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Tutuquén: El tesoro arqueológico olvidado que lucha por su reconocimiento en Chile Central
Hace casi 20 años, en la localidad rural de Tutuquén, al sur de Curicó, un hallazgo arqueológico prometía revolucionar el entendimiento del pasado humano en América. Lo que comenzó como un descubrimiento fortuito de 42 restos humanos y objetos culturales de hace más de 10.000 años se ha convertido en un símbolo del abandono patrimonial en Chile. Recientemente, el Consejo de Monumentos Nacionales anunció la finalización de las obras de emergencia para proteger el cementerio arqueológico y los habitantes esperan que estas acciones sean el primer paso hacia el cumplimiento de las promesas incumplidas. Entérate de todos los detalles en la nota escrita por Marieth Farias y Javiera Rojas a continuación.
Lo que parecía ser una simple ampliación del retén de carabineros local en 2005 terminó revelando un secreto milenario enterrado bajo el suelo de Tutuquén. Mientras los obreros trabajaban bajo el calor de octubre en los primeros 360 metros cuadrados de excavación, el proyecto dio un giro inesperado: 42 restos humanos y artefactos culturales salieron a la luz, revelando la temprana ocupación humana del lugar. Estudios posteriores confirmaron que este terreno fue utilizado durante milenios como un sitio fúnebre y posiblemente ceremonial por distintas comunidades indígenas, un hallazgo trascendental que fue documentado en el libro Tutuquén: Vestigios de los antiguos habitantes de Chile Central, publicado por el Consejo de Monumentos Nacionales.
Entre quienes recuerdan ese momento está la señora Helen, una vecina que tenía su puesto de verduras frente al lugar. Cuenta con una mezcla de risa y sorpresa cómo su madre, sin saber la importancia del hallazgo, guardó algunos huesos en una caja de zapatos antes de entregarlos a carabineros. “Menos mal los devolvió rápido, porque al poco tiempo el lugar se llenó de arqueólogos, antropólogos y autoridades», comenta con una mezcla de risa y nostalgia.
Los restos fueron trasladados al Museo Regional de Rancagua, y la comunidad de Tutuquén no volvió a saber de ellos. Las esperanzas de los vecinos, que se ilusionaron con la posibilidad de un museo local, comenzaron a desvanecerse cuando los proyectos prometidos quedaron en el aire.
El abandono de un sitio histórico
Juan Quitral ha pasado 48 años rodeado por los paisajes rurales de Tutuquén, donde la tranquilidad de las plantaciones y el verde de los pastizales han marcado su vida. Con 11 kilómetros que conectan el centro de Curicó con el sector de “Los Duraznitos”, él y su familia han disfrutado de la calma de estos parajes, interrumpidos solo por las pequeñas casas y negocios que aparecen a lo largo del camino.
Sin embargo, lo que prometía ser un hito arqueológico y cultural para Tutuquén se desvaneció con el tiempo. Las piezas fueron trasladadas al Museo Regional de Rancagua, y las promesas de construir un museo local quedaron enterradas junto con los restos humanos.
“Lamentablemente, nosotros estamos abandonados porque es una villa muy chiquitita. Como solo hay 28 casas, pasan de largo no más. Si usted nos busca en el mapa, no se mete para dentro. No estamos en el mapa. Estos días yo fui a ver unos planos de loteo y no hay nada, ni un registro de este lugar”, añade Quitral.
Las promesas de construir un museo de sitio han sido reiteradas por distintos alcaldes, incluido Javier Muñoz, quien estuvo 12 años en el cargo y que renunció el pasado noviembre, pues señaló que participará en las elecciones parlamentarias del próximo año.
«Me dijeron que el alcalde, don Javier Muñoz, ya estaba saliendo y que a lo mejor el próximo lo iba a hacer. Incluso aquí vinieron y dijeron que si salían prometían hacerlo. ¡Claro!, dije yo, en este momento todos prometen,» comenta Don Juan. Sin embargo, la única respuesta que han recibido es que el tema no compete a la Municipalidad de Curicó.
Para el líder comunitario, el abandono del sitio refleja algo más profundo: la indiferencia hacia las comunidades pequeñas y de bajos recursos. «Yo creo que es porque somos gente humilde. Si esto fuera en un lugar como Zapallar, ya habrían hecho tremenda construcción porque ahí hay plata. Aquí somos 28 casas, la mayoría adultos mayores. Pero si estuviera en otro lado, sería muy distinto”, reflexiona.
El conflicto de intereses
Jocelyn García, Licenciada en Artes con un Magister en Gestión Cultural, ha dedicado años a la difusión y valorización del hallazgo arqueológico de Tutuquén. Desde su colorido taller, repleto de obras propias, reflexiona sobre la importancia de este descubrimiento y la limitadas acciones para protegerlo: “Han pasado muchos años, imagínate, desde 2005, pero las condiciones actuales impactan y hacen que la gente diga que no se puede hacer nada. A pesar de ello, científicos siguen haciendo investigaciones y nosotros también trabajamos, pero el sitio es complicado de intervenir y varios proyectos no han pasado la exigencia de Monumentos Nacionales”.
