Quizás muchos lo conozcan por el conflicto limítrofe que se dio entre Chile y Argentina en la zona y que terminó en 1994 cuando un juez internacional falló a favor de la argumentación argentina. Lo cierto es que, más allá de las disputas territoriales, este lago ubicado a 37 km de la localidad El Chaltén es un atractivo cuerpo de agua ubicado entre cordones montañosos que en otoño entrega espectaculares postales. Nuestro colaborador Francisco Croxatto viene llegando de un viaje en el sector y aquí destaca los principales hitos que se pueden ver en la ruta que sigue el trayecto del río de las Vueltas en Argentina.
Si bien la naturaleza no reconoce límites políticos, es notorio cómo cruzar la frontera desde Chile hacia Argentina, en gran parte del sur, significa salir de bosques y cordones montañosos para adentrarse en pampas eternas de coirón, con escasos accidentes geográficos que alimenten la orientación. Y si se hace en el sentido contrario, al aproximarse a Los Andes desde el amplio territorio argentino se puede tomar distancia para apreciar cómo los Campos de Hielo derraman entre montañas toda su fuerza en enormes lagos que se diluyen a paso lento hasta llegar al Atlántico.
Este es el caso de la ruta que conduce hacia El Chaltén, pasando por los lagos Argentino y Viedma a través de la famosa ruta 40. Esta pequeña villa turística, que se fundó a los pies del Fitz Roy recién en 1985 con fines geopolíticos, se encuentra en la bisagra de la pampa y la montaña. Y si de fronteras hablamos, el tramo que se adentra desde El Chaltén hacia la laguna del Desierto o lago del Desierto –hito histórico de las relaciones internacionales entre Chile y Argentina–es precisamente una experiencia elocuente en cuanto a «entrar a un territorio», especialmente en otoño.
A continuación les comparto los principales hitos de la ruta que recorre aguas arriba el río de las Vueltas, el cual nace en la laguna del Desierto y desemboca en el lago Viedma.
A pocos kilómetros del Chaltén se puede visitar el Chorrillo del Salto.
El camino se adentra en el valle y ofrece increíbles aperturas al valle del río de las Vueltas, donde se puede apreciar el bosque caducifolio de lengas (Nothofagus pumilio).
Si el clima acompaña, aparecen los picos de los cerros y sus glaciares, en este caso el Vespignani.
Finalmente, entremedio de lengas, se aparecen generosas vistas hacia el lago o laguna del Desierto desde su extremo sur. A escasos kilómetros de la punta norte se encuentra Candelario Mancilla, localidad fronteriza en Chile.
La laguna del Desierto fue protagonista de una disputa territorial que duró varios años de alegatos y litigios y que se zanjó finalmente cuando un arbitro internacional falló a favor de la argumentación argentina. Sin embargo, la experiencia de adentrarse a este lugar habla de fronteras que no tienen que ver con naciones, sino más bien con los cambios que puede experimentar el paisaje en gran medida gracias al clima de la Patagonia, y que se hacen patentes de manera única en su vegetación y geografía.