Bicicletas públicas en Santiago: ¿uno o dos sistemas? no es lo mismo y no da igual

Actualización  11 de marzo 2017: Nos enteramos que el plan de integrar los sistemas de bicicletas de las Condes (BiciLasCondes) con las del resto del gran Santiago (BikeSantiago) ha fracasado. Esto luego de que la petición del alcalde Joaquín Lavín, de que las comunas vecinas de Vitacura y Providencia permitieran instalar estaciones de BiciLasCondes en ellas, fuera rechazada por BikeSantiago. También rechazaron la opción de integrar las tarjetas de pago de ambos sistemas. 

Por su parte Alejandro Powell, CEO de BikeSantiago señaló: «Tenemos toda la voluntad de colaborar y contribuir a satisfacer esta necesidad de los vecinos de Las Condes, pero Joaquín Lavín no puede esperar que los elevados costos económicos y políticos del problema que heredó los asumamos nosotros. Aun así le propusimos la solución definitiva: reemplazar su sistema por Bike Santiago, totalmente gratis para el municipio. Podría donar las estaciones y bicicletas que ahora tiene a alguna ciudad pequeña donde efectivamente no se realicen más que viajes locales».

Como muchos en nuestra gran ciudad de Santiago, vivo en una comuna y trabajo en otra. Más aún, mis opciones de vida cultural giran en torno a otras dos o tres. Preocupado de hacer algo por mi salud y habiendo disfrutado de esta opción en otras ciudades del mundo, recibí con la mejor disposición la llegada de las bicicletas públicas a Santiago de Chile. En los últimos años hemos recibido a estos dos sistemas, BikeSantiago (BS) y BiciLasCondes (BLC), cuya comparación numérica es relativamente sencilla[1]:

El precio de suscripción cubre el uso básico del servicio e incluye ilimitados tramos de media hora sin costo adicional (luego se cobra $500 la media hora adicional, $1000 la siguiente y así, la idea es compartir las bicicletas, no adueñarse de ellas). Aquí detectamos ya una leve diferencia entre ambos sistemas, pues mientras BikeSantiago permite retirar una bicicleta inmediatamente apenas se entrega otra, BiciLasCondes exige a sus usuarios esperar cinco minutos.

Puede parecer menor pero en un país donde suele ganar el “más vivo”, esto ha permitido que en estaciones/horarios de punta, haya gente que salga media hora antes de tiempo a “reservar” bicicleta, dejando amarrada una de ellas para no quedarse sin, en un claro abuso del sistema. La popularidad de estos sistemas es tal que en el Metro Manuel Montt hay dos estaciones y a las siete de la tarde ambas carecen de bicicletas disponibles. En Metro Salvador he visto gente haciendo cola para esperar la eventual devolución.

Por razones anteriormente descritas, decidí hacerme usuario de ambos sistemas. Durante largos meses utilicé BS para ir hacia Ñuñoa vía Providencia y Vitacura, haciendo uso de mi propia bicicleta para cubrir el trayecto Manquehue-Tobalaba. Hasta que me la robaron y decidí darle una chance a BLC. A grandes rasgos, ambos sistemas son muy similares, tienen apps para iOS/Android, asientos ajustables y bocinas que son lo primero que se rompe.

¿Cuál me gusta más? Tengo en resumidas cuentas dos o tres reparos de tipo mecánico que me hacen inclinar la balanza en favor del sistema más amplio de BikeSantiago. Las bicicletas de BLC son muy parecidas a esas de jardinero CIC de los años 80, carecen de la solidez que dan las de BS, el canasto delantero es muy inferior, y su sistema de entrega/retiro es a la vez engorroso (hay que pasar por una máquina, mientras que las de BS se retiran accionando una tarjeta directamente en el punto de entrega de la bici) y complejo de operar para una persona con poca fuerza (debe ser levantada la parte frontal para enganchar un candado que además es una parte móvil).

Pero lo más sorprendente es que una comuna haya decidido ir en contra de un sistema transversal, motivada como sospechamos muchos por intereses publicitarios. Es lamentable ver que un usuario podría perfectamente subirse a BS en la Plaza San Enrique en Lo Barnechea y bajarse 22 kms más tarde en la calle República de Santiago Centro, con la única condición de no detenerse en Las Condes, donde el sistema es otro. Para mí lo natural sería que se contara con un solo sistema a nivel de ciudad y no obligar a la gente que lo necesita a inscribirse y pagar dos membresías.

Con el desdén que lo caracteriza, Francisco de la Maza, alcalde de Las Condes argumenta que para la gente de su comuna este gasto es marginal. Aunque costaran 10 veces menos o fueran gratuitas, el trámite de cambiar de sistema al pasar de una comuna a otra es innecesario y lamentable.

Según Gonzalo García, cabeza del equipo que ganó para Chile la organización del próximo Foro Mundial de Bicicletas, la principal falencia del sistema BLC en su aislamiento es que no le permite posicionarse como alternativa complementaria al sistema de transporte público. De los miles de trabajadores que hacen fila a diario para tomar micro en el Apumanque, probablemente son pocos los que seguirían considerando esta alternativa. Esto tomando en cuenta que el tramo más popular del sistema BS es precisamente donde más colapsada está la red Transantiago, o sea línea 1 entre Tobalaba y Baquedano.

Ojalá algún día Las Condes cese su arrogancia y se integre a esta gran solución que significa Bikesantiago.

Para los que estén interesados en apoyar esta causa aquí se reúnen firmas

[1] Resultó imposible obtener información oficial por los canales regulares, por lo que los números son estimados

[i] Precios aproximados al 1ro de Noviembre, BLC tiene tarifas en UF.

[ii] El abono anual en BS tiene la ventaja de duplicar los 30 minutos del tramo inicial.