Muestreo en Tierra del Fuego, Chile. Foto: Mateo Berrenengoa
Muestreo en Tierra del Fuego, Chile. Foto: Mateo Berrenengoa
Expedición en Alaska. Foto: SPUN
Expedición en Alaska. Foto: SPUN

Un equipo de científicos publicó los primeros mapas predictivos de biodiversidad de alta resolución de las comunidades subterráneas de hongos micorrízicos, revelando que más del 90% de los ecosistemas subterráneos más diversos del planeta permanecen sin protección, lo que pone en peligro la captura de carbono, la productividad agrícola y la resiliencia de los ecosistemas ante extremos climáticos.

La investigación, publicada en la revista Nature, representa la primera aplicación científica a gran escala de la iniciativa global de mapeo lanzada por la Sociedad para la Protección de las Redes Subterráneas (SPUN) en 2021.

Los hongos micorrízicos ayudan a regular el clima y los ecosistemas del planeta al formar redes subterráneas que suministran nutrientes esenciales a las plantas y extraen aproximadamente 13 mil millones de toneladas de CO₂ al año hacia los suelos—equivalente a casi un tercio de las emisiones globales de combustibles fósiles. A pesar de su papel clave como sistema circulatorio planetario de carbono y nutrientes, los hongos micorrízicos han sido ignorados en estrategias de cambio climático, agendas de conservación e iniciativas de restauración. Esto es problemático porque la alteración de estas redes acelera el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.

Hongos micorrízicos en los Apeninos, Italia. Foto: Seth Carnill
Hongos micorrízicos en los Apeninos, Italia. Foto: Seth Carnill

Mediante técnicas de aprendizaje automático sobre un conjunto de más de 2.800 millones de secuencias fúngicas recogidas en 130 países, los científicos desarrollaron los primeros mapas de diversidad de alta resolución para predecir la diversidad micorrízica a una escala de 1 km² a través del planeta. Sorprendentemente, sólo el 9,5% de estos focos críticos de biodiversidad fúngica se encuentran en áreas protegidas, lo que revela grandes brechas de conservación.

“Durante siglos hemos cartografiado montañas, bosques y océanos. Pero estos hongos han permanecido en la oscuridad, a pesar de la manera extraordinaria en que sostienen la vida en la tierra”, señala la Dra. Toby Kiers, directora ejecutiva de SPUN. “Circulan nutrientes, almacenan carbono, contribuyen a la salud de las plantas y fabrican el suelo. Cuando interrumpimos a estos cruciales ingenieros de ecosistemas, la regeneración forestal se desacelera, los cultivos fracasan y la biodiversidad en la superficie comienza a desintegrarse. Esta es la primera vez que podemos visualizar estos patrones de biodiversidad—y es evidente que estamos fracasando en proteger los ecosistemas subterráneos.”

AMOLF, SPUN_confspore. Foto: Vasilis Kokkoris - VU Ámsterdam
AMOLF, SPUN_confspore. Foto: Vasilis Kokkoris – VU Ámsterdam

Este esfuerzo, liderado por SPUN, reúne a GlobalFungi, Fungi Foundation, el Global Soil Mycobiome consortium y a investigadores al rededor del mundo para revelar patrones de riqueza y rareza fúngica a través de biomas—desde el Amazonas hasta el Ártico—marcando un avance crucial en nuestra comprensión y visualización de la vida bajo nuestros pies.

“Durante demasiado tiempo hemos ignorado a los hongos micorrízicos. Estos mapas ayudan a aliviar nuestra ceguera fúngica y pueden ayudarnos a enfrentar los desafíos urgentes de nuestra época”, explica el Dr. Merlin Sheldrake, director de impacto de SPUN.

Avanzando la ciencia subterránea del planeta

En 2021, SPUN se lanzó con un objetivo claro: mapear las comunidades subterráneas de hongos del mundo para desarrollar recursos concretos dirigidos a tomadores de decisiones en leyes, política e iniciativas de conservación y clima.

Recolección de suelos en Mongolia. Foto: Tomás Munita.
Recolección de suelos en Mongolia. Foto: Tomás Munita.

Estos mapas son más que herramientas científicas–pueden ayudar a dirigir el futuro de la conservación”, afirmó el Dr. Michael Van Nuland, autor principal y científico de datos jefe de SPUN. “La seguridad alimentaria, los ciclos del agua y la resiliencia climática dependen de salvaguardar estos ecosistemas subterráneos.

La Cueva Cine - Huila, Colombia. Foto: Andrés Pacheco
La Cueva Cine – Huila, Colombia. Foto: Andrés Pacheco

Este trabajo está siendo dirigido por un equipo de importantes asesores, incluyendo a la conservacionista Jane Goodall, los autores Michael Pollan y Paul Hawken, y la fundadora de Fungi Foundation, Giuliana Furci.

