Preocupación por incendio que consumió el único hábitat natural de la ranita del Loa en la Región de Antofagasta
La semana pasada se registró un incendio importante en la comuna de Calama, Región de Antofagasta. Lamentablemente, la zona donde sucedió la tragedia es la misma donde vive la rana del Loa, especie que solo habita en dicho sector y la que se encuentra clasificada como en Peligro Crítico de Extinción por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). En esta nota te contamos más al respecto.
Durante la jornada del 12 de julio se registró en Calama un incendio en el que debieron trabajar todas las compañías de bomberos de la localidad, causando estragos en el sector poniente de la ciudad.
De acuerdo con lo último informado por las autoridades, fueron cuatro las hectáreas afectadas, en las que se encontraban en su mayoría segundas viviendas y, pese a que no hubo personas lesionadas, sí se vio afectada el área donde habita la ranita del Loa.
Yery Alan Luza Pizarro, jefe de Medio Ambiente de la Ilustre Municipalidad de Calama, indicó que el incendio se originó en un camping ubicado en ese sector. Asimismo, mencionó que se maneja la hipótesis de que el siniestro podría estar asociado con el robo de electricidad por parte de las poblaciones aledañas, lo que finalmente habría producido un cortocircuito.
«Fuimos citados el día sábado al sector conocido como Las Cascadas, hábitat de la ranita del Loa (Telmatobius dankoi). Dentro de nuestra expertiz y con el apoyo de nuestros asesores científicos, acudimos al lugar en conjunto con el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG). Pudimos constatar que el incendio consumió lamentablemente toda la extensión del hábitat de la ranita. Por lo tanto, solicitamos autorización de parte del SAG para poder hacer ingreso al lugar, con el objetivo de limpiar las cenizas de la superficie del arroyo y búsqueda y rescate de los ejemplares. Hicimos una revisión y no encontramos ranitas, sin embargo, tampoco encontramos ninguna muerta, lo que da la esperanza de que están bien, enterradas en el fango resguardándose. El día de hoy, así como en los siguientes días y semanas, continuaremos haciendo monitoreos y limpieza del lugar para despejar de cenizas, ya que se puede crear un ambiente anóxico provocando la muerte de las ranitas», explica Francisca Oliva, Coordinadora del Centro de Biodiversidad y Conservación El Loa.
«Esta tragedia hace que el escenario de la sobrevivencia de esta especie se haga aún más gigantesco. Me parece que, definitivamente, este lugar no es apto para ninguna especie de rana. En ese sector el río está transformado en un basural. El nivel de degradación que ha tenido su hábitat hace insostenible cualquier proyecto de re introducción con ranas», comenta por su parte Andy Charrier, herpetólogo especialista en conservación de anfibios, que formó parte del grupo de especialistas que rescató a la rana del Loa en 2019.
La ranita del Loa
La rana del Loa (Telmatobius dankoi) es el vertebrado con mayor riesgo en Chile y uno de los anfibios más amenazados del mundo. Esto se debe a que habita en una zona muy restringida, en la vertiente La Cascada, que forma parte del oasis de Calama, en medio del desierto de Atacama, en la Región de Antofagasta. Se trata de un paraje con agua y vegetación, ubicado sobre los 2.500 metros de altura en el extremo norte de Chile.
«Es un anfibio de vida completamente acuática, es decir, los huevos, las larvas juveniles, y su período de adultez, todo ocurre en el agua, a diferencia de otros anfibios que tienen alguna fase más terrestre. Son unas ranitas de tamaño medio, respecto a lo que son los anfibios chilenos, cinco o seis centímetros mide el cuerpo. Además, en la zona norte están altamente especializados para vivir en aguas que tienen muchos niveles de sal y conductividad», explica Gabriel Lobos, investigador de la Facultad de Ciencias Veterinarias y Pecuarias de la Universidad de Chile, que también formó parte del grupo de especialistas que rescató a esta ranita en 2019.
En la actualidad, la especie está clasificada como en Peligro Crítico de Extinción por la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Por esto mismo, durante mucho tiempo se creyó extinta, sin embargo, hace cinco años dos investigadores descubrieron 60 ejemplares con vida, aunque en muy mal estado de salud. Los expertos coincidieron en que, por cómo estaba el lugar donde las encontraron (un pozón que se estaba secando), la zona había sido intervenida por maquinaria pesada.
Una vez lograron rescatar a las ranitas, estas se trasladaron hacia la quebrada Ojo de Opache, ubicada a seis kilómetros del lugar donde las hallaron, cuyas características ambientales son similares a las del hábitat natural de esta especie.
Posteriormente, las autoridades medioambientales regresaron al sitio para llevar a cabo un segundo rescate, logrando extraer del pozón a 14 ejemplares más, los que fueron ingresados al Zoológico Nacional de Chile, en donde lograron reproducir 600 renacuajos, luego de la recuperación de los ejemplares y la correcta adaptación a su nuevo hogar.
«El lugar donde se colocaron esas ranas actualmente se ha transformado totalmente. Está cubierto de plantas acuáticas y vegetación. Va más de un año desde que está trancado el tema de la declaratoria de Santuario de la Naturaleza. Entonces, tampoco está permitido hacer acciones para restaurar este sistema», señala Lobos.
«Esta especie estaba restringida solo a esa vertiente de agua —La Cascada, donde ocurrió el incendio— que después se transformó en un canal de regadío. La especie no estaría presente en ningún otro lugar de la Región de Antofagasta. Por eso es tan grave que se haya quemado, porque es el único sitio donde vivía la especie. Esto se le llama en biología un microendemismo. Una especie que vive acotada no solo en una región o país, sino que está acotada a un solo río, estero, lago o bosque, y que no vive en ningún otro sitio. Por eso es tan compleja la situación de este anfibio», afirma Charrier.