El agua es un recurso fundamental para las aves no solo para sobrevivir, sino que también juega un rol fundamental en los ciclos migratorios. Los humedales, ríos, lagos, arroyos, marismas y estanques, tanto interiores como costeros, son imprescindibles para alimentarse, beber o anidar. En épocas de migración funcionan como lugares de reposo para recargar energías y poder seguir con sus largos viajes.

Lamentablemente, los ecosistemas acuáticos se ven cada vez más amenazados por la intervención humana: los niveles de contaminación, el paso de vehículos, la presencia de animales domésticos, entre otros. Es por ello que este año la campaña del Día Mundial de las Aves Migratorias se centrará en «Agua: mantenimiento de la vida de las aves».

dia mundial de las aves migratorias
Día Mundial de las Aves Migratorias 2023. Créditos: worldmigratorybirdday.org

La campaña, liderada por Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en conjunto con Environment for the Americas (EFTA), el Acuerdo sobre la conservación de las aves acuáticas migratorias de África y Eurasia (AEWA) y la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS), busca sensibilizar sobre las amenazas a las que se enfrentan las aves migratorias, su importancia ecológica y la necesidad de cooperación internacional para conservarlas.

Hablamos con Sharon Montecino, coordinadora del Programa de Aves Acuáticas y Humedales de la Red de Observadores de Aves y vida Silvestre de Chile (ROC), para armar una lista destacando algunas de las especies migratorias más icónicas del país, que tengan relación con el tema del Día de las Aves migratorias este año.

El playero ártico (Calidris canutus) es una de las principales aves que podemos ver llegar a nuestro territorio. Esta especie, de tonalidad gris ceniza en verano austral y plumaje café con abdomen pardo rojizo en época de reproducción, migra desde Alaska hasta el extremo austral de nuestro territorio, llegando a recorrer cerca de 30 mil kilómetros al año. Chile juega un rol fundamental en la preservación del playero ártico porque el 54% de su población habita en la Bahía Lomas en Tierra del Fuego, donde es considerada objeto de conservación.

Al igual que el playero ártico, el zarapito de pico recto (Limosa haemastica) se reproduce en las zonas árticas de norteamérica como Alaska y Canadá y a la llegada del otoño migra hacia el hemisferio sur. En el caso de Chile los podemos ver a lo largo de toda la costa, pero la mayor parte de su población llega a Chiloé, Calbuco y Tierra del Fuego, específicamente en Bahía Lomas, donde se concentra alrededor del 50% de su población. A pesar de ser muy parecido al playero ártico, el zarapito de pico recto tiene un cuerpo más estilizado gracias a sus largas patas y un pico levemente curvado que llega a medir 79 mm. (Lee la impresionante historia del zarapito que voló seis días sin parar desde Chiloé hasta Kansas aquí).

Otra ave que realiza este tipo de migración neártica, es decir, que se reproducen en el hemisferio norte y que se desplazan al hemisferio sur en busca de la primavera y el verano es el playero blanco (calidris alba). Este pajarito, de tipo acuático, mide menos que un smartphone, pesa alrededor de 100 gramos y es de las aves playeras que más abundan. Es probable que hayas visto pequeñas bandadas de playeros blancos corriendo detrás de las olas a la orilla de la playa, mientras se alimentan de gusanos, moluscos e insectos. A diferencia del zarapito de pico recto, se ha registrado que el playero blanco es una ave que sí va parando a lo largo de su trayectoria, por lo que necesita aún más de esta red de humedales para recargar energías y emprender su vuelo. En el caso de Chile se puede ver como primero llegan a Arica, al Humedal de la Desembocadura del Río Lluta, por ejemplo, y después siguen avanzando hacia el sur, poblando toda la costa.

playero blanco / calidris alba
Playero blanco (Calidris alba). Créditos: Pio Marshall @photo.birding.chile

Desde el Amazonas nos visita el rayador (Rynchops niger), un ave acuática que resalta por su pico, que tiene la particularidad de poseer la mandíbula inferior más grande que la superior, lo que se acentúa aún más en los machos. Por lo general se alimentan en grandes bandadas, volando a una altura cercana a la superficie del agua con la mandíbula inferior “rayando” el agua, de ahí su nombre. Una vez que toma contacto con alguna presa cierra rápidamente su pico doblando la cabeza hacia atrás para asegurarla. Esta especie se alimenta de peces pequeños, insectos, crustáceos y moluscos, y los podemos ver desde Arica hasta el estrecho de Magallanes, muchas veces descansando en bandadas en playas arenosas o bancos de arena, compartiendo espacios con gaviotas.

Rayador
rayador (Rynchops niger). Créditos: Pio Marshall @photo.birding.chile

La gaviota de Franklin (Leucophaeus pipixcan), nombrada en honor al explorador ártico John Franklin, es una especie de gaviota de tamaño mediano, que viene principalmente de México y Estados Unidos. Habita las costas desde el norte de Ecuador hasta la región de Magallanes, en Chile. Aunque es posible verla a lo largo de playas, roqueríos planos y humedales, tiende a concentrarse en grandes cantidades en sectores asociados a desembocaduras de ríos. Es una especie que cambia su apariencia dependiendo del estado reproductivo: en la época de reposo del verano austral tienen la cabeza grisácea con pequeñas manchas de blanco, mientras que en la época de reproducción del verano boreal se ven con la cabeza negra y el pico rojo oscuro. 

