Hace cinco años Nicolás Sánchez, en un proceso muy personal, comenzó a grabar «La vida está en otra parte». Este documental narra un viaje desde el desierto de Atacama hasta la Patagonia y la historia de dos hombres, que a partir del paisaje renacen experiencias de vida profundas pero sencillas. Una producción simple, sin guión previo, acompañada de una música original para el film, donde finalmente basta con el entorno que es el que construye la historia.

Aquí lo puedes ver:

Aquí les dejamos una entrevista que le hicimos a Nicolás.

¿De qué se trata ´La vida está en otra parte´?

De la vida de Horacio, que estudia un oasis de niebla en pleno desierto de atacama y la de Alfonso, que intenta resucitar una estancia ovejera en la Patagonia. Ambas historias las conecta mi viaje a conocerlos, las largas conversaciones que sostenemos en torno a la vida, la modernidad, la resistencia y el cambio, siempre inmersos en paisajes sobrecogedores. Es un documental lírico de sus experiencias de vida que revelan una profunda conexión y sensibilidad.

¿Cuál fue el primer estímulo para realizar este documental?

Fue un proceso muy personal, sentía la necesidad de descubrir otras formas de vivir y sacudirme de la tendencia a entender la vida como un molde de galletas.

¿Cómo y cuándo fue el proceso de filmación?

Hace ya 5 años partí solo, con el mínimo equipo posible, con cámara y trípode al hombro. Me largué a filmar estas historias a través de relatos sencillos, de individuos libres, cuyo mejor discurso son sus propias vidas, las que resonaban en mí como bombas contra el sentido común.

¿Cuánto de guión había?

Había ciertos temas que atormentaban a mis personajes y otros que me rondaban a mí. En alguna parte nos juntábamos. Fue un proceso sin guiones ni storyboards, a mí parecer no había otra forma de hacerlo. Las herramientas que yo sí había decidido que me ayudarían a encauzar la historia eran el paisaje, el encuadre, la composición, la luz, el montaje, la música, la edición…

La edición… ¿cómo fue ese proceso?

Muy intenso y solitario. Sólo después de 2 años me animé a editar las más de 100 horas de material producto de ese proceso catártico. Hubo cientos de escenas en el que botón Rec nunca fue apretado, diálogos en donde las cintas se acababan en la mitad, tomas sin audio, personajes fuera de cuadro, etc. Estas hacían muy desafiante el proceso de cortar y pegar. Si bien las historias habían de cierta manera decantado ya en mí, nunca supe antes de terminar la edición si en todo ese material había finalmente una película.

¿Qué papel juegas tú como personaje?

Me gusta pensarme como un facilitador, un catalizador. Mi intención con el pequeño gesto de exponerme también ante la cámara, era únicamente crear una atmósfera de intimidad y complicidad con el personaje que potenciara la naturalidad. Y en la práctica funcionaba, la cámara se olvidaba a los pocos segundos.

¿Por qué hablas de un documental lírico o de un film de artista?

Porque creo que ´La vida está en otra parte´ está a medio camino… no es cine, ni tampoco video arte. En todas las decisiones que te comento hay una transacción quizás en desmedro de la perfección técnica. Lo probado y a favor del ensayo, la historia y el espíritu de la empresa que no tienen que ver con la industria del cine. Por otra parte, el film tiene una narrativa más tradicional que está lejos del video experimental.

Además hay un tratamiento del tiempo, de la composición, de las imágenes… esa insistencia en los planos fijos, cuidados y relativamente largos

Sin duda. Hay una propuesta estética y narrativa -que sigue la línea de otros trabajos míos anteriores- muy contemplativa, de tomas fijas, con un énfasis muy marcado en el paisaje, con un ritmo que habla más por lo que calla…

 Y la música juega un rol fundamental también en esa dirección

Efectivamente. Trabajé muy de cerca con hermano-hermano, quienes decidieron desde el primer minuto realizar música original para la película. En ese sentido, la banda sonora es una pequeña opera hecha a la medida que funcionan a la perfección juntos.

¿De dónde viene el nombre? ´La vida está en otra parte´ es una novela de Milan Kundera…

Pero antes de titular esa extraordinaria novela de 1969, era un grafiti de los movimientos sociales del Mayo francés (1968)… creo que es una frase muy cautivante, de un poder sugestivo que sigue vigente, que siempre se aleja y que como toda utopía, sirve para caminar.

¿Qué recorrido ha hecho la película en términos de exhibición?

Se ha mostrado en un circuito bastante diverso; en galerías de arte por un lado como Cecilia Brunson Project en Londres o NAC y BLOC en Santiago. También en festivales de cine documental o independiente como FICA, FECIR, FICAMS, FEDOCHI en Chile o el BIFF y Culture Unplugged en Estados Unidos.

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