El recién pasado viernes 19 de enero, SERNAPESCA corroboró la presencia de decenas de aletas de tiburón secándose sobre la techumbre de la oficina comercial de la Embajada de Vietnam, ubicada en la calle Eliodoro Yáñez, Providencia. Según las denuncias realizadas por vecinos del sector, las aletas habrían estado alrededor de 7 días en el techo. Las primeras aletas habrían aparecido el 13 de enero y luego se irían sumando más.

Al respecto, el director nacional del Servicio Nacional de Pesca, José Miguel Burgos, explicó que ya iniciaron una investigación para determinar el origen de los restos animales. «(…) existen dos regulaciones importantes que debemos prever. La primera tiene que ver con el comercio de especies protegidas y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (Cites), que dice que en el caso que fueran productos importados, requieren certificación al ingresar a nuestro país; lo segundo dice que si son productos comprados en Chile, requieren la declaración de su origen legal”, señaló Burgos, quien además explicó que al tratarse de una sede diplomática, no tienen jurisdicción para ingresar el recinto. Por esta razón SERNAPESCA se puso en contacto con Cancillería para que coordine los protocolos correspondientes.

©SERNAPESCA
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“Estas aletas pueden ser perfectamente legales, pero necesitamos aclarar el origen y que se pueda demostrar, no solo el cumplimiento de la norma chilena, sino que también de las consideraciones internacionales, para lo cual el lunes pediremos a Cancillería que tramite una carta”, señaló la autoridad.

La práctica de «aleteo» o «finning», consiste en cortar las aletas del tiburón y lanzar el resto del animal al mar y se trata de una práctica prohibida por ley desde el año 2012 en Chile. Según las cifras recopiladas por las autoridades en territorio nacional, entre el año 2006 y 2009 –previo a la aprobación de la ley– se exportaron más de 71 toneladas de aletas secas de tiburón correspondientes a 8 especies distintas, siendo las más afectadas el tiburón azulejo (Prionace glauca) y el tiburón marrajo (Isurus oxyrhinchus). En el mundo se estima que 100 millones de tiburones mueren al año debido a esta brutal práctica. 

Los principales mercados que adquieren este producto, son China y Vietnam, donde son utilizadas con fines culinarios. La famosa sopa de aleta de tiburón, es considerada un plato de lujo otorgando status a quienes la ofrecen, y puede llegar a costar 1.600 yuanes, el equivalente a 130 mil pesos chilenos aproximadamente.

©Jeannette Labrin
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