Desde Valparaíso a Concepción hay ocho parques nacionales, que son aquellos que abarcan la zona centro de Chile. En la “Electroruta: Parques Nacionales de Chile”, donde buscan recorrer todas estas áreas protegidas de Chile en un auto eléctrico, nuestros colaboradores Benjamín Valenzuela e Ignacia Jory hicieron un recorrido por la zona centro. Así fueron testigos de su particular belleza y aquellas cosas que hacen tan singular a cada uno.

Parque Nacional La Campana. Créditos Benjamín Valenzuela
Parque Nacional La Campana. Créditos Benjamín Valenzuela

“Bajo mi punto de vista, lo que más caracteriza a los parques de la zona centro de Chile es que tienen muy buena conectividad. Están en un clima templado mediterráneo, lo que es agradable para visitarlos en esta época otoño – invierno porque hay más agua y caudales de río (…). También la infraestructura de los parques del centro se empieza a notar mucho más desarrollada y hay más variedad de bosque. Al llegar la campana uno se encuentra en seguida con bosques más densos y harta variedad de fauna también. Obviamente exceptuando Juan Fernández y Rapa Nui que son ecosistemas totalmente alejados”, comenta Benjamín.

Parque Nacional Palmas de Cocalán. Créditos Benjamín Valenzuela
Parque Nacional Palmas de Cocalán. Créditos Benjamín Valenzuela

Para hacerse una idea, desde el sur de la zona de Mejillones, por la costa, hasta el norte de Nahuelbuta, hay un clima mediterráneo. Este se caracteriza por su riqueza de especies y su nivel de endemismo. No por nada es considerado un hotspot de biodiversidad a nivel mundial. Propio de este clima es el bosque esclerófilo. Siempre verde y distribuido desde la cuenca del Limarí hasta la de Malleco, recibe precipitaciones en invierno y resiste al calor del verano. Sin embargo, históricamente ha sido amenazado por la acción humana y el cambio climático, siendo la megasequía uno de sus grandes problemas. Los parques de la zona centro son parque de las áreas protegidas que conservan porciones de este bosque, que históricamente ha sido de los menos protegidos y más amenazados de Chile.

Según cuenta Benjamín, en esta época invernal al haber más caudal en invierno, el bosque es notable y los paisajes son más verdes. En verano, los paisajes son más secos. Sin embargo, al ir trasladándose hacia el sur, el esclerófilo dialoga con bosques caducifolios (que botan sus hojas en otoño) y conectando cada vez más con el sur y sus bosques valdivianos y las araucarias que dan la bienvenida al último tramo de parques nacionales de Chile. Los únicos con un clima distinto, y que también son parte de esta lista son los insulares de Juan Fernández y Rapa Nui.

Parque Nacional La Campana

El Parque Nacional La Campana es un clásico de la zona central. Creado en 1967, tiene una superficie de ocho mil hectáreas entre las provincias de Quillota y Marga Marga, en la Región de Valparaíso. Ubicado en plena cordillera de la Costa, es una zona núcleo en la Reserva de la Biósfera La Campana-Peñuelas. Esta es una de las diez de Chile, teniendo la particularidad de albergar ecosistemas únicos y vulnerables.

Parque Nacional La Campana. Créditos Benjamín Valenzuela
Parque Nacional La Campana. Créditos Benjamín Valenzuela

Cuenta con más de 500 especies de plantas vasculares, juntando especies presentes en todo Chile, lo que es posible gracias a su geografía. Entre estas destaca el famoso bosque esclerófilo y especies amenazadas como la palma chilena (Jubaea chilensis, “En Peligro” según el Ministerio de Medio Ambiente, MMA) o bosques relictos de robles de Santiago (Nothofagus macrocarpa, en estado “Vulnerable”). Ambas antiguas especies son vestigios del pasado, altamente amenazados por el cambio climático y la acción humana.

