Hay fotógrafos que capturan algo muy difícil de atrapar: el espíritu de un territorio. Fernando Gudenschwager Martini pertenece a esa generación de creadores que encuentran en la naturaleza no solo un sujeto fotográfico, sino un camino para mirar y sentir el mundo. Su obra nace de la paciencia, la contemplación y un respeto profundo por el sur de Chile.

Solsticio de invierno Volcan Villarrica. ©Fernando Gudenschwager
Solsticio de invierno Volcán Villarrica. ©Fernando Gudenschwager

Durante diez años recorrió la Araucanía Andina con un objetivo claro: registrar la luz en sus momentos más sagrados. Subió cerros y volcanes para esperar la llegada del Solsticio de Invierno o ese instante preciso —a veces al atardecer, otras en plena noche o antes del amanecer— donde la naturaleza revela una belleza sublime y frágil. De ese viaje nació un libro de fotografía y una forma de ver el mundo.

Previo a su presentación el en Festival Ladera Sur con la charla “Fotografía de naturaleza como medicina, Araucanía Andina”, hablamos con él para conocer su experiencia y amor por esta zona de la Región de La Araucanía.

Villarrica Bosque milenario de Araucarias. ©Fernando Gudenschwager
Parque Nacional Villarrica. Bosque milenario de Araucarias. ©Fernando Gudenschwager

¿Cómo describirías la Araucanía Andina para alguien que no la conoce?

– Es un lugar donde habitan las araucarias milenarias, que es un árbol único en el mundo que está en esta zona, rodeado de volcanes, algunos de ellos activos y con glaciares. Con ríos, lagunas y lagos aún cristalinos. Un lugar con hartos rincones vírgenes y paisajes que parecen de una película mítica.

Además, tiene un contexto bastante profundo en lo sagrado del territorio para los pueblos ancestrales: cuando tú vas a algunos de esos lugares que son sagrados, en momentos de luz que son especiales, te das cuenta de que esa espiritualidad no tiene que ver con algo religioso o con alguna cultura, sino que es darte cuenta de que, en esa conexión con los procesos de luz que tú tienes, encuentras en esos lugares de la Araucanía como si te encontraras en un espacio sagrado.

Alba Santuario el Cañi. ©Fernando Gudenschwager
Alba Santuario el Cañi. ©Fernando Gudenschwager

Es el lugar donde nací y desde niño salí a explorar a parques nacionales. Pero cuando era niño nunca lo valoré tanto como ahora, por darte cuenta de que es este lugar es único. Cuando uno viaja por otros lugares del mundo, conoce muchas realidades y muchos territorios diferentes y también te das cuenta de cómo funcionan las cosas en otros lados, pero yo vuelvo a esta zona y es súper original, simple, la gente es muy amable y los territorios aún están bastante limpios en comparación a otros lados, todo es bastante prístino.

Laguna Negra Santuario el Cañi. ©Fernando Gudenschwager
Laguna Negra, Santuario el Cañi. ©Fernando Gudenschwager

¿Cómo describirías tus inicios?

– Tuve relación con las cámaras fotográficas cuando era bastante joven y acceso a tomar fotos con cámaras de estas a rollo, bastante simples, y ahí empecé a hacer fotos con amigos o a lugares donde iba. Ahí tenía cierta conexión. Más adelante, cuando estudié diseño gráfico, tenía un ramo de fotografía. Ahí empecé a tomarle más el peso. Cuando estudié en Temuco, había algunos lugares que eran como ruinas, y yo hice un proyecto que se llamaba Ruina urbana.

Glaciar Pichillancahue Parque Nacional Villarrica. Laguna Negra Santuario el Cañi. ©Fernando Gudenschwager
Glaciar Pichillancahue, Parque Nacional Villarrica. Laguna Negra Santuario el Cañi. ©Fernando Gudenschwager

Iba tomar fotos en la ciudad a lugares súper complicados, como ruinas donde se encontraba la gente que vivía en la calle. Y empecé a registrar lugares que son culturales, pero de oficios abandonados, como por ejemplo la curtiembre de los cueros, que antes era común, pero ahora ya no se usa de esa forma. Entonces, esos lugares van muriendo. Yo quise hacer un registro de esas labores que ocurren y que están desapareciendo, propias del territorio. Mi otro acercamiento fue ya cuando empecé a ir a lugares de con la naturaleza, a visitar rincones sagrados, esto por una búsqueda personal de sanarme a mí mismo en la naturaleza.

Glaciar Pichillancahue Verano. ©Fernando Gudenschwager
Glaciar Pichillancahue en Verano. ©Fernando Gudenschwager

¿Cuándo te diste cuenta de que podías convertir la fotografía en parte de tu vida y tu trabajo?

– Empecé a trabajar en fotografía haciendo matrimonios y eso me ayudó a desarrollar un ojo más rápido, porque tenía que registrar bien todo en poco tiempo. Después, en diseño gráfico, empecé a usar mis propias fotos. Aun así, yo sigo trabajando en otras cosas: fabrico helados en la heladería artesanal de mi familia, Huerto Azul. Recuerdo que antes mi familia, cuando trabajaba con ellos, me decían «Estás perdiendo el tiempo, así como vas a salir a hacer trekking, ¿por qué no trabajas más?», cosas así que dicen los papás de pronto.

Pero cuando empecé a hacer muchas fotos, a compartirlas en redes, comenzaron a aparecer auspicios. Ahí me di cuenta de que lo que estaba haciendo estaba siendo bien recibido, que transmitía un mensaje. Llegaba gente que me decía: ‘Oye, tus fotos me transmiten emociones’. Ahí pensé: esto tiene un fin más allá de mí; mostrar un estilo de vida, la conexión con la naturaleza puede inspirar a otros a cambiar decisiones tan simples como ir al mall o, en cambio, ir a un parque nacional.

