Pareja admirando la nieve de Portillo. Foto: Centro Ski Portillo.
Pareja admirando la nieve de Portillo. Foto: Ski Portillo.

Enclavado en plena cordillera de los Andes, a 165 kilómetros de Santiago y frente a la Laguna del Inca, el Centro Ski Portillo se mantiene vigente con más de 75 años historia. En un principio, se coronó como el primer centro de esquí de Chile y Sudamérica. Y desde entonces, ha vivido décadas de hazañas, tormentas, encuentros y una nieve que ha cautivado generaciones enteras de esquiadores de todo el mundo.

La historia de Portillo inició mucho antes de la instalación de andariveles. En 1887, durante la construcción el Ferrocarril Trasandino, que uniría Chile con Mendoza, tres ingenieros noruegos, Elmar Rosenquist, Knud Berga y Michel Hermundsen cruzaron los Andes en esquí para estudiar el terreno. Usaron la nieve como camino y, sin saberlo, escribieron las primeras páginas del esquí en el continente al sur del mundo.

Ferrocarril Trasandino. Foto: Ski Portillo.
Ferrocarril Trasandino. Foto: Ski Portillo.

Con la inauguración del ferrocarril en 1910, los trabajadores e ingenieros comenzaron a usar sus esquíes no solo para trasladarse, sino también para divertirse. Algunos sectores del trayecto, como el tramo entre Caracoles y Juncal, fueron usados con andariveles improvisados, y así fue naciendo la cultura del esquí en la zona que hoy ocupa Portillo.

Décadas después, en los años 30, una cabaña llamada «Hotel Portillo» comenzó a recibir a los primeros esquiadores que llegaban oficialmente a la zona. La idea de un centro de montaña formó fuerza y, pese a los obstáculos de la Segunda Guerra Mundial, en 1949 se inauguró el hotel actual con 125 habitaciones, bajo administración del Estado chileno.

Hotel Portillo antes. Foto: Ski Portillo.
Hotel Portillo antes. Foto: Ski Portillo.

En 1961, la Empresa de Ferrocarriles del Estado vendió el hotel a dos norteámericanos, Bob Purcell y Dick Aldrich, quienes vieron en Portillo un potencial enorme. Ese mismo año, el joven Herny Purcell llegó desde Nueva York para asumir la gerencia, cargo que mantuvo por más de 40 años, y que hoy ocupa su hijo, Miguel Purcell.

Desde entonces, Portillo ha sido testigo de momentos históricos, pero ninguno tan recordado como la tormenta de 1965, que fue un tifón del Pacífico Sur. Destruyó casi todo el centro, con vientos de más de 200 km/h, dejando fallecidos y arrasando con ocho de los diez andariveles que tenía Portillo en esa época.

La tragedia casi frustra el gran evento que se estaba planificando para el año siguiente: el Campeonato Mundial de Ski Alpino, el primero y hasta hoy el único realizado en el hemisferio sur. Pero, gracias a un esfuerzo de reconstrucción, Portillo estuvo listo.

Luego de muchos meses de trabajo, en 1966 se vivió el primer Campeonato Mundial de Ski Alpino en Latinoamérica, desarrollado en Portillo. El presidente de la Federación Internacional de Esquí (FIS) junto al presidente Eduardo Frei Montalva, inauguraron el evento mundial.

Inaguración Campeonato Mundial de Ski Alpino en Latinoamérica, junto a Herny Purcell y el ex presidente Eduardo Frei Montalva.
Inauguración Campeonato Mundial de Ski Alpino en Latinoamérica, junto a Henry Purcell y el ex presidente Eduardo Frei Montalva. Foto: Ski Portillo.

Miguel Purcell, Gerente General del Centro de Ski Portillo, afirma: «La naturaleza, después de haberse portado tan mal en 1965, dio su bendición al evento con días de sol brillante, tiempo frío y condiciones perfectas de nieve».

En aquella época, los participantes vestían ropa un poco más pesada, se colocaban más capas y gruesas, confeccionadas para soportar más el frío que para facilitar el movimiento sobre la nieve. Así se lucían los competidores. «El campeonato fue un éxito y los esquiadores del mundo vieron en Portillo la oportunidad de competir y entrenar más allá del invierno en el hemisferio norte», añade Miguel.

Fidel Castro, récords mundiales y momentos únicos en su historia

Portillo no solo ha sido sede de grandes hitos deportivos. En 1972, el líder cubano Fidel Castro, visitó el hotel durante el verano. Uno de los momentos que más recuerdan en el centro sobre esta visita, según relata Purcell, se dio como una anécdota después de comer: «almorzó en el living y cuando se levantó para irse, olvidó su pistola en la silla. Juan Beiza, garzón en esa época y hoy maitre con más de 50 años en el cargo, encontró la pistola y corrió a devolvérsela».

Fidel Castro junto a Herny Purcell en el Centro. Foto: Ski Portillo.
Fidel Castro junto a Henry Purcell en el Centro. Foto: Ski Portillo.

Años más tarde, en 1978, el estadounidense Steve McKinney rompió por primera vez la barrera de los 200 km/h en la prueba del kilómetro lanzado, estableciendo un nuevo récord mundial. Con ello, el deportista se convirtió en una figura clave del speed skiing, dominando la disciplina durante varios años y acumulando múltiples récords alrededor del mundo, desde Portillo a distintos destinos.

Equipos olímpicos como los de Estados Unidos, Austria, Japón y Noruega siguen entrenando en sus pistas.

