Una nueva guía de campo imprescindible para aficionados a las aves
En Ladera Sur conversamos con Gonzalo González, uno de los autores de la nueva guía ilustrada “Aves de Chile, guía de campo y breve historia natural”, que promete cautivar a todos los amantes de las aves con un innovador diseño y organización que permite facilitar la tarea de identificación en terreno. ¡No te pierdas esta entrevista! Además estaremos sorteando dos ejemplares de la guía, todos los detalles aquí.
A medida que la observación de aves toma vuelo en nuestro país, también lo hace el material de apoyo para identificar a cada especie y conocer más sobre ellas.
Hoy queremos presentarles “Aves de Chile, guía de campo y breve historia natural”, una nueva guía ilustrada de Daniel Martínez y Gonzalo González, que promete cautivar a todos los aficionados por las aves –profesionales y novatos– con un innovador diseño y organización que permiten facilitar la tarea de identificación en terreno.
En Ladera Sur entrevistamos a uno de sus autores, Gonzalo González, ingeniero agrónomo y editor asociado de la Revista Chilena de Ornitología desde 2016, quien nos cuenta más sobre el diseño de esta nueva guía de campo de aves de Chile, las motivaciones que lo llevaron a interesarse en esta área y cómo ve él el desarrollo de esta disciplina en el país.
¿Cómo y cuándo surge tu interés por las aves?
Desde mi infancia, que no estuvo particularmente ligada al campo, ya que fui un niño urbano. Sin embargo algo siempre me llevaba a ese ámbito, desde los libros que leía (como las aventuras en África de Gerald Durrell, Rudyard Kipling, los cuentos de Salgari, etc.), hasta las revistas que leía y coleccionaba (Billiken de Argentina, Enciclopedia Salvat de la Fauna, El Mundo de los Animales o el mismo Mampato) e incluso lo que veía en televisión (El Reino Salvaje; todos los documentales de Felix Rodriguez de la Fuente, que marcaron a mi generación con su voz tan particular; El Mundo Submarino de Jacques Cousteau, etc).
En todo caso, cuando hablas con personas de todo el mundo que tienen esta misma afición, terminas por concluir que es algo que viene contigo desde que naces. Puedes haber nacido en Zimbabwe, UK o Chile, pero el recorrido es muy semejante. En lo personal lo clasifico como una especie de «enfermedad» incurable.
Como guía y socio en Birding Chile, ¿Has notado un aumento en el interés de los chilenos por conocer más sobre la avifauna de nuestro país?
En Birding Chile principalmente se trabaja con extranjeros que vienen a Chile interesados en conocer nuestras especies emblemáticas, pero es innegable que entre los chilenos hay un mayor interés en conocer la fauna en general, donde las aves son lo más sencillo de observar y aprender, dada su conducta y hábitos diurnos. Aparte de esto, hay a mi juicio dos fenómenos positivos que contextualizan el tema; el primero es una tendencia a hacer fotografía de aves en el país, con claros resultados en términos de conocimiento de la fauna y su consecuente conservación y protección. Por otro lado, entre los niños y jóvenes se nota un mayor respeto a las formas de vida animal y a los espacios que ésta ocupa.
La secuencia de protección es muy simple y lógica. Nosotros protegemos aquello que queremos, por lo tanto primero hay que querer. Para querer, hay que conocer al sujeto de nuestro amor. Por tanto, cualquier iniciativa que aumente el conocimiento de nuestra fauna hace que la queramos, que la sintamos nuestra y nos preocupemos de conservarla. Es como en las relaciones de pareja.
¿Qué crees que hace falta para que más personas se interesen y tomen conciencia de la fauna en general en Chile?
Faltan –por ejemplo– programas de televisión que lleven al común de los chilenos a conocer lo que es nuestro patrimonio natural. Pienso que el Estado tiene un papel importante en crear una cultura de protección de la fauna, más que generar cuerpos legales que reglamenten nuestra relación con el medio ambiente.
Cuando yo tenía catorce años, la mayoría de mis amigos tenía un rifle de aire comprimido (yo también) y le disparaban a lo que se moviera. Hoy mi hijo tiene 14 años y primero me dispara a mí antes que a un animal silvestre, pero esa cultura se da en los segmentos socioeconómicamente más altos y es gracias al «derrame» de una tendencia mundial, más que a un esfuerzo razonado de parte del Estado chileno.
Las iniciativas estatales se remiten a poner algún cartel, financiar algún estudio o declarar algún área libre de caza (usualmente letra muerta si no hay vigilantes), pero incluir el respeto por la fauna en los planes de estudio escolares, o desde el jardín infantil, allí donde se forma conciencia, no hay nada. Y mientras no se trabaje en formar una cultura de respeto (no fundamentalista, solo respeto) por la vida animal desde la infancia, creo que no habrán resultados. Pero eso debe ser una política de Estado que, además, es de bajo costo y alto impacto en la calidad de vida global.
Respondo esto desde Patagonia. Hace dos días hallamos la madriguera de un zorro culpeo, desde donde nos miraba un cachorro. La madre, estaba a tres o cuatro metros de nosotros. Era un cuadro hermoso, y cabe preguntarse cuántos lo apreciarían de ese mismo modo.
Este libro tiene un orden distinto a lo que usualmente se puede ver en guías de campo. ¿Cuál fue la intención detrás de esta decisión?
El diseño de esta parte estuvo en manos de Daniel Martinez, amigo, coautor de la guía, y en mi opinión el mejor ilustrador de fauna que tenemos en Chile. Usualmente las guías siguen el orden taxonómico, es decir, el orden establecido por la ciencia, de acuerdo al nivel de evolución de cada especie. Sin embargo, las guías no son tratados de taxonomía. Son una herramienta para la identificación en terreno de las aves. Entonces, las guías tienen el problema de que para ubicar una especie entre las láminas, el usuario debe tener alguna idea mínima del orden taxonómico para moverse entre ellas.
