Bombas de semillas, una interesante forma de recuperar nuestras áreas verdes
Nuestro colaborador, Joaquín Cerda, nos cuenta sobre una iniciativa que recién comienza: la agrupación Paisaje Táctico, que busca poner a prueba sistemas experimentales que aporten al paisaje. ¿Su primer experimento? Poner a prueba las nendo dango, o bombas de semillas, para repoblar con especies vegetales ciertas áreas como el lecho del río Mapocho.
Queríamos poner a prueba sistemas experimentales en torno al paisaje a escala real. Entendiendo el paisaje como un sistema complejo en el que actúan múltiples fuerzas, necesitábamos una táctica suficiente para abordar su proceso. Es así como surge el nombre de nuestra agrupación «Paisaje Táctico».
Primer experimento
Nuestra primera intención fue la de activar ecológicamente zonas deterioradas mediante sistemas experimentales de plantación. Buscando, nos encontramos con el método nendo dango, técnica inventada por el biólogo japonés Masanobu Fukuoka, que consiste en combinar arcilla, compost, agua y múltiples semillas para la creación de “bombas” que luego se arrojan a los sitios que se busque regenerar espacios con especies vegetales. Con la ayuda de las primeras lluvias de otoño, estas bombas se activan.
Nos llamó la atención el hecho de que esta combinación de semillas permitiera la formación de sucesiones vegetacionales desde su primera etapa de crecimiento herbáceo, pasando por el desarrollo arbustivo, para luego alcanzar el estrato arbóreo, proceso ecológico en el cual las diferentes especies se complementan y ayudan mutuamente. Una vez que nos decidimos por este método surgió la necesidad de ponerlo a prueba, para lo cual elegimos como primera locación el río Mapocho.
Proceso en tres etapas
Como primera etapa del proceso de elaboración de nuestras bombas bajamos al lecho del río con el objetivo de recolectar semillas e identificar especies que crecieran espontáneamente, favoreciendo su posible desarrollo sin mayores complicaciones.
Encontramos, cosechamos y registramos 21 especies, desde las denominadas “malezas” hasta especies de flora nativa que no conocíamos y que nos encantaron. Luego con la ayuda de libros y expertos en reconocimiento de especies, logramos identificar la flora que habíamos registrado, dándonos cuenta de que muchas de ellas tenían propiedades melíferas, fijadoras de nitrógeno o retenedoras de suelos. Así fuimos armando un equipo con diversas propiedades específicas.
Una vez que teníamos identificadas las especies que encontramos era el momento de hacer nuestras bombas. Conseguimos compost y arcilla molida y nuestros amigos de Casa Parque Villaseca nos prestaron el espacio para hacerlas y dejarlas secando. Fue un proceso muy entretenido en el que metimos nuestras manos al barro, logrando elaborar entre tres personas un total de 914 nendo dango en el transcurso de una tarde.
Finalmente cuando nuestras bombas estaban secas y listas para ser lanzadas bajamos nuevamente al lecho del río en busca de alguna zona degradada que pudiese ser activada ecológicamente. Gracias a la bibliografía que habíamos consultado, sabíamos que se necesitaban aproximadamente 6 bombas por metro cuadrado, por lo que podíamos atacar aproximadamente 150 m2 con la cantidad que teníamos. Identificamos un área deteriorada de la rivera norte del cauce a alturas del conjunto Borde Río y la atacamos colectivamente junto a un grupo de personas que nos ayudaron a lanzar/posicionar todas las bombas, dejándolas ahora a la espera de las lluvias para ser activadas.
Sedimentos del primer experimento
Una vez finalizadas las etapas de recolección, elaboración y lanzamiento nos dimos cuenta del potencial que tiene el proceso completo para su realización en grupos de a varias personas. Nos hicimos consientes del valor que tiene la recolección de semillas en terreno como una instancia de aprendizaje en torno a la flora de un lugar específico, además de observar las cualidades lúdicas de la elaboración de bombas y su lanzamiento como un acto colectivo de activación ecológica en el que se crean lazos entre las personas y el lugar.
Planes a Futuro
Nuestra intención es seguir realizando jornadas de recolección de semillas, reconocimiento de especies y bombardeos en otros lugares para así poder poner a prueba las bombas en zonas con diferentes características geográficas y climáticas.
De hecho, ya realizamos un segundo y tercer experimento en las localidades costeras de La Barca, VII Región, y Beranda, V Región, donde cercanos nos han facilitado áreas para experimentar con flora típica de esta zona costera que de nuevo nosotros mismos recolectamos e investigamos. También estamos moviéndonos con Municipalidades, donde queremos concretar trabajos masivos que incluyan a la comunidad local. Tenemos muchos proyectos en mente aparte de las bombas de semillas que iremos publicando. ¡Esto recién está comenzando!