Entre los 10 y los 200 metros bajo el mar, los colores son parte del paisaje. Entre peces y paredes rocosas, sobresalen unas estructuras tridimensionales, con formas de pequeños árboles ramificados y rosados. Se trata de las gorgonias rosadas (Leptogorgia sp. nov), las únicas representantes de su familia (Gorgoniidae) en Chile, que encuentran una de sus mayores poblaciones del mundo, en cuanto a abundancia, en la zona Central de Chile.

Gorgonias. Créditos Judith Camps.
Gorgonias. Créditos José Tomás Yakasovic @Tomysub

Para comprender más sobre ellas, un grupo de investigadores se adentró bajo el mar de la costa de Pichicuy, en la Región de Valparaíso, lo que dio como resultado la publicación del un artículo científico en el que se busca, entre otras cosas, conocer más sobre la estructura poblacional e importancia ecológica de estos grandes jardines bajo el mar.

“Hay otras especies de corales a lo largo de Chile, especialmente en la Patagonia. Aún así, la gran abundancia de gorgonias rosadas que se concentra en caleta Pichicuy, no se encuentra en otro lugar de Chile continental. Además, este artículo es solo una previa a otro que está en proceso de revisión de la descripción genética y morfológica de las diferentes gorgonias rosadas encontradas a lo largo de Chile (Chañaral de Aceituni, Pichicuy, Algarrobo, Concepción, etc). Todas ellas conforman especies distintas, y la de Pichicuy es una especie nueva”, comenta Judith Camps, una de las autoras de la investigación.

Las gorgonias en la zona central

Las gorgonias son un tipo de coral del grupo Octocorallia. Son muy comunes en fondos acuáticos en ecosistemas tropicales, templados y polares. Crecen lentamente, en largos periodos de vida que comprenden entre 15 a 200 años, albergando una gran diversidad de organismos.  

Gorgonias. Créditos Judith Camps.
Gorgonias. Créditos José Tomás Yakasovic @Tomysub

En la zona central de Chile, en particular en caleta Pichicuy, existen grandes jardines de gorgonias, con cerca de 28,9 y 36,5 colonias por metro cuadrado. Esto es notablemente más alto que otras partes del mundo, como el Caribe, donde hay apenas una colonia por metro cuadrado o 20 colonias por metro cuadro en el Mediterráneo. 

Por otro lado, Chile tiene otra característica única. La corriente de Humboldt entrega nutrientes y condiciona que el agua sea fría, tanto en invierno como en verano. Esto último llama especialmente la atención, según Judith, porque “normalmente se habla de gorgonias de aguas frías a elevadas profundidades, pero estas están a 20 metros de profundidad (…). Por eso hay que considerar que existen gorgonias de aguas frías en latitudes templadas, como lo es Chile”.

En particular, la caleta de Pichicuy es único lugar donde se encuentra este gran jardín de gorgonias. Por ello, resultó ser el lugar ideal para saber sobre su importancia ecológica y las especies asociadas a ellas y su riqueza. El estudio comparó la diversidad en las paredes de roca con gorgonias y sin ellas para valorar su importancia.

Gorgonias. Créditos Judith Camps.
Gorgonias. Créditos Judith Camps.

Un mundo bajo el mar

La imagen sería así: alrededor de estas rosadas estructuras hay organismos que destacan bajo el mar. De los equinodermos, la gran representante es la estrella de mar, una gran Odontaster penicillatus en medio de los jardines de gorgonias. Junto a ella una esponja (Clionapsos platei), probablemente el alimento de la estrella. Alrededor, distintos nudibranquios del género Tritonia, también conocido como un depredador de corales, entre otros. Estos lugares, llenos de vida, tenían una riqueza y diversidad dos o tres veces mayores que en zonas sin gorgonias.

Gorgonias. Créditos Judith Camps.
Gorgonias. Créditos José Tomás Yakasovic @Tomysub

“También evaluamos qué rol jugaba la estructura per sé de la gorgonia para la comunidad entera, ya que otros estudios han evidenciado que los atributos estructurales de las gorgonias tienen un papel en la composición de la comunidad. Aún así, los resultados evidenciaron influencia muy baja. Para nosotros, creemos que tiene más importancia la presencia/ausencia de las gorgonias u otros medidores como la heterogeneidad, más que otros atributos estudiados”, comenta Judith.

Gorgonias. Créditos Judith Camps.
Gorgonias. Créditos José Tomás Yakasovic @Tomysub

Así, los resultados apuntaron principalmente a la abundancia de gorgonias, con al menos 90 individuos por metro cuadrado en sus colonias más pequeñas. También hacia la riqueza y diversidad de especies en comparación con las paredes en la que no existían estos corales. Finalmente, algo más novedoso: haber encontrado gorgonias a poca profundidad. Tal como explica Judith, hubo colonias pequeñas en sitios más expuestos a oleaje, “sugiriendo que las fuerzas hidrodinámicas del oleaje juegan un rol en la morfología de la colonia. No es primera vez que se ha visto en otras gorgonias del mundo”.

Lo que todavía falta conocer en Chile

Mientras tanto, si las investigaciones realizadas son avances para conocer de esta especie en Chile, todavía queda muchísimo por saber y estudiar. Por esto, se espera que estos estudios puedan dar información valiosa sobre sus poblaciones e importancia ecológica en la costa del país para dar los primeros pasos en sus planes de manejo y monitoreo.

De momento, casi todos los estudios sobre corales se centran en el Mediterráneo y el Caribe. Por lo tanto, todavía queda mucho por conocer en esta zona del hemisferio sur. “Entre otras cosas, observamos peces de interés comercial como el pejeperro, que son peces que justamente se encuentran en peligro, entre otros que solo observamos en los jardines de gorgonias. Esto nos indica que es un hábitat importante a proteger. Aún así, en ese aspecto, es necesario más estudios de peces más grandes u otro tipo de fauna para ver cómo las gorgonias ayudan a estas especies”, comenta Judith.

Gorgonias. Créditos Judith Camps.
Gorgonias. Créditos José Tomás Yakasovic @Tomysub

Mientras tanto, sobre sus amenazas, se menciona el cambio climático -que tendería a enfriar el agua-, y que Pichicuy está una una zona de extracción de recursos. Extraer un pez, por ejemplo, podría alterar todo el ecosistema. Sin embargo, Judith comenta que, por el momento se ha visto “un jardín de gorgonias sano, con buena abundancia y los pescadores de Pichicuy tienden a proteger estas gorgonias y el valor que merecen”.

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