Planificación para las personas y la conservación de la naturaleza en un hotspot de biodiversidad en Chile central
Chile central forma parte de uno de los 34 hotspots para la biodiversidad a nivel mundial. Se trata de un ecosistema vulnerable por la alta concentración de personas que viven en la zona -privilegiada por el clima mediterráneo-, los altos grados de amenaza que sufren las especies que allí viven y un sistema de áreas protegidas que no representa la biodiversidad biológica ni proporciona acceso equitativo a las personas a la naturaleza. La Dra. María José Martínez, quien ha estudiado el tema a cabalidad, nos comparte este artículo donde explica la investigación que realizó para explorar escenarios con el fin de expandir el sistema de áreas protegidas hacia sectores de alta biodiversidad, y así mejorar la conservación y reducir inequidades en el acceso social a las áreas protegidas. ¿Cuáles fueron sus resultados? Aquí te lo contamos.
Los hotspots de biodiversidad se definen como regiones donde se concentra un alto endemismo (un gran porcentaje de su flora y fauna sólo existe allí), y en donde el hábitat original ha sido fuertemente impactado por las acciones humanas. A la fecha se han definido 34 hotspot en el mundo, entre los cuales se encuentra el chileno, que incluye la región climática de tipo mediterráneo de Chile central.
La biodiversidad de Chile central ha recibido especial atención a causa de su alto nivel de vulnerabilidad, provocada principalmente por la alta concentración de personas (gran parte de la población del país) que cohabita con este ecosistema y los altos grados de amenaza que sufren las especies allí presentes (23% de ellas está presente en la lista roja de especies de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, IUCN). Además, cuenta con un sistema de áreas protegidas muy deficiente que no representa adecuadamente la diversidad biológica, ni proporciona un acceso equitativo a las personas (Martinez-Harms et al. 2018).
Ante este escenario, el nuevo estudio publicado en la revista People and Nature, liderado por la ecóloga Maria José Martínez-Harms exploró escenarios de planificación para expandir el sistema de áreas protegidas en la región hacia sectores de alta biodiversidad para mejorar la conservación y al mismo tiempo reducir las inequidades actuales en el acceso social a las áreas protegidas.
Martínez-Harms abordó este tema a través de la aplicación de una metodología denominada planificación sistemática de la conservación, que es un proceso transparente para establecer metas y objetivos de conservación con el fin de encontrar una solución óptima para alcanzar estos objetivos a un costo mínimo. En la planificación sistemática para la conservación, los objetivos pueden incluir la representación de la biodiversidad y la de los servicios ecosistémicos, que son los múltiples beneficios que la sociedad obtiene de la naturaleza para su bienestar humano.
Tener en cuenta los costos de la conservación (como el de adquisición de tierras) tiene el potencial de mejorar la efectividad de los resultados en la planificación de áreas protegidas, y puede ayudar a evitar errores costosos. Además, la planificación sistemática permite incorporar la mejor información científica disponible y clarificar sobre los costos y beneficios que implican ciertos escenarios que llevan a una toma de decisiones más informada. La serie de soluciones que se generan implica la selección óptima de una red de áreas que cumplan mejor con las metas de conservación definidas, además de informar sobre cuándo y cómo agregar estas áreas a la red de conservación ya existente.
La región de estudio comprendió la zona central de Chile (desde la Región de Valparaíso a la Araucanía, Figura 1) cubriendo aproximadamente 148.000 km2, el cual cuenta con 65 áreas protegidas públicas y 95 áreas protegidas privadas.
Para caracterizar la representación de la biodiversidad, los investigadores usaron el sistema de clasificación de vegetación más detallado que cubre Chile continental (escala 1: 100,000). Se consideró como objeto de conservación los 34 tipos de ecosistemas de bosque presentes en el área de estudio (Luebert & Pliscoff 2017), excluyendo las áreas donde el bosque nativo había sido talado de acuerdo con un mapa actualizado de cobertura terrestre a nivel de país.
Se comparó el escenario de conservación actual con tres escenarios posibles de expansión: un escenario que “minimiza el costo de la tierra” el cual prioriza la selección de sitios menos costosos, un escenario que “maximiza el acceso social”, favoreciendo la selección de áreas que actualmente tienen bajo acceso social a las áreas protegidas y un escenario “combinado de costo de la tierra y acceso social” que prioriza la selección de sitios menos costosos y favorece el acceso social a las áreas protegidas al mismo tiempo.