Atardecer Volcan Sollipulli. ©Fernando Gudenschwager
Atardecer Volcán Sollipulli. ©Fernando Gudenschwager
Cordillera de Darwin, Tierra del Fuego. ©Fernando Gudenschwager
Cordillera de Darwin, Tierra del Fuego. ©Fernando Gudenschwager
Año nuevo en crater del volcan Villarrica. ©Fernando Gudenschwager
Año nuevo en cráter del Volcán Villarrica. ©Fernando Gudenschwager
Volcan Villarrica. ©Fernando Gudenschwager
Volcán Villarrica. ©Fernando Gudenschwager

¿Qué experiencia se te ha quedado grabada?
– Cuando acampamos en el cráter del volcán Quetrupillán, que en lugar de un cráter profundo tiene un gran glaciar al centro. Ascendimos, bajamos hasta el glaciar y con mi pareja armamos la carpa en medio de la nieve. Cuando hago esas aventuras, hago fotos todo el rato: atardecer, noche, time-lapse, amanecer, hasta que sale el sol; me gusta registrar cada proceso para después llevarlo a los libros.

El amanecer en ese lugar fue rojo fluorescente y en la noche casi nos congelamos porque no dimensionamos el frío. Ahí también vi por primera vez los satélites Starlink, esas líneas de luces infinitas en el cielo; pensé que se estaba cayendo el cielo. Y al bajar, muy temprano en la mañana, todo estaba cubierto de hielo duro, con una pendiente muy fuerte y sin crampones, solo con raquetas y bastones. La bajada fue terrible: tuvimos que ir enterrando los talones y abriendo huella paso a paso para poder salir del cráter.

Volcan Quetrupillan Parque Nacional Villarrica. Solsticio de Invierno. Volcan Villarrica. ©Fernando Gudenschwager
Volcán Quetrupillán en el Parque Nacional Villarrica. Solsticio de Invierno. ©Fernando Gudenschwager
Volcan Quetrupillan. Volcan Quetrupillan Parque Nacional Villarrica. Solsticio de Invierno. Volcan Villarrica. ©Fernando Gudenschwager
Volcán Quetrupillán, Parque Nacional Villarrica. ©Fernando Gudenschwager

– ¿Qué ayuda a encontrar identidad en alguien que se está iniciando en la fotografía?

– Experimentar. Una persona tiene que probar diferentes técnicas, distintos lentes y estilos, y dejarse llevar por lo que le gusta. Si te atraen los retratos, será evidente que querrás fotografiar personas; quizá la naturaleza no te llame tanto, y está bien. Lo importante es seguir una búsqueda personal, pero entendiendo que hay que experimentar para saber dónde sí y dónde no.

Uno gana experiencia, y en la experiencia está el conocimiento. Ahí puedes decidir qué te gusta y qué te da resultados. No es algo que pase de un día para otro: pueden pasar años antes de que encuentres tu camino, o quizás ni siquiera estés aún en la mitad de ese proceso. Puede que en unos años más yo mismo descubra algo distinto que me guste realmente. La búsqueda es personal y se sostiene en la experiencia; ahí está el conocimiento de cada uno.

Humedal de Molcul. ©Fernando Gudenschwager
Humedal de Molcul. ©Fernando Gudenschwager
Piedra del Aguila, Parque Nacional Nahuelbuta. Humedal de Molcul. ©Fernando Gudenschwager
Piedra del Aguila, Parque Nacional Nahuelbuta. Humedal de Molcul. ©Fernando Gudenschwager

¿Qué podrá ver, escuchar y aprender la gente en tu charla “Fotografía de naturaleza como medicina, Araucanía Andina”?

– En la charla voy a compartir aprendizajes que surgen de fotografiar el paisaje y de conectar con la naturaleza en La Araucanía. Hablaré de ciertos procesos de luz, de lo que uno descubre estando en esos lugares, y también mostraré detalles técnicos: qué lentes usé, cómo hice ciertas imágenes en la cordillera, o por qué en lugares como Piedra Anhuaraque se puede ver el amanecer y el atardecer desde un mismo punto. Además, mostraré lugares como el Parque Nacional Conguillío en distintas estaciones del año y explicaré cuál es el mejor momento para visitarlos y qué observar para lograr una buena fotografía.

También voy a mostrar parte de mi historia y de la búsqueda de identidad en la fotografía, con imágenes de proyectos en India, Nepal, Mongolia, África, Islandia, Rapa Nui y el norte de Chile. Quiero que eso sea breve, porque lo principal es volver a La Araucanía: entender que al ver el mundo desde afuera uno aprende a valorar aún más el propio territorio. Existe en Chile la idea de que lo imperdible es Torres del Paine o San Pedro de Atacama, y la Araucanía queda fuera de esa lista. Yo quiero darle visibilidad, rescatar su valor y dejar un registro visual de este momento histórico mientras sus glaciares y araucarias aún están sanos.

Volcan Lanin y Via lactea. ©Fernando Gudenschwager
Volcán Lanín y Vía láctea. ©Fernando Gudenschwager

Para mí también es importante hablar del valor de imprimir las fotografías; cuando internet desaparece o las cuentas se pierden, lo único que queda son los papeles. Luego mostraré una serie de imágenes: momentos de luz, la Vía Láctea sobre el Villarrica, estaciones que cambian, anécdotas que nunca he contado en redes.

Volcan Lanin. ©Fernando Gudenschwager
Volcán Lanín. ©Fernando Gudenschwager
Via lactea posada en el Mar. Volcan Lanin. ©Fernando Gudenschwager
Vía láctea posada en el Mar. Volcán Lanín. ©Fernando Gudenschwager
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