Los frailejones, plantas insignes de los páramos colombianos
Las espeletias, mejor conocidas como frailejones, son plantas emblemáticas y las principales habitantes de los páramos de América del Sur. Podríamos decir que son una fábrica de agua natural con más de 2,5 millones de años de evolución, que cumplen un rol ecosistémico fundamental en los páramos ya que ayudan a regular y conservar el flujo de agua, mantener la humedad en la región y proporcionar refugio y alimento a diferentes especies del lugar. Sin embargo, actualmente presentan numerosas amenazas. En esta galería, compartimos sobre diferentes especies de frailejones de cinco complejos de páramos en Colombia, de la mano del fotógrafo colombiano Daniel Camilo Castillo.
Los frailejones pertenecen a la familia de las Asteráceas (Asteraceae), la misma de los girasoles, las margaritas y la lechuga. Tienen una singular belleza con sus hojas en roseta de color amarillo que contrasta con el paisaje de los páramos colombianos, donde cumplen un rol fundamental en los ecosistemas del lugar. Con sus pelos y hojas rígidas absorbentes, son capaces de recoger la humedad para transformarla en agua, la cual nutre ríos, quebradas y fuentes hídricas, por lo que son de gran importancia en la regulación y provisión de recurso hídrico. Esto es clave porque el 70% del agua que consumen los colombianos viene del páramo.
Complejo de páramo Iguaque-Merchán
Los páramos albergan una enorme y singular diversidad biológica. El 60 % de ellos están ubicados en Colombia, cubriendo unos 29 mil kilómetros cuadrados, aproximadamente, de extensión. En un páramo en buen estado de conservación se pueden encontrar entre 2.000 a 20.000 frailejones adultos por hectárea. Es por esto que en estos ecosistemas existen alrededor del 80% de todas las especies del mundo, con 90 especies reconocidas, de las cuales 78 son endémicas.
Complejo de páramo Sierra Nevada del Cocuy
Los frailejones son plantas que se adaptan perfectamente a las condiciones de vida del páramo. Su tallo permite almacenar agua aún en las épocas más secas. Su pelaje con colores amarillos, blanco, dorados o plateados son protectores de sus tejidos frente a bajas temperaturas y de la radiación solar que en los últimos años ha aumentado debido a la crisis climática. Asimismo, las hojas en forma de roseta son capaces de conservar el calor y al mismo tiempo que captan la humedad de la atmósfera. Por último, sus raíces entregan firmeza para almacenar el agua y nutrientes del suelo. Son plantas con una perfecta adaptación a los ambientes de alta montaña tropical.
Complejo de páramo de Pisba
Estas plantas son polinizadas principalmente por abejas y abejorros como Bombus, Collete y Apis, además estudios aseguran que también lo pueden realizar moscas y escarabajos quienes son frecuentes visitantes. Por otro lado, existen numerosas especies que tienen interacción directa con estas plantas, ya que se han reportado alrededor de 150 especies entre ellas insectos, arácnidos, reptiles, aves, moluscos y mamíferos que se alimentan o habitan en los frailejones.
Colombia tiene un papel fundamental en su conservación, ya que son consideradas especies paragua, especies bandera y especies claves, debido a que todo el ecosistema del páramo y otros servicios ecosistémicos que estos proporcionan dependen de la subsistencia de los frailejones.
Complejo de páramo Tota-Bijagual-Mamapacha
A pesar de su abundancia en los páramos colombianos, los frailejones se enfrentan a diferentes amenazas y varias de sus especies están en inminente riesgo de desaparecer. El cambio de uso del suelo por agricultura y ganadería en páramo, las quemas regulares donde se han provocado numerosos incendios en los últimos meses, la minería, la crisis climática y las plagas son las principales amenazas que están afectando numerosas especies de frailejones, y poniendo en riesgo la sostenibilidad de los páramos.
A partir de esta problemática, existen varios proyectos de educación, divulgación y conservación en el país, actualmente la organización Cumbres Blancas Colombia está trabajando en el área de restauración, enfocados específicamente en los frailejones que se encuentran en peligro crítico, donde el fotógrafo Daniel Camilo Castillo es voluntario documentando las especies.
«Este tema de documentar es muy bonito, pues se dice que nadie cuida lo que no conoce, y por medio de fotografías y videos uno muestra lo que tiene en el territorio y pues así se ayuda de una u otra manera. Vivimos en este país tan diverso y que tenemos tanto pero a la vez es como si no tuviéramos nada ya que mucha información no se divulga».
Daniel Camilo Castillo