregar conocimientos de cuáles son estas especies, sus características y generar conciencia sobre especies que no se ven en el territorio continental, y que cuentan con importantes problemas que los amenazan. Por ejemplo, la ingesta de plástico o la introducción de especies exóticas en sus áreas de nidificación. 

Las especies que se pueden observar

De acuerdo a Díaz, Chile es uno de los países privilegiados para la observación de aves marinas, junto a Nueva Zelanda, Australia, Sudáfrica y California, en Estados Unidos. Específicamente, él realiza expediciones que zarpan desde los puertos de Valparaíso, Arica, y ocasionalmente en Puerto Montt y Mejillones, en Chile. 

Albatros real, Valparaíso, Chile @Fernando Díaz/ Albatross Birding
Albatros real, Valparaíso, Chile @Fernando Díaz/ Albatross Birding

Para dar un ejemplo, dice que por lo menos desde Valparaíso se han llegado a observar ocho especies de albatros, considerándolos como una de las especies predilectas para los observadores de aves. Pero también depende de la época lo que se pueda observar. Por ejemplo, en primavera y otoño hay mayor movimiento de aves, en especial de adultos. Sin embargo, en invierno grandes grupos de albatros visitan las costas de Chile central y también pequeños petreles porque prefieren más las aguas frías. Aunque lo cierto es que todo el año tiene su gracia. 

Petrel gigante subántartico, Chile @Fernando Díaz
Petrel gigante subántartico, Chile @Fernando Díaz

Por nombrar algunas especies, lo más seguro es encontrarse con albatros de ceja negra (Thalassarche melanophris), de Salvin (Thalassarche salvini), real del norte (Diomedea epomophora epomophora) o del sur (Diomedea epomophora sanfordi). También es posible toparse con petreles como el gigante subantártico (Macronectes halli), el de Juan Fernández (Pterodroma externa) y el de Nueva Zelanda (Procellaria westlandica). Sobre fardelas, se ven la negra (Ardenna grisea) y la blanca (Ardenna creatopus). Y también se ven especies como el yunco de Humboldt (Pelecanpides garnotii) o la golondrina de mar de común (Oceanites oceanicus), entre muchas otras.

Albatross de ceja negra, Valparaíso, Chile @Fernando Díaz/ Albatross Birding
Albatross de ceja negra, Valparaíso, Chile @Fernando Díaz/ Albatross Birding

Ahora, también es probable que en alguna expedición haya algo más de suerte y se produzcan encuentros como el que se relata al comienzo de este artículo. Por ejemplo, se puede ver a algún petrel de Masatierra (Pterodroma diffilipipiana);  el plateado (Fulmarus glacialoides); el albatros de Buller (Thalassarche bulleri) o incluso el de Chatam (Thalassarche eremita). De hecho, este último se ha considerado de las aves más difíciles de observar en Chile

Albatros de Chatham, Valparaiso, Chile @Fernando Díaz/ Albatross Birding
Albatros de Chatham, Valparaíso, Chile @Fernando Díaz/ Albatross Birding

Es más, en una de las expediciones realizadas, Díaz logró divisar lo que significó un aporte para la ciencia. Según relata en un artículo que publicó junto a Matías Garrido en la revista La Chiricoca, logró observar un individuo juvenil de albatros de Chatam con un anillo de plástico en su pata derecha con el código e17. Al contactarse con la ONG Chatam Island Taiko Trust y notificar el avistamiento, le explicaron que esta ave forma parte del programa de transferencias, que buscaba un nuevo hogar para esta especie que solo anida en la Roca Pirámide de las Islas de Chatam. Fue así una observación que, según relata, “podría abrir las esperanzas a un futuro más próspero para los albatros de Chatam”.

Preparaciones para zarpar 

En 2005 fue la primera vez que Díaz emprendió rumbo en una expedición pelágica y, desde entonces, ha intentado subirse a todo bote al que ha podido. Incluso organizando él los viajes. Ha ido ganando experiencia desde esa vez, en la que soñaba conocer un albatros y lo logró, pero a cuesta de mareos.

“Me mareé porque quería hacer todo. Tenía mucha expectativa y nerviosismo. Miraba el libro, los binoculares, sacaba fotos, las revisaba, entonces no estaba tranquilo. Después me fui acostumbrando, pero es importante tener esto en cuenta la primera vez”, comenta.

Fardela blanca, Valparaíso, Chile @Fernando Díaz/ Albatross Birding
Fardela blanca, Valparaíso, Chile @Fernando Díaz/ Albatross Birding

Así, aconseja a las personas disfrutar de la navegación, conversar con el capitán, caminar, habituarse al ambiente. No es la misma observación de aves que se hace en tierra. Si quieren sacar fotos, luego se ven en tierra. Lo importante, dice, es relajarse, disfrutar y mirar.

Para quien desea sacar fotografías, recomienda usar un zoom de rango 100/400, 150/500. Esto porque las especies están cerca del bote y se necesita cierta flexibilidad, y a veces también están lejos. También dice que hay que utilizar alta velocidad, ya que el ave se mueve, la embarcación y uno también. En este caso, recomienda una velocidad superior a 1000. De todas formas, puedes revisar consejos para capturas en expediciones pelágicas con el fotógrafo y colaborador de Ladera Sur, Jean Paul de la Harpe, a continuación.

Sobre otras recomendaciones para la expedición, Díaz sugiere llevar buen abrigo y por capas, aunque no es necesario llevar nada impermeable. Por otro lado, recomienda llevar binoculares, sombrero, bloqueador solar, cámara de fotos y merienda liviana. 

Todo esto, para poder tener un encuentro inolvidable para las viajeras de la corriente de Humboldt y otras habitantes de esta área rica en biodiversidad. Puedes encontrar más información sobre estas expediciones y cómo realizarlas cuando la situación sanitaria lo permita en este sitio web. 

Petrel de Juan Fernández, Robinson Crusoe, Chile @Fernando Díaz
Petrel de Juan Fernández, Robinson Crusoe, Chile @Fernando Díaz
Petrel gigante subántartico, Chile @Fernando Díaz
Petrel gigante subántartico, Chile @Fernando Díaz
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