Tierra del Fuego: pescando al fin del mundo
Hoy Rodrigo Ugarte, nuestro colaborador invitado, nos trae una serie de datos sobre dónde pescar en Tierra del Fuego, un destino reconocido a nivel internacional para practicar la pesca deportiva y pesca con mosca, y cuáles son los equipos recomendados. ¡No te lo pierdas!
A primera vista, los confines del mundo podrían parecer un lugar yermo y sumamente hostil. La escasa vegetación y fauna existente dan cuenta de lo compleja que se vuelve la vida en un lugar que está entre uno de los sitios con las condiciones más adversas del planeta. El fuerte viento reinante, las bajas temperaturas y un clima sumamente inestable se dan cita día a día en este aislado rincón de la Patagonia.
Pese a ello, desde tiempos inmemoriales Tierra del Fuego ha guardado cierto grado de misticismo que resulta un imán para cualquier aventurero que ansía vivir una experiencia única e irrepetible. Y si bien la vida no abunda a nivel terrestre, desde hace algunos años sus aguas guardan una infinidad de especies de peces, de grandes tamaños y variedades, que han transformado a este alejado y a ratos inaccesible escenario en un lugar reconocido internacionalmente para la pesca deportiva y la pesca con mosca.
La riqueza de truchas como las Brown Trout, Rainbow, Sea Run, Brook y Steelhead, hacen de esta área una de las mejores de Latinoamérica y del mundo para la práctica de este deporte.
Uno de los lugares más atractivos para la pesca en Tierra del Fuego es río Grande, considerado uno de los mejores ríos en su categoría para la pesca de las Sea Run o truchas de mar. Estas truchas, que tienen un peso promedio de 5 a 14 kilos, son un atractivo para los amantes de la pesca en todo el planeta. Se caracterizan por su gran tamaño y fuerza, debido a que pasan la mayor parte de su vida en el mar, lo que le ayuda a obtener una mejor alimentación y crecer mucho más que las truchas de ríos.
Otro punto relevante dentro de Tierra del Fuego son sus grandes cuerpos de agua. Destacan el lago Blanco, lago Chico, la laguna del Carabinero y la del Avión, donde se pueden pescar ejemplares de truchas Farios y Arcoíris entre 2 y 10 kilos. Junto con ello, estos lugares llaman la atención por sus increíbles paisajes y la posibilidad de toparse con la escasa fauna de la isla, como guanacos, cóndores, zorros y el castor, especie introducida que ha causado grandes estragos en los bosques de la zona, talando árboles e inundando varias hectáreas de bosque nativo.
Si se continúa el viaje al sur de Tierra del Fuego se puede pescar en otros lagos, como el Deseado y el Despreciado, donde se puede practicar, y de muy buena manera, la pesca con mosca y spinning. Estos lagos se caracterizan por su abundante pesca y aguas tranquilas gracias a que se encuentran rodeados por cadenas montañosas que permiten tener menos viento que otras partes de la isla, ayudando enormemente para la práctica del fly fishing o pesca con mosca.
En el extremo sur se puede llegar hasta el lago Fagnano, casi al límite actual del camino de Tierra del Fuego. Junto a sus hermosos paisajes se puede disfrutar de la pesca en el río Azopardo, que con tan solo 11 kilómetros ofrece una pesca abundante de diferentes truchas y salmones.
La temporada de pesca en el río Grande se rige por la reglamentación general, y las autoridades año a año definen las fechas, que generalmente van del 15 de octubre hasta el 15 de abril.
La pesca durante la temporada es bastante variable. Las truchas residentes uno las puede encontrar todos los meses, desde octubre hasta abril, pero las truchas de mar o Sea Run y los salmones comienzan a aparecer generalmente durante febrero, cuando regresan a los ríos para desovar y así cumplir su ciclo. Esto se debe a que en verano las temperaturas de las aguas aumentan, haciendo que las distintas especies comiencen a subir río arriba. En el lado argentino del río Grande, existen grandes pozones en los que se puede capturar a alguno de estos gigantes.
Algunas recomendaciones
La técnica y los equipos a utilizar en esta parte de Chile son muy importantes, puesto que sus ejemplares son de mayor tamaño que el promedio nacional. Es necesario tener equipos resistentes, así como también el pescador debe ser capaz de lanzar moscas o spinner de mayor tamaño.
En cuanto al fly fishing, se recomienda un número 7 o incluso un 9, que permite enfrentar la gran cantidad de viento, las moscas y las enormes truchas. El carrete idealmente con freno de disco, y líneas de punta de hundimiento y líneas flotantes. Con estos equipos, una excelente pesca está prácticamente asegurada.
Otro material fundamental son las moscas, donde claramente dependerán de qué tipo de trucha busquemos y los ríos donde lo hagamos, ya que hay que tener en cuenta elementos como la profundidad y la visibilidad, entre otros. El uso de grandes ninfas atractoras, como la Montana Rubber Legs, e incluso algunos streamers, como el especialmente creado para el río Grande, la Monona, son alternativas perfectas para la pesca de grandes especies.
Sin duda alguna, Tierra del Fuego es un destino a nivel mundial para la práctica de la Pesca Deportiva, por su gran cantidad de ríos, lagos y lugares casi vírgenes de la mano del hombre.
Si están interesados en conocer más de este lugar y apoyar al emprendimiento nacional, los invitamos a contactarse con Pesca Patagónica, empresa dedicada a la realización de viajes en base a la pesca deportiva en el Sur de Chile con programas por el día o todo incluido. Si necesitan más información, contactarse al correo contacto@pescapatagonica.com. De esta manera podrán conocer este lugar como muchos otros en el Sur de Chile para la práctica de la pesca.
*Como equipo LS nos gustaría recordar la importancia de respetar nuestro entorno natural. Si vas a practicar pesca u otra actividad al aire libre, ¡recuerda llevarte tu basura! e intenta generar el menor impacto ambiental posible, ya sea limitando el número de ejemplares que capturas –no porque sea un muy buen día de pesca, tienes que llevarte todos los peces– o practicando el «catch and release» (captura y suelta), de manera responsable para asegurar la supervivencia del pez al devolverlo al agua.