En un hecho que llamó la atención del mundo, el desierto del Sahara se tiñó de blanco este domingo 7 de enero de 2018 luego que una ola de frío proveniente de Europa y Norteamérica se posara sobre el poblado de Ain Sefra, al noroeste de Argelia.

Las postales que dejó esta tormenta, no tardaron en dar la vuelta al mundo, mostrando a las características dunas anaranjadas del desierto africano cubiertas de un manto blanco de nieve, que en algunas zonas alcanzaba un grosor de 40 cm.

Es la tercera vez en 39 años que ocurre este extraño suceso, la más reciente, fue en enero de 2017 y la anterior poco después de la navidad de 2016. Antes de eso, la última nevazón registrada en el Sahara databa de febrero de 1979.

El fotógrafo Karim Bouchetata, fue uno de los pocos afortunados que vivió este espectáculo de la naturaleza en carne propia “Nos quedamos realmente sorprendidos cuando nos despertamos y vimos de nuevo la nieve. Estuvo todo el día y comenzó a derretirse alrededor de las cinco de la tarde”, señaló al respecto.

Este poblado, conocido como “la puerta de entrada al desierto”, se encuentra a 1.000 msnm y está rodeado por la cordillera del Atlas. En enero suele tener una temperatura promedio de 6ºC con mínimas promedio de -3ºC.

Eventos como éstos nos hacen pensar… ¿volverá alguna vez a ser el Sahara la tierra fértil que fue alguna vez? Con extensos lagos, vegetación y animales; una época conocida como el Periodo Húmedo Africano (African Humid Period) ocurrido hace 5.000-11.000 años atrás.

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