Pareja de chilenos recorrió los 46 parques nacionales durante un año, a bordo de un auto eléctrico
Nuestro colaborador, Benjamín Valenzuela, empezó hace un año un proyecto que nunca antes alguien se había planteado: recorrer los 46 parques nacionales de Chile en un auto eléctrico. Lo hizo junto a su pareja, Ignacia Jory, con quien se adentró a los paisajes naturales de extremo a extremo del país. Gracias a este recorrido pudo poner a disposición de todos quienes quieran visitar cada una de estas áreas protegidas, la información necesaria para llegar, entre otras cosas. Para esta galería, Benjamín hizo una selección de su foto favorita de cada destino, evocando más allá de la “foto típica del parque”. Aquí te lo compartimos.
El 13 de marzo de 2023 empezó la aventura. Benjamín Valenzuela e Ignacia Jory se subieron a un auto eléctrico con la misión de recorrer los todos los parques nacionales de Chile durante un año, bajo el proyecto «Electroruta: Parques Nacionales de Chile». De ese día, pasaron ya 365 días. Recorrieron 27 mil kilómetros de norte a sur en auto y más de mil kilómetros a pie, pasando por desérticos paisajes, alejados lugares, lluviosos bosques, naturaleza salvaje y un sinfín de cosas más. Entre ellas, grandes desafíos y novedades, como el anuncio de la creación de tres parques nacionales más durante el año (Los Glaciares de Santiago, Desierto Florido y Salar de Huasco).
“Fue intenso, gratificante, fantástico y extraordinario”, resume, en corto, Benjamín.
El proyecto recibió el nombre de “Electroruta: Parques Nacionales de Chile”, en el que la pareja no solo se encargó de conocer cada una de estas áreas protegidas en cada región de Chile, sino que también registrarlas y compartir información útil para quienes quieran visitarla. Todo eso está disponible en el canal de Youtube de Benjamín.
“Un obstáculo que tuvimos anteriormente era que no había mucha información para llegar, más que de los típicos parques nacionales. Y todo eso que averiguamos, lo compartimos. Las alegrías van de la mano con esto, porque mucha gente nos decía que simplemente nadie iba a esos parques, como Melimoyu, isla Guamblin, Llullaillaco, Pali Aike o Juan Fernández. Nos decían que era una locura haber llegado a ese lugar tan recóndito y haber podido explorar y mostrárselo al resto del mundo”, comenta Benjamín, camino a su casa en Viña del Mar, luego de haber visitado el último parque nacional que conoció, el reciente Parque Nacional Los Glaciares de Santiago.
Allá, así como a la mayoría de los parques —salvo los que necesitaban pasar por aviones o embarcaciones— llegaron en un auto eléctrico, lo que les permitió tener varios encuentros inesperados. “Como el auto no vibra ni suena, la fauna no era perturbada. Entonces se espantaba menos. Por ello pudimos ver tarucas, chunchos, zorros, pudúes, huemules, pumas, carpinteros, etc.”, recuerda Benjamín. Junto a esto, el auto les exigió una mayor planificación de las salidas, organizando bien la distribución de la carga. Finalmente, era posible cargar directamente de las cabañas y, con el tiempo, se supieron organizar bien para andar tranquilos, sobre todo en el norte de Chile, donde las distancias son más largas.
El recorrido fue de norte a sur. Los primeros tres meses fueron por los desérticos y especiales paisajes del norte y la zona central de Chile hasta la quinta región. Ahí conocieron los parques nacionales Lauca, volcán isluga, Morro Moreno, Pan de Azúcar, Nevado Tres Cruces, Llanos del Challe, Fray Jorge y salar de Huasco al norte; y La Campana, Palmas de Cocalán, Radal Siete Tazas, Río Clarillo, Laguna del Laja, Archipiélago de Rapa Nui y Juan Fernández en el centro.
Al sur le siguieron Nonguén, Nahuelbuta, Tolhuaca, Conguillío, Huerquehue, Villarrica, Alerce Costero, Puyehue, Vicente Pérez Rosales, Alerce Andino, Hornopirén, Corcovado, Chiloé, Queulat, isla Magdalena, Laguna San Rafael, Cerro Castillo, Bernardo O’Higgins, Torres del Paine, Pali Aike, Alberto de Agostini, Cabo de Hornos, Yendegaia, Kawésqar, Pumalín Douglas Tompkins, Melimoyu y Patagonia.
Los últimos parques, ya sea por logística o porque fueron declarados oficialmente en el camino, los obligaron a volverse a distintas partes de Chile. Estos fueron Desierto Florido, Isla Guamblin y Los Glaciares de Santiago.
¿Qué es lo que diferencia más a todos estos parques? Además de su biodiversidad y los lugares en los que se emplazan, para Benjamín e Ignacia, aquellos del norte, los cuales son menos visitados, necesitan de mejor infraestructura. Pero en general, dice Benjamín, “en parques como Pumalín, el legado es hermoso, está súper bien estructurado y preservado y hay que replicar. Faltan mayores recursos, mejor dotación de guardaparques, accesibilidad universal en muchos, baños públicos a lo largo de los parques en buen estado, entre otras cosas”.
Sin embargo, una de las cosas más alucinantes es el verdadero espectáculo visual, con naturaleza prístina, desde las tarucas del extremo norte, hasta los baguales del sur. Desde lo desértico y cambiante del altiplano, hasta lo frío y extremo del fin del mundo. Es por eso que, además de los videos, la fotografía fue algo esencial. Para esta galería, Benjamín seleccionó su foto favorita de cada uno de los parques visitados. Esta selección refleja, más allá de la foto clásica del parque, aquellos momentos que fueron parte del proceso del viaje, como la primera foto, la dimensión de los paisajes o los animales característicos que se pudieron encontrar.
“Finalmente este proyecto, y haber metido tanto ruido con hacer los 46 parques nacionales en un auto eléctrico, fue más que nada para establecer un punto, dejar un legado. Por ejemplo, los videos de todos los parques para que la gente más adelante, en muchos años más, ojalá, puedan ver cómo eran los parques en este minuto, cómo han cambiado las cosas, cómo cambiarán. Es acercar el mundo natural a las personas, que a la gente le den ganas de salir y cuidar la naturaleza”, comenta.
*Agradecimientos a todos quienes acompañaron al proyecto, principalmente a Volvo, Copec Voltex, Chiletur Copec, HardWork Chile, Rhona y Ladera Sur.