Crédito: patagoniashale.com.ar
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A fin de año, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable le dio el visto bueno y aprobación al plan de Equinor para investigar el lecho marino del Mar Argentino a 300 kilómetros de la costa de Buenos Aires. Esta será una de las tantas campañas de exploración de nuevos recursos hidrocarburos en el país, que esta vez llegará hasta aguas profundas y ultraprofundas. Pese a los compromisos asumidos por Argentina en la Cumbre de la COP26, el país se ha embarcado en un controversial nuevo proyecto de exploración offshore en el que ya algunos altos funcionarios hablan incluso de una riqueza de US$ 32.000 millones.

La administración del presidente Alberto Fernández aprovechó el último día de actividad administrativa del año para otorgar vía del decreto 900/2021, la Declaración de Impacto Ambiental, que da autorización para el proyecto de adquisición y exploración sísmica en áreas de exploración offshore denominadas como CAN 100, CAN 108 y CAN 114, situadas en las costas norte de Argentina. Las empresas favorecidas con el permiso para la exploración son tres: la firma noruega Equinor, en sociedad con la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) y la multinacional Shell.

Plataforma offshore. Crédito: © Shutterstock
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Las áreas denominadas CAN 100 y 108 se encuentran ubicadas a 307 kilómetros frente a la costa de Mar del Plata, la ciudad turística más visitada por los argentinos, mientras que la CAN 114 está a 443 kilómetros. La decisión del gobierno ha tomado por sorpresa a muchos, incluyendo grupos ambientalistas y organizaciones no gubernamentales (ONG), que han alzado la voz —sorprendidos— porque en las audiencias previas de consulta pública, de las que participaron unas 500 personas, entre miembros de la sociedad civil, representantes de organizaciones sociales y ambientalistas y del sector petrolero, hubo un rechazo mayoritario. Pero principalmente porque resulta contradictorio con el discurso oficial del gobierno sobre el plan de descarbonización, en el marco de la transición energética a la que se ha comprometido el país para 2050.

Pero el proyecto ha levantado un polvorín de protestas este año mientras los ecologistas advierten sobre el impacto en la pesca, el turismo y las actividades deportivas, sociales y culturales en torno del mar. Hace un par de semanas, una movilización que convocó a miles de manifestantes se concentró en en el centro de la ciudad de Mar del Plata en respuesta a la convocatoria contra la exploración costa afuera de petróleo y gas mar adentro en línea recta a esa localidad turística de la provincia de Buenos Aires. Los convocados se congregaron bajo la consigna «Por un Mar libre de petroleras».

Crédito: glaciarfm.com.ar
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Mientras que, la semana pasada, el ministro de Ambiente se refirió a la exploración que se llevará a cabo a 300 kilómetros de las costas de Mar del Plata. El titular del Ministerio de Ambiente, Juan Cabandié, aseguró que su equipo participa de manera activa en los estudios de impacto ambiental: “Es la primera vez que el Ministerio de Ambiente participa del estudio de impacto ambiental y esto es un dato positivo. Porque hubo diversas prospecciones sísmicas a lo largo de estos años. Sin embargo, a partir de ahora, la actividad offshore en nuestro país, empieza a tener un componente ambiental”.

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