Hay dedales de oro amarillos, naranjos, y de vez en cuando se puede encontrar algunos blancos. Crecen en primavera, cuando el sol comienza a pegar fuerte, y lo común es verlos a orillas de caminos, por los cerros, formando verdaderas alfombras vegetales que parecen oro.

IMG_4666
Dedal de oro (Eschscholzia californica) ©Tamara Núñez

El dedal de oro (Eschscholzia californica) es una herbácea perenne perteneciente a la familia papaverácea, la misma de las amapolas, motivo por el cual se les conoce como amapola californiana. Su nombre científico se debe al botánico ruso J.F. Eschscholtz, quien la descubrió a principios del siglo XIX.

Se utiliza como decoración, ya que en la época estival ofrece numerosas flores de color naranja brillante. Sus flores grandes y solitarias tienen cuatro pétalos en forma de copa, las cuales se cierran en la noche y en los días nublados, añorando el sol.

Complace verlas, y sorprende ver la fuerza de esa pequeña y aparentemente frágil flor, y es que el dedal de oro nunca muere. En invierno se esconde profundamente en la tierra para revivir con el calor de la primavera.

Dedales de oro ©Tamara Núñez
Dedales de oro ©Tamara Núñez

Esta flor está ampliamente distribuida por todo Chile, tanto así que suele confundirse como planta nativa debido a su adaptación y fácil propagación. Sin embargo, esta especie es originaria de California (Estados Unidos) y Baja California (México). Fue introducida en Chile a fines del XIX y se naturalizó principalmente en la zona centro del país, para luego distribuirse hacia otros territorios.

La llegada a Chile

Existen varias teorías de cómo fue que llego a nuestro país, no obstante, todas convergen en un mismo punto en común: las líneas férreas. Motivo por el cual en el sur del país se le conoce como “la flor del tren”.

Una de las creencias más populares es que llego, hacia fines del siglo XIX, camuflada entre las importaciones de alfalfa y trigo que llegaban desde Estados Unidos. Según esta versión, su minúscula semilla se habría escurrido entre los trenes y se habría adaptado rápidamente entre las hierbas nativas.

Dedales de oro ©Tamara Núñez
Dedales de oro ©Tamara Núñez

Otra de las teorías dice que, durante la expansión ferroviaria que se vivió en Chile a finales del siglo XIX, un conductor ferroviario dispersó muchas semillas de dedales de oro, tirándolas desde el tren en movimiento. Esto con la intención de plantarla a lo largo de las líneas férreas, ya que su raíz es tan profunda y vital que da firmeza al terreno en el que crece, lo que favorecería a las líneas recién construidas.

Sea cual sea la historia real de cómo llegó esta bella flor a nuestro país, lo cierto es que se ha adaptado perfectamente a nuestra geografía y ahora podemos verla masivamente en las zonas centro y en el sur del país.

“Se cuenta que su propagación fue bastante rápida principalmente con la construcción de las líneas férreas ya que con los viajes que eran frecuentes en ese entonces El tren facilitaba la dispersión de las semillas y en poco tiempo esa especie comenzó a dominar las zonas aledañas a las vías férreas. Hoy en día se puede ver en casi cualquier sitio eriazo, Cerros o jardines en las ciudades. Se propaga muy rápido por semillas y las flores son muy atractivas para insectos principalmente, por lo que se poliniza con facilidad y cada fruto produce muchas semillas. Es considerada una de las especies de plantas de mayor potencial invasor por lo mismo” indica Nicolás Villaseca, ingeniero forestal de la Pontificia Universidad Católica.

Dedales de oro (Eschscholzia californica) ©Tamara Núñez
Dedales de oro (Eschscholzia californica) ©Tamara Núñez

Una de las especies con mayor potencial invasor

La variante chilena es más grande y resistente que la especie original californiana, razón principal por la cual esta especie ha presentado una extraordinaria expansión en Chile.  Esto se debe a la gran capacidad y adaptación a todo tipo de ecosistema que posee el dedal de oro, además de la notable similitud de geografía y clima que poseen Chile y California.

Cuando las especies son introducidas en nuevos ecosistemas, lejos de su ambiente nativo, suelen desaparecer en un corto plazo si no cuentan con la ayuda humana para establecerse. No obstante, en algunos casos, como es el caso del dedal de oro, las especies encuentran condiciones parecidas a las de su entorno natural que les permiten establecerse permanentemente, un proceso que se conoce como naturalización.

Esto en muchos casos no llega a ser un problema, y las especies llegan a ser parte de los ecosistemas locales sin generar grandes impactos. Sin embargo, existen otros casos, como el de la amapola californiana, en los que estas especies llegan a ser altamente abundantes e incluso dominantes en el nuevo ambiente. El resultado de esto termina siendo una invasión biológica que puede tener altos costos ambientales y afectar gravemente a la biodiversidad.

El impacto puede llegar a ser tan grande, que se les considera a las invasiones biológicas uno de los problemas más importantes que afectan a los ecosistemas, junto con la destrucción de los hábitats y el cambio climático.

Dedales de oro (Eschscholzia californica) ©Tamara Núñez
Dedales de oro (Eschscholzia californica) ©Tamara Núñez

“El dedal de oro tiene un potencial invasor porque es una planta que tiene un despliegue floral muy grande y en el fondo resta polinizadores a las especies nativas. Es una planta que ha colonizado espacios difíciles, como por ejemplo, la montaña, y si tú vas a ciertas elevaciones, puedes encontrar esta plantita como ya metiéndose bien arriba en la montaña entre medio de plantas nativas. Y los dedales de oro generalmente se propagan mucho, ya que florecen mucho y producen semillas muy pequeñas que usualmente son dispersadas no intencionalmente por las personas” señala Cristian Atala, doctor en Ciencias Biológicas área Botánica y docente del Instituto de Instituto de Biología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

Esta capacidad de adaptación y propagación de la amapola californiana la ha llevado a su inclusión en el Catalogo Español de Especies Exóticas Invasoras, se encuentra prohibido su cultivo.

Dedales de oro (Eschscholzia californica) ©Tamara Núñez
Dedales de oro (Eschscholzia californica) ©Tamara Núñez

Uso Medicinal

El dedal de oro también tiene un uso ancestral y medicinal por el hecho de pertenecer a la familia de la amapola real, planta de la cual se extrae el opio. Es una planta medicinal tradicional de los pueblos indígenas de Norteamérica, utilizada por las poblaciones rurales por sus propiedades beneficiosas para la salud.

Toda la planta contiene una mezcla compleja de alcaloides que le entregan propiedades analgésicas y sedantes, convirtiéndola en la especie perfecta para el tratamiento de afecciones como el insomnio, depresión, ansiedad, dolores musculares, neuralgias, migrañas, hipertensión, taquicardia, etc. De hecho es conocida popularmente en muchas partes como la planta del sueño.

Dedales de oro. Crédito: ©Seebach, Norberto
Dedales de oro. Crédito: ©Seebach, Norberto

No obstante, cabe recalcar que su uso está contraindicado en casos de embarazo, lactancia, glaucoma y en niños menores de diez años. No es conveniente tampoco utilizarla en conjunto con ciertos fármacos sedantes, antihistamínicos y bebidas alcohólicas, por la posible potenciación de los efectos sedantes.

Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...