COP26: ¿Qué se espera de la conferencia y qué rol tendrá Chile?
La próxima versión de la Conferencia de las Partes (COP26) se desarrollará entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre en Glasgow, Escocia. Ladera Sur asistirá a este importante evento para contarles todos los detalles donde las partes negociarán distintas materias para enfrentar el cambio climático y avanzar en las metas de el Acuerdo de París de 2015. En esta nota, abarcamos algunos de los temas centrales que se esperan para este evento. Entre ellos, uno de los más urgentes es llegar a un consenso sobre el artículo 6 del libro de reglas del Acuerdo de París. Pero también se busca que los países sean más ambiciosos para cumplir en sus compromisos nacionales la meta de limitar a 1,5°C el calentamiento global, así como poder avanzar en temas pendientes como el financiamiento. Además, luego de mantener dos años la presidencia, ¿qué rol tendrá Chile en esta conferencia? Aquí te lo contamos.
El 31 de octubre iniciará la versión 26 de la Conferencia de las Partes (COP26) de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) en Glasgow, Escocia. Se trata de una nueva instancia de reunión anual -pospuesta el año pasado debido a la pandemia- que busca que las 197 partes que forman parte de la CMNUCC establezcan negociaciones para avanzar, entre muchos temas, en la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) con la meta -establecida en el Acuerdo de París– de limitar preferentemente el calentamiento mundial a 1,5°C.
Esta edición, que terminará el 12 de noviembre, se da en un contexto de crisis climática y con el desafío de tomar medidas que hagan frente a ella. Así advirtió el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) que demostró con evidencia científica que “el cambio climático se está intensificando de manera irreversible, con avances o impactos más extensos, rápidos y sin precedentes”.
En este sentido, según la organización de esta nueva versión, las principales metas que se buscan con las negociaciones este año es asegurar el “cero neto” -que no se emitan más gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera- para mediados de siglo y mantener 1,5 grados al alcance de las partes; adaptación para proteger comunidades y hábitats naturales; movilizar la financiación; y el trabajo colaborativo para hacer frente a los desafíos de la crisis climática.
Hablamos con profesionales que han participado de distintas instancias de la COP o relacionados a estudios sobre cambio climático para abordar algunos asuntos principales que se deberían abarcar en esta oportunidad, así como el rol de Chile luego de la presidencia.
El artículo 6 del libro de reglas del Acuerdo de París
“Lo que se espera de esta COP tiene que estar centrado en las discusiones de los estados nacionales representados por sus gobiernos (o las partes). Y uno de los grandes pendientes de resolver es lo que se conoce como el libro de reglas del Acuerdo de París. El acuerdo dice lo que los estados nacionales deben hacer, pero no cómo hacer el seguimiento. Eso lo abarca el libro de reglas, que todavía no está resuelto”, explica Cristián Retamal, colaborador de Ladera Sur y asesor del ministerio de Relaciones Exteriores de Chile en el proceso de la COP.
Tal como él explica, uno de los pendientes de la COP25, desarrollada en 2019 en Madrid (España) bajo la presidencia de Chile, fue esto. Particularmente, el artículo 6.
Al respecto, Alex Godoy, el director del Centro de Investigación en Sustentabilidad (CiSGER) de la Universidad Del Desarrollo, dice que el no llegar a un consenso en el tema del artículo 6, significa que sería muy difícil avanzar efectivamente en la reducción de emisiones: “no nos hemos puesto de acuerdo en cómo vamos a medir, transar y contabilizar las reducciones de carbono entre distintos países (…). Este ha sido un punto indeciso a lo largo de la historia porque implica muchas cosas: ver quiénes van a hacer las reducciones, quiénes las van a constatar, quiénes van a hacer los que están a cargo, quiénes no, entre otras cosas”.
Isabella Villanueva, presidenta de la ONG CEUS Chile -una de las tres organizaciones civiles del país que cuentan con el estatus ONG observadora de la ONU Cambio Climático-, apunta a que si bien en 2015 se acordó el Acuerdo de París y entró en vigor al año siguiente, para poder llevarlo a cabo correctamente se necesita negociar exitosamente el tema del artículo 6: “Uno esperaría que, tras todos estos años de negociación, se pueda llegar a un acuerdo. Este artículo nos define los mecanismos de mercado y no mercado, que busca encaminar al desarrollo sostenible”.
Compromisos nacionales ambiciosos
Las Contribuciones Nacionales Determinadas (NDC, según sus siglas en inglés) son compromisos de las partes del Acuerdo de París que presentan políticas climáticas y acciones para reducir emisiones y adaptarse al cambio climático, en busca de cumplir los objetivos del Acuerdo de París. Se esperaba que para 2020 las partes actualizaran sus NDC, sin embargo, estas se fueron presentando entre dicho año y 2021.
En un reciente informe de la CMNUCC, cuya actualización fue publicada esta semana, se analizó las últimas NDC disponibles de 192 partes del Acuerdo de París. Los resultados confirmaron que el nivel total de emisiones de GEI fue entre un 83% y un 88% menor en 2050 que en 2019. “Sin embargo -especifican en un comunicado– el informe confirma que para todas las NDC actualizadas, se prevé un aumento considerable, de alrededor de un 16% de las emisiones de GEI en 2030 en comparación con 2010”.
