Es muy difícil gozar más que Roberto Antezana con las condiciones naturales de Chile. Se dedica a la astronomía, es andinista, astrofotógrafo y -como él ha llamado- un “escalador de olas”. Todo empezó cuando a los 12 años decidió subir el cerro Manquehue para comprobar si era un volcán. Una vez en la cumbre, más que desilusionarse, su fascinación con el paisaje del valle de Santiago y los colores de la cordillera se transformó en la pasión de su vida y en esa misma ocasión pasó la noche arriba solo, para desde ahí observar el cielo hasta la mañana siguiente.

El coloso de América (Cerro Aconcagua) es sorprendido con una luna llena perfectamente apareciendo por su espalda.
El coloso de América (Cerro Aconcagua) es sorprendido con una luna llena perfectamente apareciendo por su espalda.

Hoy Roberto es un connotado astrofotógrafo y sólo hace un par de días descubrió su 194ava supernova, que explotó hace más de 600.000.000 de años. Con este hallazgo mantiene el record chileno y probablemente mundial en esta búsqueda.

Subir el monte Aconcagua en solitario y pasar la noche en la cumbre no bastaron para agotar su adrenalina. Roberto desarrolló una compleja técnica matemática para poder apreciar y también fotografiar gigantescas olas desde su interior o desde la cresta, nadando y arriesgando su vida también solitariamente. “En un lugar así requieres sentir las vibraciones del planeta, y cuando logras ese equilibrio puedes hacer cosas increíbles”, dice.

Otra de las pasiones únicas de Roberto es tomar las fotos más impresionantes y arriesgadas en el medio de una ola.
Otra de las pasiones únicas de Roberto es tomar las fotos más impresionantes y arriesgadas en el medio de una ola.

Conocí a Roberto hace algunos años cuando generosamente me explicó las coordenadas exactas para registrar la salida de la luna llena por un costado del cerro La Campana. Otra de las especialidades de Roberto, dentro de la astrofotografía, es determinar con precisión extrema la alineación entre los astros y referencias naturales o creadas por el hombre. Ha logrado por ejemplo captar la luna llena saliendo por el volcán San José desde San Antonio, o también sus polémicos (lo tildaron de fotomontajista estafador) registros del monte Aconcagua desde la bahía de Valparaíso.

Foto polémica. Mucha gente cree que no es posible ver el Aconcagua desde la bahía de Valparaíso y que insiste en que Roberto truca sus fotos, las que han llegado al extremo de tener que ser comprobadas presencialmente mientras las toma.
Foto polémica. Mucha gente cree que no es posible ver el Aconcagua desde la bahía de Valparaíso y que insiste en que Roberto truca sus fotos, las que han llegado al extremo de tener que ser comprobadas presencialmente mientras las toma.

¿Son éstas tal vez prácticas ancestrales que hoy son una excepción, pero hace siglos fueron realizadas con el mismo conocimiento? “Hay una relación entre el sol, el cerro Santa Lucía y la Plaza de Armas de Santiago (los dos últimos fueron también importantes sitios precolombinos). Al parecer hubo un monolito en el centro de la plaza que marcaba la mayor sombra proyectada por el cerro durante el solsticio de invierno”, asegura Antezana.

Por lo general las maravillas naturales pasan inadvertidas en medio de la vida moderna, pero Roberto nos invita de forma excepcional a que abramos los ojos y sintamos el pulso de nuestro planeta como parte del universo.

El Plomo es y fue muy importante para el valle central de Chile. Sus alineaciones con la luna nos remontan a la época precolombina.
El Plomo es y fue muy importante para el valle central de Chile. Sus alineaciones con la luna nos remontan a la época precolombina.
Esta imagen habla por sí sola. Justo en la punta del Costanera Center, la luna menguante.
Esta imagen habla por sí sola. Justo en la punta del Costanera Center, la luna menguante.
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