Una tormenta geomagnética severa sorprendió durante la noche del martes 11 de noviembre a los habitantes de Punta Arenas y otras localidades de Magallanes. El cielo se tiñó de tonos verdes, violetas y rosados, dejando imágenes que rápidamente se viralizaron en redes sociales.

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Foto: Eduardo Hernández

Desde Punta Arenas, el resplandor fue especialmente nítido, y con exposiciones prolongadas, también pudo captarse desde Aysén y el sur de la Región de Los Lagos, según reportó la Red Geocientífica de Chile que catalogó el evento como “severo”. Además, el fenómeno fue visible en otros puntos del hemisferio sur, como Argentina, Nueva Zelanda y Australia

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Foto: Eduardo Hernández

Según la NOAA y la NASA, la erupción solar que provocó el fenómeno fue catalogada como G4, una de las más intensas de los últimos años. Estas tormentas se producen cuando una eyección de masa coronal, es decir, una gigantesca burbuja de gas cargado eléctricamente, viaja a millones de kilómetros por hora desde el Sol, impactando el campo magnético terrestre, generando intensas corrientes eléctricas que dan origen a las auroras. 

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Foto: Eduardo Hernández

La última vez que Chile fue testigo de un fenómeno de esta magnitud fue en mayo de 2024, también consecuencia de una intensa actividad solar. En ambos casos, las auroras australes se extendieron a latitudes inusuales, llegando incluso a ser visibles más al norte de lo habitual.

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Foto: Eduardo Hernández

Según la astrofotógrafa chilena Cari Letelier, este colorido espectáculo se debe a la interacción de distintos gases en la atmósfera: “El oxígeno a unos 90 kilómetros de altura genera los tonos verdes, y a 250 kilómetros de altura, la roja”.

Además del espectáculo visual, la actividad solar extrema, que comenzó el lunes 10 y podría extenderse hasta el miércoles 12, puede provocar interferencias en satélites, apagones parciales y alteraciones en las comunicaciones.

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