Científicos alzan la voz contra políticas que fomentan el extractivismo y daño a los ecosistemas
Un grupo multidisciplinario de 14 investigadores/as provenientes de distintas casas de estudio, publicaron otra voz de alerta en la revista Science. Se trata de un llamado de atención ante la comunidad científica internacional a raíz de la aprobación del proyecto minero – portuario Dominga. «Uno de los grandes problemas que tiene Chile es cómo han ido aumentando en cantidad y en intensidad los conflictos socio-ambientales y la raíz de ese conflicto se debe en gran parte al choque entre lo que opinan los científicos y las comunidades que habitan en esas zonas versus la decisión política, que finalmente se toma en la capital del país», advierten en la misiva.
El proyecto Dominga contempla una mina a tajo abierto y la construcción de un puerto «en el corazón del ecosistema del Archipiélago de Humboldt», obras que provocarán un impacto irreversible en el ecosistema terrestre y marino.
«El ecosistema del Archipiélago de Humboldt, declarado Reserva Natural, alberga una biota rica y única por el endemismo de la zona en donde el 60 por ciento del área total de la reserva se clasifica como muy frágil. Se estima que entre el 60 y el 88 por ciento de las especies del ecosistema son endémicas, y muchas están incluidas en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza», señala la carta de científicas y científicos chilenos en la revista Science.
«En un año donde los efectos del cambio climático son más evidentes que nunca, luego del alarmante informe del IPCC, reconociendo la pérdida de biodiversidad a nivel global, y los clamores sociales de la redacción de una constitución más sustentable y equitativa, es preocupante la insistencia en el desarrollo de proyectos extractivistas y con altas e irreparables consecuencias ambientales», explica el doctor Mauricio Urbina del Departamento de Zoología de la Universidad de Concepción y el Instituto Milenio de Oceanografía.
«La motivación de esta carta es dar cuenta del problema y de todos los riesgos que conlleva la ejecución de este proyecto. Sólo hace unas semanas se publicó el último informe del cambio climático que muestra que como planeta estamos en una fase muy compleja. Por ello, el que se apruebe un proyecto como el de minera Dominga nos demuestra que como país estamos en la vereda opuesta a lo que debiéramos hacer, estamos remando para el lado completamente contrario al que deberíamos dirigirnos y hacia los indicios que están hoy ocurriendo en el mundo. Es un llamado de atención para que se escuche a la ciencia, como un remezón para darnos cuenta y decir ¡ya basta!», sostiene la doctora Maritza Sepúlveda de la Universidad de Valparaíso y el Núcleo Milenio de Salmónidos Invasores, INVASAL.
El pronunciamiento de la comunidad científica es enfático: dado los elevados costos medioambientales, el proyecto Dominga no debería recibir la aprobación final. Un ejemplo concreto de este daño son los grandes volúmenes de concentrado de desalinización del oleoducto submarino, que afectará directamente las redes tróficas pelágicas y bentónicas, que sustentan la vida de aves y mamíferos marinos de importancia mundial.
También señala que “la importancia que tiene el archipiélago de Humboldt radica en su diversidad faunística y florística única, junto con la integración que existe entre el sistema costero y el sistema terrestre. Un proyecto de estas características es súper disruptivo en ese sentido, ya que se trata de diversidad única reconocida a nivel mundial y por ello, los ojos de la comunidad internacional están puestos en lo que va a ocurrir con este proyecto».
La raíz del problema
«Uno de los grandes problemas que tiene Chile es cómo han ido aumentando en cantidad y en intensidad los conflictos socio-ambientales y la raíz de ese conflicto se debe en gran parte al choque entre lo que opinan los científicos y las comunidades que habitan en esas zonas versus la decisión política, que finalmente se toma en la capital del país. Esto es un llamado de un grupo de científicos que justamente dice: “ustedes podrán aprobar esto, pero este es el costo en biodiversidad que puede tener”. ¿Queremos asumirlo como país? ¿Quién se va a hacer cargo de esto? ¿Quién va a poner la cara para firmar y decirle al país que esto se va a perder o al menos se va a dañar irremediablemente? Es clave darle el valor a la biodiversidad en la prefactibilidad de los proyectos», dice el doctor Pablo Guerrero investigador del Departamento de Botánica de la Facultad de Ciencias Naturales y Oceanográficas (FCNO) de la Universidad de Concepción y del Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB.
