Desde ahora el Reino Fungi contará con el respeto que merece. Así se lo ha propuesto la comunidad científica y en especial aquellos especializados en micología, la rama de la biología que estudia a los hongos: recientemente una publicación en la revista de la Asociación Internacional de Micología, propuso la autonomía de los hongos de los términos Flora y Fauna, para romper con el error histórico que los incluía en estas categorías. De ahora en adelante, Funga es el término que acogerá a la diversidad del Reino Fungi y se espera que el uso de las 3 F (Flora, Fauna, Funga) sea utilizado de ahora en adelante de manera cotidiana al referirse a la biodiversidad que existe en el planeta, representando a los reinos Plantae, Animalia y Fungi.

 

La publicación fue realizada como un esfuerzo en conjunto por argentinos, chilenos, brasileños y el destacado micólogo estadounidense Donald H. Pfister. La necesidad de un término colectivo para hablar de los hongos es reconocida entre los micólogos activos en los movimientos de conservación. A nivel global se suele clasificar a los organismos macroscópicos vivos sólo como Fauna y Flora, con la omisión total de hongos o cualquier organismo microscópico,  y hasta el momento no existía un término equivalente. Funga viene a cumplir ese rol. «Es novedoso y es justo, porque tratar a los hongos como plantas o animales es una falta grave. No se nos ocurriría decir que los animales tienen tallo, ni que las plantas tienen hígado. Entonces, ¿por qué asignarle lenguaje propio de plantas y animales a los hongos, que constituyen un reino diferente? Esto hace justicia al reino de los hongos», expresó la micóloga chilena y fundadora de Fundación Fungi, Giuliana Furci. «Funga es equivalente a Flora y Fauna y describe la diversidad de hongos de un lugar o país».

 

Tal como aseguran en Fundación Fungi, la incorporación del Reino Fungi a las políticas públicas brindará protección efectiva a plantas, animales y hongos, y la aceptación del reconocimiento de los organismos macroscópicos de la Tierra como Fauna, Flora y Funga dará paso a cambios sustanciales en políticas educativas y agrícolas. Esto facilitará la incorporación de la micología en asuntos de interés nacional, tales como la conservación, la educación, la protección del hábitat y de sus especies. «La propuesta se centra en la naturalización del término en el lenguaje, de manera tal que los hongos no puedan ser dejados de lado en la educación ni en la política. Para esto es importante utilizar un término simple, eufónico y paralelo a los que la gente ya conoce«, agregó el micólogo argentino Francisco Kuhar.

 

El uso de las 3F en asambleas internacionales como la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y la Convención sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas (CDB), proporcionará una base moderna para hacer referencia a uno de los grupos más grandes de organismos en la Tierra.
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