¿Viste la película “Los sueños” de Akira Kurosawa? En uno de los sueños el protagonista corre a través de las pinturas de Van Gogh, persiguiéndolo, mientras este persigue la luz que pinta y se le escapa. Caminar por Landmannalaugar da una sensación semejante, de caminar a través de pinturas.

©Nicolás Amaro
©Nicolás Amaro

Nosotros llegamos en penumbra después de manejar 3 horas entre llovizna y oscuridad, por un camino prohibido para autos sin tracción, y nosotros en el peor auto del rent a car. Por un lado el camino llevaba un río caudaloso que amenazaba con atravesarse, por el otro un cordón montañoso volcánico semejante a un grupo de dinosaurios tendidos, esperando que terminase la hibernación. Ya llevábamos una pana del auto y no conocíamos a dónde íbamos, así y todo fue imposible no detenerse a mirar de frente este paisaje de fin de mundo.

©Nicolás Amaro
©Nicolás Amaro

El camping, que apenas se veía en el crepúsculo constante que caracteriza a la noche de verano en Islandia, era una imagen completamente surrealista. Pequeñas luces de colores por la iluminación en las carpas, en un pastizal húmedo cruzado por niebla del vapor de las fumarolas. Todo esto rodeado de las montañas maravillosamente coloridas que vería al otro día, pero ahora guardadas detrás del velo monocromo de la noche.

©Nicolás Amaro
©Nicolás Amaro

Al otro día fue despertar en una pintura. ¡Y con el privilegio de tener todo el día para caminarla! Partimos con un café mañanero en un bus acondicionado para café-minimarket, y a caminar. La caminata que elegimos tomaría 5 horas, y la primera vez que miré la hora llevaba dos y había recorrido no más de medio kilometro. Para el último tramo, ¡tuve que sacar fotos corriendo!

©Nicolás Amaro
©Nicolás Amaro

Landmannalaugar es un área volcánica de las tierras altas de Islandia, que comprende una pequeña parte del Parque Natural de Fjallabak. El paisaje es alucinante tanto en colores como formas, esculpido a punta de erupciones y pintada por los minerales de la actividad geotérmica; cruzado por muchas alternativas de trekking, con opciones de un par de horas hasta 6 días.

©Nicolás Amaro
©Nicolás Amaro

Como si fuera poco, el camping está atravesado por un río de agua caliente cuyas aguas fluyen directamente desde el interior de la montaña y con el que armaron termas donde se puede chapotear sin pagarle a nadie llevando a tus pies al nivel del éxtasis después de un día de caminata. Ojo que no pagar algo en Islandia es algo tremendo. Para llegar a Landmannalaugar hay buses monstruosos 4×4, que encarnan las mejores fantasías de cualquier jeepero. La otra opción es arrendar un 4×4, ojalá en grupo porque es caro y hacer la ruta más simple, la que no requiere atravesar ríos. Para los más equipados hay rutas que implican ríos, roca volcánica y probablemente pala. El parque está abierto de junio a septiembre dado que el resto del año se cierran las carreteras y todo se cubre de nieve.

©Nicolás Amaro
©Nicolás Amaro

Estar en Landamannalaugar fue una experiencia surrealista; ver el trabajo de alguien que se tomó el tiempo para elegir su paleta de colores. Un cuadro alterado sólo por el humo de una fumarola que recuerda que no es una pintura, que se mueve, que se ha transformado con el tiempo, que estos colores brillan después de 9 meses de estar cubiertos de blanco, que los pintan la sangre hirviendo que corre por dentro. La naturaleza pinta, ¿cómo no vamos a pintar nosotros?

Pueden ver más de esta serie en www.nicolasamaro.com. ¡Que disfruten las fotos!

Comenta esta nota

Comenta esta nota

Responder...