Se compararon estos escenarios para evaluar su desempeño en términos de la representación de la biodiversidad, el costo de adquisición de tierras y la accesibilidad social. Martinez-Harms aplicó un software de planificación sistemática espacial gratuito y abierto que ayuda a expandir la red de áreas protegidas para proteger de manera más efectiva la biodiversidad dados los recursos limitados. Este enfoque se aplicó para expandir el sistema de áreas protegidas de Chile central e identificar áreas que cumplen de manera eficiente los objetivos de biodiversidad mientras mejoran el acceso social a un costo mínimo.
Resultados
Los resultados muestran que es posible mejorar la accesibilidad social y la representación de la biodiversidad a un menor costo (Figura 2). Los resultados mostraron que el escenario más eficiente es el que considera conjuntamente el costo de la tierra y el acceso social, lo que mostró que la red de áreas protegidas podría expandirse levemente (3% del área) para mejorar en gran medida la representación de la biodiversidad (en un 86%) a un costo menor. Esto también aumentaría la accesibilidad social a las áreas protegidas (en un 18%).
Es urgente mejorar la conservación en esta región donde el sistema de áreas protegidas es inversamente proporcional al endemismo y la riqueza de las especies presentes en esta zona. La situación de los ecosistemas de bosque mediterráneo costero es especialmente crítica con una red de áreas protegidas que solo cubre una pequeña proporción de estos bosques. Los resultados de este estudio podrían ayudar a encontrar nuevas oportunidades de conservación en esta región, al identificar parcelas que podrían mejorar en gran medida la biodiversidad y el acceso social a la naturaleza y ayudar a determinar qué acción emprender en un lugar determinado.
La nueva política de conservación privada desarrollada en Chile (Derecho Real de Conservación, Ley 20.930) podría ayudar a compensar los costos de conservación a través de nuevas y novedosas asociaciones público-privadas. En la región de estudio, la mayor parte del área que tiene un alto valor de conservación se encuentra en terrenos privados y nuestro estudio puede ser útil como una de las actividades estratégicas claves en la implementación de esta nueva política para ayudar a identificar de manera rentable sitios estratégicos para facilitar la conservación privada de la región.
Incorporar la accesibilidad social en la planificación de áreas protegidas en Chile, tiene la potencialidad de acercar a las personas a las áreas protegidas, sin comprometer mayores costos económicos. Sin embargo, no sabemos si esto comprometerá o no la protección de la biodiversidad. El aumento de la accesibilidad social también podría significar que estas áreas experimenten más presiones ambientales por parte de los visitantes. La planificación de la accesibilidad social debe realizarse cuidadosamente para proteger la biodiversidad mediante el desarrollo y la aplicación de planes de manejo en las áreas protegidas de la región.
Nuestros resultados pueden proporcionar una guía específica a los tomadores de decisión para expandir la red de áreas protegidas para mejorar de manera rentable la conservación de la biodiversidad y, al mismo tiempo, reducir la desigualdad en la accesibilidad social. En Chile existen altos niveles de desigualdad que afectan todas las dimensiones del bienestar humano, como el acceso a la educación, la salud y la seguridad social y también el acceso a la naturaleza. La consideración de la accesibilidad social a las áreas protegidas utilizada en este estudio puede entregar información clave para que las políticas de conservación aborden también la desigualdad social en el acceso a la naturaleza. La consideración del acceso social en el diseño y expansión de reservas podría aumentar el éxito de las áreas protegidas como herramienta de conservación al acercar a las personas a la naturaleza.
Referencias
Martinez‐Harms, MJ, et al. (2021). Conservation planning for people and nature in a Chilean biodiversity hotspot. People and Nature. https://besjournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/epdf/10.1002/pan3.10200
Martinez‐Harms, MJ, et al. (2018). Inequality in access to cultural ecosystem services from protected areas in the Chilean biodiversity hotspot. Science of The Total Environment 636:1128-1138. https://doi.org/10.1016/j.scitotenv.2018.04.353
Luebert, F., and P. Pliscoff. 2017. Sinopsis bioclimática y vegetacional de Chile. Segunda edicion edition. Editorial Universitaria.