A menudo, cuando observamos las imágenes que se publican en revistas especializadas o medios sociales de naturaleza, nos preguntamos si el principal motivo de esas fotos es el de destacar el triunfo personal y técnico de su autor, o el de generar contenido y enseñanzas. La fotografía es sin duda, una de las expresiones artísticas que más nos envuelve con su juego de colores, sombras, contrastes, brillos, profundidad de campo y otras, que permiten al artista producir acabadas manifestaciones llenas de expresión.

Sin embargo, la cuestión es si la perspectiva de la fotografía no está sólo centrada en la mejor imagen, técnicamente hablando. Sin duda el quid de la cuestión está además en la enseñanza que ella puede dejar; en obligar al observador a reflexionar y a recibir el mensaje subyacente que cada una de ellas conlleva.

Cóndor macho adulto ©Francisco Espíldora
Cóndor macho adulto ©Francisco Espíldora

Inspirado en la idea anterior, comencé a buscar las formas de vida en el entorno, de su vida privada y de la urgente necesidad de manifestarlas a objeto de hacer entender a los humanos la integración con los animales salvajes, la mayoría de las veces discriminados por el antropocentrismo.

Salir a la cordillera y buscar imágenes que cumplieran con este objetivo no es tarea fácil. Especialmente cuando, como todo fotógrafo sabe, se puede estar un día entero con la cámara preparada sin que aparezca nada en el visor que pueda ser satisfactorio a nuestras expectativas.

©Francisco Espíldora
©Francisco Espíldora

Hace poco apareció a distancia de mi zoom, una belleza inexpresable: el cóndor andino, con su plumaje blanco y negro, su cara descubierta y todas sus formas nítidas. Un espectáculo para congelar al más profesional de los fotógrafos; toda la libertad de nuestra cordillera frente a la cámara, una emoción solo reservada a los más tenaces.

Parecía que la cámara se negaba a obtener ese privilegio, de pronto se movía innecesariamente, tanta emoción contenida en un momento efímero. La imagen ese día salió perfecta, sumándose a las más de cien fotografías sutiles, cargadas de empatía y primeros planos que he realizado a lo largo de estos años. Imágenes que merecen mostrarse al mundo en su real dimensión.

Cóndor macho adulto y juvenil ©Francisco Espíldora
Cóndor macho adulto y juvenil ©Francisco Espíldora

Para quienes han tenido la oportunidad de verlos en su reino, no hay duda que nunca pensarán que a ese ser hay que reducirlo como algunos esperan, sino por el contrario, promover el respeto a su vida, costumbres y envidiar sus viajes a la inmensidad de nuestras montañas. Aun así y aunque parezca increíble, el cóndor se nos está yendo. La acción humana envidia tanta libertad y prefiere verlo extinto que majestuoso.  En Chile se encuentra en estado vulnerable y en varios países del mundo andino el cóndor ya casi no está presente.

Cóndor macho sub adulto ©Francisco Espíldora
Cóndor macho sub adulto ©Francisco Espíldora

Por este motivo, busco que mis fotografías, acerquen y adquieran la fuerza necesaria, la de insistir no sólo en preservar tan maravillosa especie, sino además en abrir nuevos espacios para que se desarrolle.

©Francisco Espíldora
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