Vamos a batir el récord mundial de apnea
Estar en apnea es aguantar la respiración. Y, debido a la pandemia, estamos en ese estado hace meses. Esta situación ha resultado en un enorme impacto económico en el sector turístico, lo que se ha traducido en pérdidas de millones de dólares. Así lo explica nuestro colaborador y emprendedor turístico, Felipe Howard, quien aborda en esta columna de opinión los desafíos que se vienen por delante para invitar a las personas a confiar y soñar en un futuro viaje: «Esta industria va a encontrar la manera de salir a flote, no será la primera vez que lo hagamos, pero el desafío es inmenso, la crisis es brutal y esta vez tendremos que batir el récord mundial de apnea y queremos hacerlo».
Estamos en apnea, aguantando la respiración desde hace meses. Las fronteras siguen cerradas, los cordones sanitarios más estrictos, los aviones siguen en tierra y el mundo casi entero está en confinamiento. Estas son las causas de pérdidas estimadas en casi cuatro mil millones de dólares para la industria del turismo nacional este 2020. Pero, ¿qué significa ese número? significa que muchas empresas -y por lo tanto, cientos de miles trabajadores- están sin movimiento, sin venta y sin ingresos desde mediados de marzo, sin saber por cuánto tiempo más. No estamos hablando de utilidades o de lo que “dejaremos de ganar”, estamos hablando de “plata” que se usa para el día a día. Esa cifra significa que empresas de transporte, hoteles , hostales, restaurantes, operadores turísticos, guías y tantos más llevan 90 días sin operaciones y no la tendremos en un tiempo indeterminado. Estamos frente a la peor crisis del sector.
Chile es un país con un turismo que ha sido reconocido últimamente a nivel mundial, con ofertas muy variadas a lo largo del país, con muchos emprendedores de pequeñas y medianas empresas. Pero eso mismo es lo que hoy tiene muy complicado a gran parte del sector, con más de 177 mil empresas, de las cuales el 98% son micro y pymes a lo largo de todo país, que a diferencia de otras industrias que han podido reinventarse, en esta hay mayores dificultades y mayor incertidumbre de cuándo retornar. El turismo genera alrededor de 600 mil empleos directos, es un sector muy horizontal y transversal, que genera recursos de manera más repartida que otros rubros en donde la concentración es mayor, con presencia en regiones, que ayuda mucho a la descentralización tan necesaria.
Sin duda que la salud es lo primero. También que han surgido medidas de apoyo e instancias entre el mundo público y privado en pro de establecer una hoja de ruta para la esperada reactivación– lo que valoramos y definitivamente es la forma en que queremos buscar la salida–, pero no sabemos si será suficiente. En el caso de nuestras empresas, nos tuvimos que acoger casi en un 100% a la Ley de Protección al Empleo, con un equipo que ha entendido la gravedad de la situación. Además hemos visto la mejor manera de financiarnos, no sin dificultades, con los “créditos Covid” durante esta apnea. Estamos desde nuestras casas en contacto permanente con clientes y proveedores incentivando el “posterga tu viaje, no lo canceles”, pensando en toda la cadena de proveedores y personas que hay detrás. Las caras que no se ven tras los millones de dólares en pérdidas.
Estamos trabajando en todas las medidas de higienización para entregar confianza a los futuros viajeros, la salud por delante. Todos queremos salir, todos queremos ver un atardecer, caminar en un bosque, observar delfines, perder la mirada en el desierto, pero aún no tenemos certezas de cuándo podremos hacerlo. Algunas localidades quizás no estarán dispuestas a recibir turistas durante un tiempo y por otra parte los viajeros tampoco se querrán exponer a grandes aglomeraciones o a viajes muy largos, pero la gente querrá salir y probablemente lo hará, dentro del país, buscando más naturaleza y seguridad.
“No me gustaría estar en tus zapatos”, me dijo un cliente muy cercano, pero como emprendedores tomamos el desafío, hoy tenemos que aguantar. Es momento de adaptarnos, de ver qué estaba bien o mal en nuestras empresas, en nuestras estructuras, en nuestras jerarquías, en nuestros servicios.
Hoy debemos invitar a soñar el próximo viaje, en donde la gente se sienta más segura que en su propio barrio, y estar listos para saltar con todo a la orilla y retomar la positiva curva en la que venía la industria del turismo en Chile. Esta industria va a encontrar la manera de salir a flote, no será la primera vez que lo hagamos, pero el desafío es inmenso, la crisis es brutal y esta vez tendremos que batir el récord mundial de apnea y queremos hacerlo.