Gaviota de Franklin Leucophaeus pipixcan
Gaviota de Franklin (Leucophaeus pipixcan). Créditos: Pio Marshall @photo.birding.chile

Uno de los gaviotines más grandes que visitan Chile es el gaviotín elegante (Thalasseus elegans). Con patas y pico anaranjado, cuerpo blanco con gris y semi-capucha negra, esta ave le debe su nombre a la gorra negra que presenta en estado reproductivo, el que se asemeja a un peinado elegante peinado hacia atrás. Distribuido a lo largo del Océano Pacífico, el gaviotín elegante emprende su vuelo desde Canadá y Estados Unidos migrando hacia el hemisferio sur. En nuestro territorio pueden ser vistas desde Arica hasta la Región de Los Lagos, incluso llegando a ser vista en la Región de Aysén, poblando los humedales a lo largo de toda la costa nacional.

Una de las gaviotas con capucha más grandes y robustas es la gaviota andina (Chroicocephalus serranus). Si bien el macho y la hembra no presentan diferencias, cuentan con dos tipos de plumaje a lo largo del año: cuando están en reproducción y cuándo están en reposo. Mientras que en la época no reproductiva presenta un plumaje de color blanco en la cabeza, pecho y abdomen, con pequeñas manchas grisáceas detrás del ojo, en la época de reproducción se puede identificar fácilmente por su característico capuchón negro que cubre toda su cabeza. Como su nombre lo indica, esta ave se puede encontrar principalmente en lagos y lagunas de agua dulce en la cordillera de Los Andes, desde Arica hasta Ñuble, y en menor medida hasta la región de Aysén. En invierno descienden a zonas precordilleranas, por lo que se pueden avistar en lagos, humedales, ciénagas, e incluso playas y desembocaduras de ríos  a lo largo de la costa.

El playero vuelvepiedras (Arenaria interpres) es una ave playera relativamente rechoncha y pequeña, de pico corto y puntiagudo, con patas cortas que resaltan por su fuerte tono anaranjado.  En época de reproducción tienen la cabeza blanca con bandas negras que suben desde el collar negro del pecho y dorso color rufo. Sin embargo, esta ave se reproduce en Norteamérica, por lo que en nuestro territorio los podemos ver en su estado de reposo, que consta de una cabeza parda con manchas blancas, un semi collar pardo oscuro en el pecho y un dorso pardo con manchitas blancas. En Chile se encuentra desde Arica hasta Chiloé, en la región de Los Lagos, con pequeños registros en las regiones de Aysén y Magallanes. Su nombre viene de su costumbre de dar vuelta las piedras y conchas a la orilla de las costas en búsqueda de su alimento, que puede ir desde algas e insectos a pequeños peces.

El pollito de mar tricolor (Phalaropus tricolor) le debe su nombre a su apariencia en época de reproducción, sobre todo a la hembra, que es predominantemente gris y castaña en la parte superior, con el abdomen blanco, y el cuello rojizo con parches en el flanco también de tonalidades rojizas; mientras que el macho es más opaco, con partes superiores grisáceos, el cuello con tintes entre pardo y anaranjados y garganta blanca. Esta especie tiene la particularidad de presentar una inversión de los roles sexuales, ya que las hembras son más grandes y coloridas que los machos. Sin embargo, esta especie no se reproduce en Chile, por lo que vemos su plumaje en estado de reposo, que son de color gris pálido arriba y blanco abajo. Para alimentarse, esta ave gira en pequeños y rápidos círculos sobre el agua, formando pequeños remolinos. De esta forma agita los pequeños invertebrados que se encuentran en el fondo y con ayuda de su pico fino en forma de aguja logra atrapar insectos o crustáceos que suben por la columna de agua. El pollito de mar tricolor se puede avistar en lagos y lagunas en Arica, con pequeños registros en Tongoy y Valparaíso, y en el sur pobla las regiones de Los Lagos y Magallanes. Sin embargo no suelen visitar las costas.

El pitotoy grande (Tringa melanoleuca) es una ave playera que se caracteriza por sus largas patas de color amarillo brillante. Su plumaje varía dependiendo de su estado reproductivo. En estado de reposo, el plumaje en general es de tonos café grisáceos con un moteado blanco, y el pecho y el abdomen son de color blanco con estrías oscuras, mientras que en época de reproducción el pico se oscurece y el moteado del plumaje se intensifica, habiendo más contraste entre los tonos cafés y el blanco de su abdomen y dorso. Su nombre se debe a la onomatopeya de su vocalización, un «Pi-pi-to-toy»…«Pi-pi-to-toy» que resuena. Esta ave se encuentra desde Arica hasta Tierra del Fuego, en la región de Magallanes.

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