Una de las tribus más aisladas del mundo: divisan a indígenas amazónicos de Perú, expuestos en territorio donde operan madereras
Alrededor de 50 personas de los Mashco Piro, la tribu indígena no contactada más grande del mundo, fueron vistos en la orilla del río Las Piedras, en el sureste del Perú. Sus visitas al sector han sido cada vez más frecuentes, ya que buscan alimentos y se alejan de las distintas empresas madereras que tienen concesiones en su territorio.
La organización Survival International compartió en sus redes sociales fotografías y videos de al menos 50 indígenas de los Mashco Piro en el río Las Piedras, región de Madre de Dios, al sureste de Perú. Se trata de la tribu aislada más grande del mundo. «Nuevas y extraordinarias imágenes publicadas hoy -16 de junio- muestran a decenas de personas indígenas de un pueblo no contactado en la Amazonía peruana a escasos kilómetros de varias concesiones madereras», señala el comunicado de la organización.
El pueblo indígena cuenta con más de 750 integrantes y habitan en las profundidades de la selva amazónica, en la frontera entre Perú y Brasil. Rechazan todo contacto con personas que no sean de la tribu, por lo que son vulnerables a las enfermedades comunes al no poseer defensas inmunológicas contra estas.
No es habitual que salgan de la selva tropical. Sin embargo, la Federación Nativa del Río Madre de Dios y Afluentes (Fenamad) explicó a Reuters que han sido vistos con más frecuencia en busca de alimentos y tratando de alejarse de las empresas madereras que se han instalado en la zona.
Estas concesiones madereras a empresas privadas fueron adjudicadas por el gobierno en 2002, por lo que maniobran legalmente. Solo una parte del territorio selvático de los Mashco Piro está protegido por la llamada Reserva Territorial Madre de Dios. “Son cazadores-recolectores y necesitan amplias zonas de selva para conseguir su alimento. Por lo que esta reunión de varios grupos puede ser una forma extrema de buscar comida debido al impacto que está habiendo en su territorio”, señaló Teresa Mayo, vocera de Survival International.
Una de las compañías más cercanas a los Mashco Piro es Canales Tahuamanu, que cuenta con más de 50 mil hectáreas para extraer caoba y cebo. Además, ha construido más de 230 kilómetros en carreteras que se usan para el paso de camiones madereros en el territorio de la tribu. Es por esto que Survival International, encargada de defender los derechos de los pueblos indígenas y tribales, solicitó al Consejo de Administración Forestal (FSC), quien certificó a la empresa, que esta cancele sus operaciones en el lugar.
Las preocupaciones ante el contacto con otras personas
El encuentro de los Mashco Piro con humanos ajenos a la tribu conlleva una serie de preocupaciones. Una de ellas es la propagación de enfermedades a las que no están acostumbrados y que podrían resultar mortales para ellos, reduciendo su población.
Por otro lado, los Mashco Piro tienen un historial de violencia en sus encuentros con el mundo exterior con su comunidad. El rechazo al contacto tienen sus orígenes aproximadamente en 1880, cuando sus tierras fueron invadidas y muchos de ellos sufrieron situaciones de esclavitud.
En el intento de proteger su territorio, se han reportado varios ataques con flechas a lo largo de los años. En 2011, un grupo de turistas fue víctima de uno de ellos. En 2015, Leonardo Pérez, un comunero de la zona, falleció al recibir una flecha en el pecho. Una situación similar sufrió Nicolás «Shaco» Flores, habitante de la comunidad vecina quien llevaba años tratando de contactar a los Mashco Piro y que estaba ayudando a un antropólogo español a llegar a esas zonas.
Los únicos con los que han mantenido un poco más de contacto son los Yine, un pueblo vecino. Sus lenguas son similares, y con ellos han obtenido alimento y utensilios. Los Yine han avisado, en distintos momentos, que los Mashco Piro son reacios a las empresas madereras que talan árboles en sus tierras.
Además, de la tala de árboles, la tribu indígena se ve amenazada por la creciente actividad relacionada al narcotráfico del sector. Por esto, activistas piden que sean reconocidos y protegidos a través de la creación de leyes.