México: 29 incendios arrasan con zonas forestales, cinco de ellos en áreas protegidas
México registra la peor sequía en 30 años, según apuntan las autoridades en este país. La NASA advirtió el pasado 6 de mayo con imágenes satelitales que 85% del territorio mexicano enfrenta condiciones de sequía. Solo este martes 18, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) dio cuenta de 29 incendios en predios forestales, de los cuales cinco estaban ardiendo en áreas protegidas. Al menos 658 combatientes trabajan sin descanso para apaciguar las llamas que amenazan la vida silvestre y biodiversidad en estas zonas, pero el pronóstico de temperaturas mientras el país se acerca al peak de verano, permiten prever más trabajo para estos luchadores, que el pasado 4 de mayo conmemoraron el Día Internacional del Combatiente de incendios forestales.
«Al corte de las 11:00 horas se registran 29 incendios forestales activos ubicados en 10 estados del país«, es la frase que abre una alerta o boletín de emergencia de este martes 18 de mayo de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) en México. Desde los primeros días de mayo, el país centroamericano batalla contra el fuego en áreas forestales, muchos de estos incendios dentro de lo que se consideran áreas naturales protegidas, que albergan cientos de miles de ejemplares de fauna y flora, muchos en estado vulnerable o amenazados. Los boletines de la Conafor son curiosamente actualizados a diario, y constituyen un barómetro que permite tanto a los combatientes del fuego verificar la efectividad del trabajo, como a las autoridades orientar y coordinar acciones para intentar extinguir las llamas, una tarea que está probando ser muy complicada, mientras el país atraviesa por la peor sequía en 30 años, como lo ha calificado Claudia Sheimbaum, jefa de Gobierno para la Ciudad de México.
La situación es delicadamente crítica en el norte del país, donde las temperaturas han ido en aumento, mientras el país navega o se acerca hacia la cúspide del verano. La Agencia Espacial estadounidense (NASA) ya había advertido mediante fotos satelitales publicadas el pasado 6 de mayo que cerca de 85% del país enfrentaba los rigores de sequías generalizadas, con embalses y represas en niveles «excepcionalmente bajos». Un balance preliminar ha permitido cuantificar la extensión de superficie afectada en 7 mil 332 hectáreas. Pero estos 29 incendios son apenas lo que quedan vivos a la fecha. Otros 23 incendios ya fueron liquidados, y no representan riesgo de propagación, pese a que es un indicativo de la gravedad del cóctel conformado por la sequía, altas temperaturas, pocas precipitaciones y fuertes vientos.
El 98% de los incendios forestales están vinculados a actividades del ser humano, ya sean intencionales o no. Apenas el restante 2% son ocasionados por causas naturales como tormentas eléctricas o volcanes. Los incendios forestales son eventos que se pueden ver desde diferentes ángulos según cómo, cuándo, dónde o por qué sucedan. De manera natural los ecosistemas forestales, selvas, bosques, sabanas, matorrales o manglares, tienen una relación directa o indirecta con el fuego, el cual tiene funciones ecológicas capaces de mantener o modificar la estructura original de la vegetación.
Del total de 29 fuegos, al menos cinco están en áreas protegidas. Actualmente hay dos en el Área de Protección de Flora y Fauna Sierra de Álamos-Río Cuchujaqui, municipio de Álamos, en Sonora. Esta área fue creada en 1996, y posee abundante vegetación, desde el bosque tropical caducifolio (tierras bajas de hoja caduca) hasta los bosques de la Sierra Madre de hoja perenne (bosque de pino-roble). Es un enclave en uno de los municipios que albergan la mayor biodiversidad del estado de Sonora, con un total de aproximadamente 1.200 especies de plantas en 566 géneros y 148 familias.
Otro incendio afecta el Área de Protección de Recursos Naturales denominada CADNR 043 en el estado de Nayarit, municipio de Mascota, Jalisco. Esta área posee también gran riqueza de vegetación, desde bosques de coníferas, de encino y de pino, hasta palmares naturales y vegetación de galería.
El tercero de los fuegos consume vegetación y suelos en el Área de Protección de Flora y Fauna Uaymil, municipio de Bacalar, en Quintana Roo. Uaymil forma parte de un complejo integrado por la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an y sus arrecifes. Por sí misma abarca 89 mil hectáreas y está ubicada en los municipios de Felipe Carrillo Puerto y Othón Pompeyo, en el estado de Quintana Roo.
Cuenta con uno de los ecosistemas más importantes de la región, y ha sido catalogado como humedal de Importancia Internacional por la Convención Ramsar. Está considerada también una región marina e hidrológica prioritaria por la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. Uaymil está cubierta por selvas medianas y bajas así como por humedales de agua dulce (manglares, petenes, sabanas, tasistales y cenotes), conformando un rico mosaico de ecosistemas que protege la cuenca alta de la Bahía del Espíritu Santo. Mientras que otros tres incendios se reportan en el predio El Trigo, municipio de Yécora, debido a que es un área de difícil acceso y en los predios Cochibampo y Santa Bárbara, municipio de Álamos, debido a la afectación al área natural protegida, todos en el estado de Sonora.
Países signatarios del Pacto Leticia ya tienen protocolo de lucha contra incendios forestales
El pasado 4 de mayo se conmemoró el Día Internacional del Combatiente de Incendios Forestales. Es por esto que en esa fecha, hace apenas dos semanas, los países sudamericanos que conforman o son signatarios del Pacto de Leticia por la Amazonía, en coordinación con la Secretaría Permanente de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), publicaron el primer Protocolo para el Manejo de Incendios Forestales en los Países Amazónicos. Este instrumento, nombrado por la ciudad colombiana donde se celebró la Cumbre, busca integrar esfuerzos y coordinar actuaciones en conjunto en los casos de que incendios puedan afectar los ecosistemas y las poblaciones de la región, siempre y cuando estos superen las capacidades nacionales de los propios países.
Este acuerdo se firmó en 2019 en Colombia durante la Cumbre Presidencial por la Amazonía, celebrada en septiembre, y fue suscrito por otros siete países, entre los que se cuentan Perú, Bolivia, Ecuador, Brasil, Surinam y Guyana. El propósito era constituir una alianza que busca ser más eficiente que el Tratado de Cooperación Amazónica de 1978. Entre los postulados del Pacto de Leticia se incluía: fortalecer la acción coordinada para luchar contra la deforestación; establecer mecanismos de cooperación regional y de intercambio de información; crear la Red Amazónica de Cooperación ante desastres naturales y, fomentar procesos de investigación, desarrollo tecnológico, transferencia de tecnología y gestión del conocimiento.
La herramienta busca la activación del Protocolo, movilización de la ayuda internacional, despliegue de los equipos internacionales y cierre de operaciones. «Este es un instrumento muy valioso para los países que compartimos la Amazonía, los firmantes del Pacto de Leticia; nos permitirá reaccionar rápidamente ante cualquier incendio. Este Protocolo es un recurso más que fortalece la gestión de nuestras instituciones y nuestro propósito de cuidar este pulmón del mundo”, dijo al respecto Carlos Eduardo Correa, ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de Colombia.