Esto cobraría también relevancia con el último informe científico del IPCC que concluyó, según lo que se explica comunicado, que “a menos que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan de manera inmediata, rápida y a gran escala, limitar el calentamiento a cerca de 1,5 ºC o incluso a 2 ºC será un objetivo inalcanzable”.
Retamal apunta a que “se espera que haya algún consenso o decisión de las partes en que es necesario incrementar la ambición porque según lo que está escrito, la próxima actualización de compromisos es en 2025. El 2030 es clave para curvar la trayectoria de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global. Entonces se espera tener alguna decisión que logre comprometer a los estados nacionales a que se revisen los compromisos, sus NDC, para poder efectivamente limitar el aumento de la temperatura del planeta en lo que estaba acordado”.
Pero ¿cómo saber si un compromiso es ambicioso?
Al respecto, Retamal dice: “Cuando se empieza a hablar de que los compromisos tienen que ser más ambiciosos, se refiere a que los países deben tener un compromiso de reducción de emisiones más acelerado para poder efectivamente curvar la trayectoria de emisiones en su conjunto. Eso llevado a nivel de país es un desafío enorme puesto que no todos los países tienen las mismas responsabilidades y el Acuerdo de París habla de mitigación y reducción de emisiones, pero implementado bajo el principio de equidad. Y cuando se menciona esto, se refiere a que no todos somos igual de responsables en el problema, hay países que históricamente son más responsables porque en general han provocado muchas más emisiones. Ese es el gran tira y afloja entre Estados Unidos y China”.
En ese sentido, apunta a que para ver si un compromiso es ambicioso hay que analizar si las NDC se han actualizado en base a la responsabilidad histórica de los países, así como su nivel actual de emisiones, su estado de desarrollo, las emisiones per cápita y el derecho al desarrollo.
Por otro lado, Villanueva apunta a que “una NDC no va bien si no logra encaminarse para no superar la meta del 1,5. Eso debería ser el tope mínimo y eso no pasa (…) No basta solo tener una NDC, ni que sea más ambiciosa que el año anterior. Debemos tenerlas todas en 1,5°C. Si no, no vamos a lograr la meta”. Al respecto, para poder verlas de manera interactiva, la plataforma Climate Tracker tiene disponible un comparado y análisis de las NDC y si estarían o no alcanzando este límite.
Financiamiento para la acción climática
Otro de los puntos más mencionados las fuentes consultadas es el tema del financiamiento climático que, de hecho, es una de las metas propuestas en esta COP. Villanueva explica que hay una meta de dólares anuales que deben movilizar los países más ricos a los países en vías de desarrollo para que estos puedan cumplir sus compromisos climáticos. Se trata de un compromiso de proporcionar 100 mil millones de dólares al año hasta el 2020 a los países en vías de desarrollo, para medidas de adaptación y mitigación del cambio climático. Pero distintos análisis indican que dicho compromiso no ha sido cumplido por los países desarrollados.
“Las cifras nos muestran que los países desarrollados no han logrado movilizar el financiamiento comprometido para reducir las emisiones y apoyar de la adaptación en países en vías de desarrollo. Si hemos llegado a 2020 y esto no se ha podido cumplir, y se le pide a países más pobres que aumenten la ambición, ¿cómo lo hacen? Los países desarrollados tampoco han sido capaces de cumplir sus responsabilidades de financiamiento de forma congruente. Es complejo”, explica Retamal.
¿Cuál es el rol de Chile en la COP26?
A principios de esta COP, Chile entregará la presidencia a Gran Bretaña. Al respecto, Retamal explica que se espera de Chile el “poder hacer el traspaso de la presidencia de la forma más virtuosa posible y, dada la experiencia que ha tenido estos dos últimos años, poder facilitar todas las condiciones, considerando que el Reino Unido es un país desarrollado, lo que no lo hace muy cercano a los países en vías de desarrollo. Entonces, Chile puede ser un actor importante para facilitar la negociación y apoyar a la presidencia de la COP 26 para alcanzar acuerdos”.
Por otro lado, al entregar la presidencia, Chile vuelve a ser un país negociador: “Cuando un país es presidencia de la conferencia, pasa a ser neutral en las negociaciones (…). Chile podría tomar ciertos temas que posicionó en las negociaciones, como el tema del océano”. En este contexto, el país forma parte del grupo negociador Asociación Independiente de Latinoamérica y el Caribe (AILAC), compuesto además por Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay y Perú. “En ese rol de negociador, lo importante es pujar hacia una mayor ambición climática y presionar a un mayor compromiso de los países desarrollados”, finaliza Villanueva.
Tomando la experiencia previa de presidencia de Chile, Retamal apunta a que hay que tener claro que la instancia es una discusión de intereses de estados nacionales y, por lo tanto, una discusión geopolítica: “Todos buscan proteger sus intereses y, en la medida que no haya colaboración para enfrentar los desafíos globales, el tema es muy complejo”.
Ladera Sur viajará a la COP26
El director de Ladera Sur, Martín del Río, viajará a la COP en representación del equipo editorial de nuestro medio para informar sobre las principales noticias que sucedan durante el evento. En nuestras redes sociales les iremos comentando las últimas novedades.