Tuve la oportunidad de celebrar la ceremonia del We Tripantu junto a la comunidad Mapuche Rayen Foiye en el sector de los Lirios en la comuna de Requínoa, Magali Caniuman me recibió junto a su comunidad.

El We tripantu es un día sagrado para los mapuches ya que es el día más corto del año. Básicamente es el día en que empieza a retroceder el invierno, alargándose las horas de sol hasta el solsticio de verano, propiciando un nuevo año de agricultura, por lo mismo el «año nuevo mapuche».

La ceremonia comienza al amanecer con las rogativas, donde los participantes se reúnen en torno al Rehue (altar mapuche) donde se ponen ofrendas con alimentos y la bebida tradicional mapuche Muday, hecha a base de la fermentación de trigo.

Desde mi mirada más “occidental” de chileno, y alejado de estas tradiciones en mi cotidianidad, no dejo de emocionarme con esta ceremonia, porque nos conecta con algo que hemos olvidado los citadinos, conectarse con los ciclos naturales de la tierra. 

El poder que tiene la música durante el rito es fundamental, te lleva a una especie de trance, este pulso y contrapunto de las pifilkas, y el kultrung, tocado por las mujeres, llevando un ritmo repetitivo, me hace re-imaginar cómo debiera haber sido Chile antes de la llegada.

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