¡Urgente! Denuncian muerte masiva de fardelas en la isla Los Pinos, Queule, Región de la Araucanía
Más de 400 aves aparecieron muertas en la isla Los Pinos, en Queule, Región de La Araucanía. Se trataría de fardelas negras (Ardenna grisea) y fardelas blancas (Ardenna creatopus). Esta última solo se reproduce en Chile, en la isla Mocha, y está declarada En Peligro por el Ministerio de Medio Ambiente de Chile. ¿Cuáles son las posibles causas? Aquí te lo contamos.
Nos llegan estas lamentables imágenes desde la isla Los Pinos, en Queule, Región de La Araucanía. Durante esta tarde, en un corto periodo de tiempo, la playa se repletó de cerca de más de 400 aves, según lo que se ha podido contar hasta el momento.
«Habíamos bajado a la playa y estaba todo normal, fuimos a la casa a almorzar, y en medio del almuerzo vimos unas manchas negras en la playa. Bajamos inmediatamente y vimos todo esto, de un minuto a otro. Ayer había un barco o buque de arrastre en la costa. Ya hicimos las denuncias respectivas y estamos a la espera«, comenta María José Undurraga, quien denunció el hecho al Servicio Agrícola Ganadero (SAG) y otros organismos competentes.
Se trataría de fardelas negras (Ardenna grisea) y fardelas blancas (Ardenna creatopus), según lo que observa Verónica López, gerenta de proyectos de Oikonos. La fardela blanca, en particular, solo se reproduce en Chile y está declarada En Peligro para el Ministerio de Medio Ambiente de Chile. Esta especie se reproduce únicamente en isla Mocha.
“La causa del hecho probablemente está asociado a pesquerías, específicamente a la pesquería de cerco, que captura sardinas y anchovetas en esa zona. La mortalidad sucede todos los años y es un tema que se está trabajando desde la Subsecretaría de Pesca en el Plan Nacional para reducir las mortalidades de aves marinas en pesquerías, pero todavía cerco no tiene medidas probadas en Chile”, comenta Verónica.
De hecho, hace dos años, más de 15 expertos y representantes de organizaciones relacionadas con la preservación y conservación, firmaron una declaración pública en la que se denunciaba la muerte de 3 mil aves en la zona de Llico y las costas de Tirúa, en la Región de la Araucanía. En ese entonces, se aseguró que, si bien no se terminó la investigación de las causas del evento, lo “más probable es que la muerte de las aves sea por ahogamiento en interacción con redes de pesca de barcos cerqueros”.
En este contexto, cabe recordar que la Estrategia Nacional de Conservación de Aves 2021 – 2030 identificó que la captura incidental es una de las amenazas directas para aves marinas en Chile.
Diego Luna Quevedo, Especialista en Política y Gobernanza de Manomet Inc., señala que “estos eventos de mortandad de fardelas están aumentando en cantidad y magnitud en la zona. Esto es particularmente grave, considerando la crítica situación de las aves marinas a nivel mundial, cuya población ha disminuido en un 70%, transformando a este grupo de aves en las más amenazadas del planeta. Somos testigos del alarmante estado de la vida silvestre, donde las especies migratorias de animales del mundo están en declive y aumenta el riesgo de extinción a escala mundial, tema que está siendo tratado justo en estos días en la COP14 de la CMS. Es urgente que la autoridad reaccione y tome medidas de respuesta. Las aves, como indicadoras del estado de estos ecosistemas y del medio ambiente que habitamos, nos están mostrando que aquí hay un problema grave”.
En ocasiones anteriores que ha sucedido esto, se han realizado denuncias a distintos organismos, como SAG o el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca). Sin embargo, el problema sigue sucediendo. Al respecto, Verónica alude a la falta de mecanismos coordinados que den respuesta a estos varamientos que permitan tomar acciones. También asegura que hay que recordar que existe un brote de influenza aviar y que se debe investigar para conocer las causas de muerte de las aves, al tiempo de informar a la ciudadanía cómo actuar.
Sobre si existen soluciones, la profesional de Oikonos explica que no están probadas en Chile: “se necesita avanzar rápido, pero una de ellas tiene solución directamente con los pescadores y tiene que ver con no pescar en los momentos en que hay una alta concentración de aves. Hay muchas técnicas que se están conversando dentro del Plan Nacional, pero que no se han probado”.
Lo principal, en este sentido, sería que no se pesque cuando haya altas concentraciones de aves. “Normalmente estas interacciones son peak en migraciones y épocas reproductivas. Por ejemplo, hay otras medidas que serían adecuadas, como el cierre de áreas en esas épocas, porque hay áreas donde se alimentan y los barcos van a pescar. También está el tema de las recomendaciones marinas, a veces cuando las mareas están fuertes, hacen que las mareas se muevan y se pesquen más aves”.
Ante un encuentro de este estilo, no hay que tocar a las aves y llamar inmediatamente a las autoridades competentes para la denuncia.