Una nueva herramienta para la conservación

Los hallazgos de SPUN ahora están disponibles en una herramienta interactiva, el Atlas Subterráneo, que permite a los usuarios explorar los patrones de diversidad micorrízica en cualquier parte del mundo. “La idea es asegurar que la biodiversidad subterránea sea tan fundamental para la toma de decisiones ambientales como las imágenes satelitales”, señala Jason Cremerius, director de estrategia de SPUN

Grupos conservacionistas, investigadores y responsables políticos pueden usar la plataforma para identificar focos críticos de biodiversidad, priorizar intervenciones e informar el diseño de áreas protegidas. La herramienta permite a aquellos responsables de tomar decisiones buscar ecosistemas subterráneos que estén pronosticados a albergar comunidades fúngicas únicas y endémicas, y explorar oportunidades para establecer corredores subterráneos de conservación.

Recolección de suelo en el Parque Nacional Kakum, Ghana. Foto: Natalija Gormalova
Recolección de suelo en el Parque Nacional Kakum, Ghana. Foto: Natalija Gormalova

Los mapas también serán cruciales para emplear los hongos en la regeneración de ecosistemas degradados. “Las prácticas de restauración han estado peligrosamente incompletas porque históricamente se han enfocado en la vida de la superficie”, argumenta el Dr. Alex Wegmann, científico principal de The Nature Conservancy. “Estos mapas de alta resolución brindan objetivos cuantitativos para que los administradores de restauración establezcan cómo podrían y deberían lucir las comunidades micorrízicas diversas.”

Es urgente incorporar estos hallazgos en la legislación y política internacional de la biodiversidad. Por ejemplo, la costa ghanesa es un foco crítico global de biodiversidad micorrízica, pero su litoral se erosiona aproximadamente dos metros por año. Los científicos temen que esta biodiversidad crítica pronto sea arrastrada al mar.

Recolección de suelo en el Parque Nacional Saguaro, EE. UU. Foto: John Burcham
Recolección de suelo en el Parque Nacional Saguaro, EE. UU. Foto: John Burcham

“Los sistemas fúngicos subterráneos han sido prácticamente invisibles en las legislaciones y políticas públicas”, señala César Rodriguez-Garavito, profesor de derecho y director del programa More-Than-Human Life (MOTH) de la Facultad de Derecho de NYU. “Estos datos son sumamente importantes para fortalecer las leyes y políticas de cambio climático y pérdida de biodiversidad en todos los ecosistemas subterráneos de la Tierra.”

Alcance global, impacto local

Junto con sus socios, SPUN ha reunido una base de datos de más de 40,000 muestras que incluye 95,000 taxones fúngicos micorrízicos. Con una red global de más de 400 científicos y 96 “Exploradores Subterráneos” de 79 países, el equipo internacional está ahora muestreando los ecosistemas subterráneos más remotos y de difícil acceso, incluidos Mongolia, Bután, Pakistán y Ucrania.

Paisaje en Mongolia. Foto: Tomás Munita
Paisaje en Mongolia. Foto: Tomás Munita

Este esfuerzo global establece un referente crítico para comprender cómo funcionan estas comunidades subterráneas y cómo responden a los cambios ambientales. “Estos mapas revelan lo que podemos perder si no protegemos el subsuelo”, subraya la Dra. Kiers.

Diagrama explicativo de micorrizas para EcM y AM. Foto: Alex Boersma
Diagrama explicativo de micorrizas para EcM y AM. Foto: Alex Boersma

SPUN busca nuevos colaboradores y financiadores para escalar este esfuerzo. Actualmente, sólo el 0.001% de la superficie terrestre ha sido muestreada. Más datos significan mejores mapas, puntos de referencia para restauración más precisos e identificación más exacta de la biodiversidad subterránea en riesgo. SPUN invita al público, conservacionistas, investigadores y grupos de restauración a utilizar el Atlas Subterráneo y aportar comentarios para mejorar las próximas versiones.

Apoyo a SPUN

La Dra. Rebecca Shaw, científica principal de WWF, explica: “Los hongos micorrízicos deben ser reconocidos como una prioridad en la ‘biblioteca de soluciones’ para algunos de los mayores desafíos del mundo: la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la disminución de la productividad alimentaria. Ofrecen poderosos servicios ecosistémicos que benefician directamente a las personas. Esta investigación debería ayudar a elevar la protección y restauración de los hongos y sus redes al mayor nivel de las prioridades de conservación”.

Medición en los Apeninos, Italia. Foto: Seth Carnill
Medición en los Apeninos, Italia. Foto: Seth Carnill

Llamado a la acción

  • Investigadores: Asociarse con SPUN para ampliar la recopilación y análisis de datos.
  • Conservacionistas: Colaborar con SPUN para diseñar prioridades y estrategias de conservación informadas.
  • Responsables políticos: Utilizar la investigación de SPUN para incluir los hongos y ecosistemas subterráneos en políticas globales y nacionales de biodiversidad y objetivos de restauración.
  • Público: Explorar el Atlas Subterráneo y hacer donaciones. 
  • Financiadores y donantes: Contactar a SPUN para financiar la próxima fase de muestreo y restauración comunitaria.
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