Este es uno de los dos parques nacionales donde habita la palma chilena y el único que alberga al endémico roble de Santiago, cuya acotada población se restringe a otras áreas protegidas como los Santuarios de la Naturaleza cerro el Roble, San Juan de Piche, Alto Huemul y las reservas Altos de Cantillana y Roblería del Cobre de Loncha.

Parque Nacional Río Clarillo

Es el primer parque nacional de la Región Metropolitana tras la reclasificación de la reserva nacional homónima, creada en 1982. Protege más de 10 mil hectáreas en las que predomina una muestra de lo que se considera vegetación mediterránea en Chile, donde encontramos matorral y bosque esclerófilo, así como estepa altoandina.

Parque Nacional Río Clarillo. Créditos Benjamín Valenzuela
Parque Nacional Río Clarillo. Créditos Benjamín Valenzuela

A diferentes alturas se encuentran distintas especies. Por ejemplo, hasta los 1.600 msnm vemos peumos (Cryptocarya alba), litres (Lithraea caustica) o quillayes (Quillaja saponaria), junto a chaguales como la Puya berteroniana. Sobre eso hay cipreses de la cordillera (Austrocedrus chilensis) con distintos matorrales y pastizales para, sobre los 2.000 msnm hablar de matorral altoandino. Eso se acompaña de la fauna y funga del lugar, como 85 especies de aves, al menos 15 reptiles, 5 anfibios y 22 mamíferos.

Parque Nacional Palmas de Cocalán

Si de palma chilena queremos hablar, no se puede seguir la lista sin mencionar al Parque Nacional Palmas de Cocalán, en la Región de O’Higgins. Creado en 1972, su actual superficie comprende 3.709 hectáreas.

Parque Nacional Palmas de Cocalán. Créditos Benjamín Valenzuela
Parque Nacional Palmas de Cocalán. Créditos Benjamín Valenzuela

Aquí se levantan erguidas cerca de 3.500 ejemplares de palma chilena, muchas de ellas milenarias, abarcando su formación más austral. Esta especie se acompaña de vegetación típica de ambientes mediterráneos: bosque esclerófilo. Destacan peumos (Cryptocarya alba), quillayes (Quillaja saponaria), quiscos (Echinopsis chiloensis) y espinos (Acacia caven) que albergan zorros y distintas aves.

Parque Nacional Radal Siete Tazas

En la Región del Maule, la belleza escénica está plasmada es este parque nacional. Quizás lo más característico son los saltos de agua del río Claro que caen en las rocas basálticas del suelo, en un ambiente rodeado de bosque nativo. Así, la vegetación y los cursos de agua son las cosas que más sobresaltan.

Inicialmente era una reserva nacional, pero en 2008 se recategorizó a parque protegiendo 5.147 hectáreas. Aquí los paisajes nativos incluyen predominante al coirón en las zonas altoandinas y a especies del bosque caducifolio, como robles (N.obliqua), raulíes (N. alpina), ñirres (N. antárctica) y el hualo (N. glauca), todos del género Nothofagus, que dialogan con las siempreverdes del bosque esclerófilo. Así, en otoño es un verdadero espectáculo donde también, con un poco de suerte, se pueden ver pudúes o más comúnmente loros tricahue. En total, alberga 331 especies de flora y 106 de fauna.

Parque Nacional Nonguén

Cubre 3.037 hectáreas en medio de la provincia de Concepción, en la Región del Biobío. Este lugar protege el último remanente del bosque caducifolio de Concepción, que antes estaba por la cordillera de la Costa de la región y fue cubierto por plantaciones exóticas.  

Principalmente hay robles, que coexisten con árboles siempreverdes del clima mediterráneo como peumos y litres. Además, destaca la presencia del michay araucano (Berberis negeriana), especie endémica en Peligro. Por su variado clima y temperatura, existen variados tipos de árboles y, por ende, una gran diversidad de especies de animales.