Por otro lado, Portillo fue pionero en fabricación de nieve en Sudamérica, incorporando máquinas desde 1994, y modernizando el sistema que actualmente es capaz de cubrir el 80% de terreno esquiable. Esta tecnología, que actualmente es utilizada por varios centros invernales, permite reforzar y conservar la nieve natural, asegurando condiciones óptimas en las pistas. Gracias a esto, es posible extender la temporada de invierno y ofrecer una mejor experiencia a los esquiadores durante más semanas del año.

A nivel nacional, Portillo también ha sido visitado por reconocidas figuras chilenas como Felipe Camiroaga, Felipe Izquierdo y Marcelo Comparini. Al igual que ellos, han sido muchos los que han disfrutado de la experiencia en la nieve, aprovechando no solo la belleza del lugar, sino también la posibilidad de aprender o perfeccionarse en el Ski.

Felipe Camiroaga, Felipe Izquierdo y Marcelo Comparini en Centro de Ski Portillo. Foto: Ski Portillo.
Felipe Camiroaga, Felipe Izquierdo y Marcelo Comparini en Centro de Ski Portillo. Foto: Ski Portillo.

El estilo de Portillo

En Portillo no hay televisión en las habitaciones. En su lugar, hay salas comunes, chimeneas, juegos, música en vivo y conversaciones entre huéspedes que se conocen año tras año. «Es un lugar donde se viven los valores de conexión con la montaña, respeto por la naturaleza y el compartir de manera sana con familia y amigos», cuenta el Gerente General.

Hotel Portillo actual. Foto: Ski Portillo.
Hotel Portillo actual. Foto: Ski Portillo.

De esta forma, funciona como un pequeño pueblo en la montaña, con un solo hotel, alojamiento personalizado, y un ambiente íntimo que favorece la conexión entre personas. Cada huésped tiene su mesa fija en el restaurante durante toda la semana, atendidos por los mismos meseros. Las mucamas viven en los pisos del hotel.

Hotel Portillo desde lejos. Foto. Ski Portillo.
Hotel Portillo desde lejos. Foto. Ski Portillo.

Sin embargo, en julio de 2023, el centro enfrentó una complicada situación debido a los constantes cortes en la ruta Los Libertadores, ocasionados por las condiciones climáticos y las dificultades en la gestión del tránsito. Por esto, se impidió la llegada de huéspedes y turistas durante la temporada de invierno, generando un fuerte impacto económico. Miguel Purcell, señaló que la inexperiencia de algunas autoridades en el manejo de caminos de alta montaña llevó a decisiones que mantuvieron aislado al centro, afectando a más de 500 empleados y poniendo en riesgo la temporada.

En ese entonces, el gerente hizo un llamado a las autoridades para que permitieran la apertura de la ruta y evitar pérdidas significativas para el turismo y la economía local, recordando también la colaboración histórica de Portillo en rescates y apoyo a la comunidad en emergencias.

La escuela de esquí

La Escuela de Ski Portillo, es actualmente dirigida por Katie White, destacada esquiadora del Professional Ski Instructors of America – American Association of Snowboard Instructors. Katie lidera un equipo de experimentados profesores de todo el mundo, quienes año a año vuelven a Portillo a enseñarles a sus huéspedes.

Esta escuela comenzó desde los inicios del centro y ha tenido a destacados esquiadores internacionales como profesores. De hecho, unos de sus primeros directores fue Emile Allais, competidor francés y padre de la «técnica francesa» o «estilo Allais», quien en 1947 asumió el liderazgo de la escuela.

Luego de Allais, fue el famoso competidor sueco, Stein Ericksen, quien ejerció como director de la Escuela. Campeón olímpico, Eriksen obtuvo medalla de oro en slaloom y la de plata en slalom gigante representado a Suecia en los Juegos Olímpicos de Oslo en 1952.

Otro astro mundial en ser director de la Escuela fue Othman Shneider, esquiador alpino y campeón olímpico por Austria. Quien asumió en los años 60 combinando esa labor con roles en Estados Unidos durante el invierno.

Uno de los momentos más relevantes que comenta el centro es que por las pistas han pasado destacados esquiadores internacionales, pero uno de los más importantes fue Jean-Claude Killy, el mejor esquiador francés de la época de los 60, dejando en esa entonces a Chile, como uno de los mejores lugares para esquiar.

Clases de ski en el centro en los 70s. Foto: Ski Portillo.
Clases de ski en los 70s. Foto: Ski Portillo.

Portillo, por otro lado, ofrece actualmente 14 andariveles (dos cuádruples, un triple, dos dobles, cinco de arrastre y otros), pistas para todos los niéveles, ski fuera de pista, heli-ski, y nieve polvo. Con un máximo de 450 personas alojadas, incluso en temporada alta, la seguridad y el espacio en pistas están garantizados.

Es por eso, que Portillo ha logrado mantener un equilibrio entre la modernización y la tradición. Sus alojamientos han sido renovados, el rental cuenta con equipamiento y su personal continúa ofreciendo una atención personalizada y cercana, que lo distingue entre otros centros masivos.

Henry y Miguel Purcell 2001. Foto: Ski Portillo.
Henry y Miguel Purcell 2001. Foto: Ski Portillo.

Miguel Purcell, respalda con orgullo las palabras de su padre, Henry Purcell, quien a sus 91 años sigue esquiando. “La gente quiere lo mismo que quería en el año 70; nada ha cambiado en ese sentido. Todavía quieren venir con sus niños, pasarlo bien, estar seguros de que no hay peligros en la nieve. No hay nada nuevo. En realidad, en el mundo sí, pero en el centro de esquí la gente quiere lo mismo”, reflexiona Henry, fundador de una visión que aún perdura en la esencia de Portillo.

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