La artista destaca el interés que el hallazgo generó en distintas agrupaciones, como las comunidades indígenas o la junta de vecinos de Curicó, quienes lo consideran parte de su patrimonio. Sin embargo, las tensiones entre diversos sectores políticos han dificultado los avances. “El lugar interesa a muchas personas, pero no todos coinciden en qué hacer con él. Algunos quieren un museo de sitio, otros no. Ha sido un problema desde 2005 hasta ahora”, explica.
Según un artículo publicado por Radio Condell en el 2018, el terreno pasó a la Gobernación de Curicó con planes de rescatarlo del abandono. Sin embargo, en poco tiempo regresó a la administración de la Secretaría Regional Ministerial de Bienes Nacionales, y los proyectos anunciados quedaron nuevamente en el aire. Muchos interesados en el lugar han enfrentado múltiples obstáculos que han incrementado la desconfianza en los vecinos. Así lo ha vivido Juan Quitral, líder comunitario, quién comparte el sentimiento con su comunidad: “El alcalde estuvo 12 años y nunca hizo nada. Ahora que está saliendo, promete cerrar el sitio. Pero ¿por qué no lo hizo antes?”.
Un proyecto que genera esperanza y escepticismo
El 14 de mayo de 2024, en el marco del Día del Patrimonio, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio anunció un nuevo proyecto para proteger el cementerio arqueológico de Tutuquén. Según la subsecretaria Carolina Pérez Dattari, el cierre perimetral es un avance necesario y prioritario para preservar el valor cultural del sitio.
El descubrimiento del cementerio arqueológico de Tutuquén no solo asombró a la comunidad científica chilena e internacional, sino que también obligó a reconsiderar lo que conocemos sobre el poblamiento humano en América. Los restos encontrados revelaron la existencia de comunidades indígenas que habitaron el territorio chileno miles de años antes de lo que se pensaba, ofreciendo pistas cruciales sobre ceremonias fúnebres y la ocupación del continente.
Según se apunta en el libro Tutuquén: Vestigios de los antiguos habitantes de Chile Central, publicado por el Consejo Nacional de Monumentos, el sitio no fue la primera excavación en la zona. Ya en 1985, durante la reconstrucción del antiguo retén dañado por un sismo, se exhumaron 37 restos humanos bajo la supervisión de la Fiscalía Militar. Hoy, el paradero de esos restos es desconocido, y su valor arqueológico quedó en el olvido. El mismo texto afirma que el sitio albergó a tres ocupaciones indígenas en distintos periodos de la historia, remontándose al menos 8.000 años a.c, todos con el mismo fin: ceremonias fúnebres.
Jocelyn García, artista gestora, que trabaja para mantener vivo el legado de Tutuquén, subraya la importancia de incluir a las nuevas generaciones en el proceso: «Un museo es un edificio caro de mantener. Si no se concentran en apostar por los niños y educarlos como consumidores culturales, cuando hagan el museo, no habrá quien lo valore o visite,» señala García, quien organizó en 2018 una exposición cultural que, pese a estar planificada para tres meses, terminó extendiéndose por un año debido al interés local.
Por otro lado, varios vecinos y personas interesadas en el sitio, que han decidido mantener el anonimato, han criticado la falta de compromiso de las autoridades, quienes han delegado la responsabilidad del cuidado del cementerio a los vecinos. Tras años de promesas incumplidas para la comunidad de Tutuquén, el escepticismo persiste.
Recientemente, el Consejo de Monumentos Nacionales anunció la finalización de las obras de emergencia para proteger el cementerio arqueológico del lugar, marcando un avance tras décadas de abandono. Según la institución, los trabajos incluyeron el cierre perimetral del sitio y otras medidas de resguardo destinadas a prevenir daños adicionales. Sin embargo, para muchos vecinos y profesionales que reconocen el valor del hallazgo arqueológico, esto no es suficiente.
La medida, dispuesta en los 3.500 metros cuadrados de propiedad fiscal, permite proteger el sitio sin la necesidad de intervenir el subsuelo, de esta manera, según afirma el Consejo de Monumentos Nacionales de Chile, se preservarán los bienes culturales que permanecen aún bajo tierra. Este esfuerzo busca garantizar la conservación de un lugar clave para la historia del poblamiento humano en América, mientras los habitantes de Tutuquén esperan que estas acciones sean el primer paso hacia una mayor valorización del patrimonio y el cumplimiento de las promesas largamente incumplidas.
Este artículo fue escrito por estudiantes de Periodismo de la Usach en un trabajo guiado por la Profesora, Paula Huenchumil.