La doctora Viviane Jerez, del Departamento de Zoología de la FCNO UdeC, advierte que este tema no es nuevo. Chile ha suscrito varios documentos oficiales. Un ejemplo de ello es la Estrategia Nacional de Biodiversidad 2017-2030 (Ministerio del Medio Ambiente) en donde “se reconoce la importancia de la biodiversidad como el eje principal de la vida y a los servicios ecosistémicos que sustenta como fuente del bienestar social, deteniendo su pérdida y degradación, restaurándolos, protegiéndolos y usándolos de manera sustentable. Sin embargo, todos estos proyectos que se están aprobando son un contrasentido en relación con lo que plantea el Estado. Se da una norma con una estrategia y luego llega un proyecto como Dominga, que echa por la borda áreas como la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt».
Como una acción concreta este grupo de investigadores/as científicos/as se unió para contribuir desde sus diferentes visiones a la comprensión del impacto negativo de un proyecto minero portuario de esta envergadura.
«Todas estas revistas como Nature o Science tienen un espacio que le permite a la comunidad hacer notar temas que son de interés global, como un llamado de atención. Dan este espacio para temas que son un poco ignorados, logren tener cierto respaldo y sucedan cambios, y estas secciones salen todas las semanas con temas provenientes de diversos lugares del mundo. El objetivo es tomar foro y levantar opinión sobre algo que no debería estar ocurriendo», explica el Dr. Mauricio Urbina de la Universidad de Concepción.
Para hacerse una idea, según información entregada desde los centros de investigación, alrededor de 25 especies de aves marinas se alimentan alrededor de las islas, más de 14 especies anidan en el lugar, y 9 de ellas son endémicas. Además, la zona es hábitat de mamíferos como el chungungo (nutria marina), el cual se encuentra en peligro de extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Por otro lado, 11 especies de cetáceos se alimentan y/o reproducen en el ecosistema del Archipiélago de Humboldt, y también se han identificado al menos 166 especies de zooplancton (algunas de ellas endémicas).
Por un lado, la infraestructura portuaria reviste grandes riesgos, como derrames de petróleo; contaminación acústica y lumínica; y el aumento del tráfico de embarcaciones que amenazará directamente a las aves marinas y cetáceos. En cuanto a las especies afectadas de forma directa por la minería, se encuentran las cactáceas, poblaciones de aves, reptiles, escorpiones, insectos, entre otros.
Autoría
La publicación es una iniciativa de los investigadores/as: Pablo C. Guerrero, del Departamento de Botánica de la Universidad de Concepción e Instituto de Ecología y Biodiversidad. Mauricio A. Urbina (Instituto Milenio de Oceanografía, IMO), Viviane Jerez, Fulgencio Lisón, Juan C. Ortiz, Ramiro Riquelme-Bugueño (IMO), Pedro F. Victoriano y Daniel Gomez-Uchida (Núcleo Milenio de Salmónidos Invasores, INVASAL), todos del Departamento de Zoología UdeC.
También es parte de esta publicación, el investigador Guillermo Luna-Jorquera del Núcleo Milenio Ecología Manejo Sustentable Islas Oceánicas, Dpto. de Biología Marina, U. Católica del Norte, Coquimbo; Camilo Matus-Olivares del Dpto. de Cs. Forestales y Medioambiente de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales, U. de La Frontera, Temuco; Guido Pavez del Centro de Investigación y Gestión de Recursos Naturales, Facultad de Ciencias, U. de Valparaíso; y el Centro de Investigación Eutropia, Santiago y Núcleo Milenio INVASAL.
María J. Pérez-Álvarez del Centro de Investigación Eutropia, Santiago, la Escuela de Medicina Veterinaria, Facultad de Ciencias, U. Mayor, Santiago y el Instituto de Ecología y Biodiversidad; Macarena Santos-Carvallo del Centro de Investigación y Gestión de Recursos Naturales, Facultad de Ciencias, Universidad de Valparaíso, y del Centro de Investigación Eutropia, Santiago. Maritza Sepúlveda del Centro de Investigación y Gestión de Recursos Naturales, Facultad de Ciencias de la U. de Valparaíso y el Núcleo Milenio INVASAL.