Nuestra primera idea fue agrupar las especies por grandes hábitats. Entonces las láminas se separan en Aves Marinas (con una lengüeta de color celeste), Aves Acuáticas (de color verde) y Aves Terrestres (de color pardo). Las Aves Marinas son aquellas pelágicas (que viven en el mar abierto ocho meses al año aproximadamente, y solo van a tierra para reproducirse) y aquellas que dependen del mar par vivir, como pelícanos, cormoranes y otros. Las Aves Acuáticas son las que viven en torno a humedales de agua dulce, como patos, chorlos y otros. Obviamente se producen áreas grises y hay que tomar criterios algo arbitrarios, pero antes de publicar usamos mucho las láminas y funcionaban muy bien. Las Aves Terrestres son de comprensión más sencilla. Así se hace más fácil buscar entre las láminas.
Además, las aves que se ven juntas y pueden llevar a error de determinación se muestran juntas, al igual que todas las que pertenecen al mismo género, para poder contrastar en una misma lámina, sin hojear y perder tiempo.
La idea es hacer más fácil la búsqueda en las láminas, y así lograr una determinación de la especie observada lo mas rápido posible.
¿Qué tiene esta guía que la hace indispensable para cualquier amante de las aves u ornitólogo?
Varias cosas. Primero, que es la más completa de las tres guías disponibles hoy en el mercado. Para cada especie incluye plumaje de macho y hembra cuando difieren. En gran parte de las especies (en las especies con polluelos que salen del cascarón autónomos) se ilustran los polluelos, como en perdices, patos, etc. En casi todas las demás, se presentan los juveniles o inmaduros, que en muchos casos son muy diferentes del adulto.
En los albatros hemos definido una secuencia etária que, sin ser exacta, permite ubicar al ave observada en una categoría de edad. Hemos definido Juvenil, Inmaduro Temprano, Inmaduro Tardío y Adulto. Igualmente hemos presentado una lámina en que se aprecia la secuencia de color del pico de esta aves en función de la edad, que es muy útil hoy día, cuando muchas veces se verifica en el computador, analizando las fotos, qué especie fue realmente la observada en alta mar. No hemos visto este trabajo en otro libro, y creemos que esto es realmente un aporte. En las aves rapaces seguimos un criterio semejante.
Por último, se presenta una lámina doble con los huevos de varias especies, presentados a escala, en que se muestra al menos un huevo por familia, bajo el criterio de que al interior de cada familia los huevos son muy semejantes. Por esto, con un solo huevo es suficiente para representar al total de la familia. Cuando esto no es así se muestra más de un huevo.
Cabe indicar que en la parte de textos extensos, el ordenamiento es estrictamente taxonómico, y se usa la familia como unidad.
¿Recuerdas alguna anécdota que te haya marcado en terreno? ¿Algún ave chilena que buscaste por mucho tiempo y te costó encontrar?
Anécdotas hay muchas. Algunas hasta bochornosas. Hace muchos años fuimos un grupo de pajareros a Arica y luego a Putre / Parinacota. Íbamos con autorización del SAG para usar redes niebla y capturar aves que nos permitieran hacer mediciones y otras cosas con fines de estudio.
En eso, cerca de Arica, cayó en las redes una especie nueva para Chile. La fotografiamos, medimos, conservamos y ya estábamos pensando en la publicación, cuando vimos a otro ejemplar de nuestra ‘especie nueva para Chile’, siendo alimentada por un adulto de pizarrita (Xenospingus concolor). Ahí aprendimos que el juvenil de pizarrita es MUY diferente al adulto y de paso, también aprendimos que no teníamos idea. Fue bueno para el ego.
¿Cuál es tu ave favorita y por qué?
Es difícil quedarse con una especie. Me gustan mucho los albatros, así como las aves rapaces. Sin embargo con una pistola en el pecho creo que me quedaría con el chorlito cordillerano (Phegornis mitchelli), al que sigo y he fotografiado desde hace muchos años.
Como fotógrafo de fauna, me imagino que pasas mucho tiempo conviviendo, observando y aprendiendo sobre nuestra biodiversidad. ¿De qué forma crees ha influido esto en tu vida?
Estar en contacto con la naturaleza es una tremenda escuela para la vida, el aprender del paisaje sus ecosistemas y seres vivos permite adquirir un conocimiento que es totalmente aplicable a la vida cotidiana, a tus relaciones personales y obviamente a mejorar tu relación con el entorno. En definitiva, te enseña otro ritmo de vida.
Esta guía se trata de una actualización y complemento de la anterior publicación de los autores “Aves de Chile, Nueva Guía de Campo” del año 2004, en la que por vez primera se entregaba al público interesado un libro con la totalidad de las aves conocidas para esa fecha con ilustraciones a color, mapas de distribución (inéditos entre las publicaciones chilenas) e información sobre distribución dentro y fuera de Chile.
¿Dónde encontrarlo?
En Aves Chile, Librería Libro Verde, Planeta Sostenible, o escribiendo directamente a info@edicionesdelnaturalista.cl.
Concurso: Gana una edición de esta guía de campo ilustrada
¡En Ladera Sur estaremos sorteando 2 ejemplares de esta nueva guía de aves de Chile!
Sortearemos 1 ejemplar de la guía Aves de Chile, guía de campo y breve historia natural. Para participar deberás completar los siguientes pasos:
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El resultado del sorteo se anunciará por nuestras respectivas redes sociales este viernes 29 de diciembre de 2017. (*Concurso válido sólo para Chile)