Este paisaje cuenta al menos 222 especies de flora. Ahí mismo también habitan siete especies de anfibios, con varias de ellas en categoría vulnerable. Se suman ocho especies de anfibios, al menos 69 de aves y 22 mamíferos, entre otros.

Parque Nacional Laguna del Laja

Creado en 1958 y ubicado a 93 km de Los Ángeles, este parque posee una superficie cercana a 11.900 hectáreas. Este parque es uno de los pocos en que la temporada alta es en invierno por los deportes invernales. De hecho, dentro de esta área protegida se ubican los volcanes Antuco y Sierra Velluda, que otorgan al parque de glaciares y ventisqueros. Limita con laguna del Laja, en embalse natural más grande de Chile.

Aquí está la distribución más al norte de la araucaria (Araucaria araucana). Sin embargo, los árboles también están presentes en bosques de lengas (Nothofagus pumilio) y cipreses de la cordillera, entre otros. 

En el lugar además sobresale la población de aves, con al menos 46 especies, entre las que destacan el cóndor y la bandurria. Hay 12 mamíferos, entre ellos vizcachas, tucotuco y huemul, además de anfibios, reptiles e ictiofauna. 

Los insulares: Parque Nacional Rapa Nui

En la isla más remota de Chile se ubica el Parque Nacional Rapa Nui. Cubriendo más del 40% de Rapa Nui, incluye sitios arqueológicos y de visita. Además, es considerado Monumento Histórico Nacional y Patrimonio Mundial de la Unesco. Administrativamente, este lugar está dentro de la Región de Valparaíso.

Parque Nacional Rapa Nui. Créditos Benjamín Valenzuela
Parque Nacional Rapa Nui. Créditos Benjamín Valenzuela

Cubre cerca de 7.100 hectáreas y coadministrado por la comunidad indígena Ma’u Henua. Dentro de sus principales puntos están O´Rongo, aldea ceremonial; Ana Kai Tangata, cueva con pinturas rupestres; Maunga Tere Vaka, el cerro más alto de todo el parque; Ahu Akivi, los 7 moais; Rano Kau, cráter volcánico; Ahu Tongariki, la plataforma de moais más grande y Rano raraku, volcán rodeado por moais.

Sobre su biodiversidad, se reconocen especies que están en la isla naturalmente y otras por acción del hombre, pero entre las 2 no superan las menos de 100 especies de flora y otras pocas de fauna. Las aves resaltan con cerca de 49 especies, la mayoría marinas. A diferencia del continente, la isla tiene un clima subtropical y su biodiversidad está altamente relacionada a su condición de insularidad.

Los insulares: Parque Nacional Juan Fernández

El Parque Nacional Juan Fernández abarca el 98% del archipiélago homónimo, administrativamente emplazado en la Región de Valparaíso. Creado en 1935, cuenta con una superficie de 9.571 hectáreas, comprendidas entre las islas Santa Clara, Alejandro Selkirk y la mayor parte de Robinson Crusoe.

Parque Nacional Archipiélago de Juan Fernández
Parque Nacional Archipiélago de Juan Fernández

Aquí se puede hablar bien de endemismo. Más del 60% de su flora vascular solo habita ahí, entre 213 especies de flora nativa. Seis especies de aves solo habitan ahí y dos de ellas, el picaflor de Juan Fernández (Sephanoides fernandensis) y el rayadito de Masafuera (Aphrastura masafuerae), están en peligro crítico de extición. Este lugar además es Reserva de la Biósfera desde 1977 y protege al endémico lobo fino de Juan Fernández, que estuvo al borde de la extinción.

*La información de los parques se recopiló entre la página de Áreas Protegidas del Estado de la Corporación Nacional Forestal, algunos papers de cada parque y los respectivos planes de manejo de cada parque.

Parque Nacional Archipiélago de Juan Fernández
Parque Nacional Archipiélago de Juan Fernández
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