Chungungos: conoce a esta especie nativa que habita en Chile
Reconocidos por su carisma y agilidad al momento de escurrirse por las rocas del borde costero, el chungungo (Lontra felina) es una de las dos nutrias nativas que habitan en Chile. Este animal se encuentra localizado a lo largo del país, a excepción de algunas zonas de la V región hasta inicios de la IX región, donde los chungungos son escasos, debido a la urbanización y amenazas externas. En esta nota hablamos con Javier Trivelli, presidente de la ONG Chinchimén, en la cual se dedican a velar por el cuidado y protección de las zonas costeras y en especial la protección del chungungo, además de ser el primer Centro de Rescates de nutrias en Chile.
Antiguamente, en la zona centro-norte de Chile hubo registros de nutrias andinas (en la época de Claudio Gay y Charles Darwin) que describían lo que se pensaba podía ser un huillín u otro tipo de nutria. Sin embargo, hoy se cree que ese era un hábitat del chungungo, el cual fue perdido tanto como por la falta de refugio como de alimento, sobre todo considerando que el camarón de roca está extinto en varias partes de Chile, dejando que la especie se centrara en lo que actualmente vendría a ser todo el borde costero del país.
El chungungo se encuentra a lo largo de la costa del Océano Pacifico, desde el norte del Perú a hasta el Cabo de Hornos en Chile e islas adyacentes. Naturalmente, ellos están distribuidos en los primeros 200 metros de agua del mar, eso en la extensión de toda la franja del borde costero de Chile (a excepción del sur de la Quinta Región hasta principios de la Novena Región, donde los chungungos son escasos).
Características de la Lontra Felina
Es un animal por un lado muy tímido y por otro muy curioso. Siendo los más curiosos los cachorros por su afán de descubrir elementos nuevos; también son bastante escurridizos, sobre todo cuando perciben peligro por impactos de sonido, tanto así que abandonan sus madrigueras a veces por siempre. “Hay registros en base a estudios preliminares de madrigueras muy establecidas, donde cada vez que se iba a cambiar las cámaras trampas, los chungungos se iban durante tres días. Situaciones similares han tenido los chungungos que han sido reinsertados, en la medida que ha habido invasiones de un chungungo a la madriguera; ese fue el caso de la Changuita, una chungunga emblemática de Chinchimén que nunca más volvió, luego de que otro chungungo se introdujera en su madriguera”, comenta Javier Trivelli, presidente de esa ONG.
Sobre otro de sus comportamientos, Javier asegura: “Son muy habilosos tanto en la roca como en el agua, y son juguetones entre ellos, en especial entre las madres y las crías. Sin embargo, al contrario de la bibliografía que establece que no hay territorialidad entre chungungos, nosotros hemos podido establecer que existe territorialidad sobre las madrigueras en particular. Vimos el caso de un chungungo que nos colonizó otra madriguera que teníamos instalada y que mientras estaba ahí un macho, llegó una hembra, lo echó, y fue ella quien se quedó con la madriguera”.
Los chungungos son individuos solitarios. La madre se reproduce entre primavera y verano, puede parir entre una y tres crías, y, según se ha estudiado, los pequeños están acompañados de la madre al menos entre los 8 y 12 meses.
El chungungo pasa solo un 20% del día en el mar, es decir, aproximadamente entre 4 y 5 horas dentro del agua, el resto del tiempo lo pasa siempre en tierra y eso es porque carece de una buena termorregulación, por tanto necesita varias horas de acicalamiento y captura de calor. Ahora, se trata de una especie que al parece no solo habita en el mar, ya que ha habido avistamientos de chungungos en ríos de Perú, asociados al camarón de río, a 3.000 metros sobre el nivel del mar en tres o cuatro ríos.
Uno de los comportamientos más importantes descubiertos por la ONG Chinchimén es que los chungungos toman agua dulce y necesitan de agua dulce para sobrevivir: “de ahí nace la hipótesis que desde el sur de la quinta región y donde comienza la novena (donde el chungungo es escaso -salvo por al bahía de Talcahuano-) un espacio que coincide con las plantaciones forestales que consumen el agua de las vertientes, no haya avistamiento de nutrias. Además de la pérdida de hábitat y sumándole a eso playas largas de arenas que actúan como barreras ecológicas” explica Javier Trivelli.
Presiones y amenazas
Entre las principales presiones está la pérdida de hábitat donde se encuentra su alimento, como los bosques de algas que hoy en día están siendo arduamente trabajados, áreas de extracción de huiros y algas, repercutiendo directamente en todas las especies que habitan ahí, desde crustáceos, hasta peces y moluscos. Además de la pérdida de madrigueras, el chungungo no tiene depredadores naturales en tierra, no existen registros de aquello.
En cuanto a sus amenazas, también están las muertes incidentales en artes y aparejos de pesca, siendo frecuente encontrar chungungos en trampas de jaibas y mallas de pesca (que generan que los chungungos mueran por desmayo y ahogamiento).
En estas mismas áreas también hay efectos industriales, de todas aquellas empresas que tienen ductos, ya sea de enfriamiento o extracción de agua de mar, y que ponen en riesgo a la especie cuando se emplea la succión, causándoles traumas físicos o muerte a estos animales.
También, con la construcción de muelles y puertos entre otros, actualmente no existen medidas de mitigación para la pérdida de esta especie, ni medidas coherentes para su trato armonioso. “Lo que se propone es un ahuyentamiento -se cree que ahuyentando el chungungo se corre y se va y la verdad es que cuando se asusta se esconde y no se mueve hasta que pasa, por lo tanto quedaría cercano a la zona de exposición-”, menciona Trivelli.
En su hábitat terrestre, la presión va por la competencia de uso de espacios; tanto la urbanización que ha ido colonizando las zonas costeras, como por la presencia de animales exóticos como los perros, gatos y el visón. “Este último, que aparentemente es un transmisor de enfermedades como el distemper y parvovirus, se comportaría como un vector de esta enfermedad, desde los perros callejeros al chungungo. Esto, porque el visón al ser más generalista y al estar más cercano a zonas urbanas llevaría el virus a estas zonas más naturales que son del chungungo y el huillín” menciona el director de Chinchimén. A esto se suma la curiosidad de los cachorros de chungungo, que hace fácil su depredación por parte de los animales domésticos.
Sobre la ONG Chinchimén, puedes visitar su sitio y colaborar para que esta labor siga su curso en el cuidado, estudio y protección de esta especie. Puedes encontrar más información en el siguiente link: OBC Chinchimén