Tras los pasos de los felinos de Chile
Probablemente ya vieron sus fotografías de dos cachorros de gato de Geoffroy, una especie rara y difícil de ver en Chile, que pronto se volvieron virales. Aquí nuestro colaborador Eduardo Minte nos cuenta más detalles de su trabajo y la meta que se ha impuesto de fotografiar a los felinos de Chile.
Tenía 10 años cuando vi mi primer puma, cerca de Los Muermos, en la Región de Los Lagos. Iba lejos y preocupado de sus propios asuntos, pero dejó un recuerdo fuerte en mi mente, como cualquier animal salvaje y difícil de ver lo hace al presentarse ante personas que quieren su entorno natural.
El siguiente se me cruzaría a fines del 2015 cuando empecé a trabajar de guía en Torres del Paine. Era de noche y sólo alcanzamos a ver una mancha color beige escabullirse entre las matas negras. De ahí en adelante se fueron presentando de forma más seguida, dándome lindas oportunidades para fotografiarlos, muchas veces acompañando a huéspedes del hotel en el que trabajo, que viajaban especialmente a verlos.
Aquí mismo me enteré de la posible existencia del gato de Geoffroy y del gato Colo-Colo en la zona. El hábitat era el correcto y su distribución estaba descrita en el área. Pronto, se empezó a formar en mi cabeza la idea de ver los cinco felinos que hay en Chile: el puma (Puma concolor), la güiña (Leopardus guigna), el gato de Geoffroy (Leopardus geoffroyi), el gato Colo-Colo (Leopardus colocolo) y el gato Andino (Leopardus jacobita) y tratar de retratarlos. De ahí en más, fue pura suerte.
Puma y güiñas había visto de chico, pero no tenía fotos. El puma lo logré retratar en mi primer año trabajando en Patagonia y la güiña se nos cruzó en un paseo que hicimos a Pucatrihue con mi polola durante el invierno. Fue espectacular verla despreocupada y haciendo su vida. Parecía que buscaba comida en la costa. La observamos por un tiempo sin que nos viera y luego nos acercamos para tomar una mejor foto. Nos vio y tras tolerar nuestra presencia por un rato, escapó de vuelta al bosque.
Después de este encuentro la idea de fotografiar los 5 felinos resurgió con más fuerza. Ya tenía fotos bonitas de dos de ellos y en teoría el Geoffroy circulaba en mi área de trabajo.
Volví a la Patagonia y empecé a pasar parte de mi tiempo libre recorriendo los bosques alrededor del hotel. Pasó la temporada y no vi nada. Hubo dos reportes de que se vieron gatos en los alrededores, pero no habían fotos y no sabíamos qué especie eran. En mi penúltimo día de la temporada, salí a buscar pumas con Tomás, un colega. Esto lo estábamos haciendo de forma frecuente en el marco de un proyecto de conservación que estamos desarrollando en el Hotel Awasi con la ayuda de los guías y asesorados por expertos en el área. Se arrendó una porción de la estancia circundante al hotel, se sacó el ganado ovino y bovino y se eliminó la presión de caza sobre los pumas. Nos propusimos saber si iban a volver a la zona, cuántos andaban y determinar los lugares por donde circulaban.
Andábamos en esto cuando vi que el amanecer iba a pintar bueno. Manejé hasta un alto y empecé a sacar fotos. Pasó la luz ideal y me senté a revisar las imágenes, cuando escuché unos rayaditos que vocalizaban muy alterados en un bosquete de lengas a mi lado. Fui a investigar qué pasaba y tras haber andado un par de metros saltaron dos cachorros de gato de Geoffroy a una lenga y se quedaron mirándome; esperando mi próxima movida. En eso empecé a sacarles fotos, me acomodé en otro árbol y ellos, al ver que no me movía, aprovecharon de escapar. Afortunadamente saqué un par de fotos nítidas para compartir y enseñar a esta linda especie que publiqué en Ladera Sur y pronto se volvieron virales. Nuevamente, y al igual que con la güiña, la suerte me acompañó.
Ahora, me falta ver a los gatos Colo Colo y Andino, los más raros y escurridizos. El Colo Colo se encuentra catalogado como “Casi Amenazado” y el Andino es uno de los 5 gatos con mayor peligro de extinguirse en el mundo, así que la tarea se viene difícil. Aprovecho de invitar a las personas a involucrarse y ayudar en la conservación de estos animales, una forma de hacerlo es apoyando a agrupaciones como “Alianza Gato Andino” (www.gatoandino.org) y Fundación Kodkod (http://kodkodfoundation.org) que actualmente están trabajando en su protección.