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Puelo y Futaleufú se transforman en los primeros ríos protegidos de Chile
Hoy se cumplió un sueño para los habitantes de Futaleufú y Puelo: la Contraloría General de la República confirmó la declaratoria de Reserva de Caudal con fines de preservación ecosistémica para estos dos ríos de la Patagonia chilena, ratificando su importancia para garantizar la sostenibilidad de las cuencas. Este estatus legal aportará al desarrollo del turismo, la ganadería, la agricultura y la subsistencia de miles de habitantes de la región e impedirá la ejecución de proyectos de gran envergadura que alteren su flujo natural.

“Las comunidades de Futaleufú y Cochamó viven del turismo sustentable, la pesca recreativa, la agricultura familiar y han sido férreos defensores de sus ríos para mantener un equilibrio entre el desarrollo local y la conservación de las especies que se desarrollan en y a partir de estos ríos”, indicó el director General de Aguas, Rodrigo Sanhueza, destacando la importancia de que este trabajo surja desde las comunidades locales, las empresas de turismo, asociaciones y municipios.

La Reserva de Caudal es una herramienta que protege un porcentaje significativo del caudal de un río, sin afectar los derechos de aprovechamiento de agua ya otorgados en la cuenca. Al resguardar sus aguas, se garantiza que puedan seguir llevándose a cabo actividades que se han desarrollado en relación con el río —como la pesca recreativa, el kayak, el rafting, la recreación, la agricultura de pequeña escala y la ganadería de subsistencia—.
Para Genaro Vega, representante de la Asociación de Guías de Pesca Futaleufú Fly Fishing, “Proteger las aguas del río Futaleufú desde siempre ha sido una necesidad de los habitantes, sin embargo, hasta ahora no había podido concretarse en algo tan esperado. La reserva de caudal por fin garantiza a la comunidad local y de emprendedores, que el turismo, la pesca recreativa y la cultura se puedan seguir desarrollando en equilibrio con nuestros ecosistemas”.
“Hoy se ha logrado un anhelo de muchos años y de una fuerte convicción”, dijo por su parte Darío Urrutia, habitante de río Puelo y uno de los principales impulsores de este nuevo río protegido en su localidad. “Este es un hito importante para nosotros, pero mayor es este hito para todas las comunidades que están luchando para que todos estos cauces naturales sean declarados libres y protegidos. Es también un hito para el país, para esta sociedad que está tan escasa de todos los recursos naturales, y que se vean protegidos es una manera de entregarle algo maravilloso a las futuras generaciones”, recalca.

Este hito es el resultado de años de trabajo que, en ambos territorios, comenzaron sus comunidades. En un inicio, se organizaron en oposición a proyectos hidroeléctricos de Endesa, ahora Enel, y luego impulsaron la protección de sus ríos como base para su desarrollo económico y la conservación de sus actividades tradicionales. Particularmente, en 2016, tras la renuncia de Endesa a los derechos de aprovechamiento de agua en varios ríos del país y la cancelación de proyectos hidroeléctricos que perdieron su permiso ambiental, diversas organizaciones ambientales y coaliciones de protección de ríos, sumadas a los municipios y autoridades regionales, iniciaron un complejo proceso técnico y legal para resguardar el caudal de dos de los ríos más emblemáticos y caudalosos de Chile: el Puelo y el Futaleufú.

Rocío González, directora ejecutiva de la ONG Futaleufú Riverkeeper, señaló que “En lugares como Puelo y Futaleufú, los ríos son esenciales para el desarrollo local. Desde su belleza escénica hasta su uso para traslados, deporte y turismo, las comunidades locales se sustentan a través de estos ríos. Al protegerlos aseguramos sus ecosistemas, pero también la sostenibilidad de las tradiciones y el bienestar de sus habitantes”, dice . Asimismo, el director de la ONG Bestias del Sur Salvaje, Paulo Urrutia, destacó la importancia de este hito ya que “En una época marcada por la incertidumbre, este es un logro histórico no sólo para estos ecosistemas, sino para todas las comunidades que cuidan de sus ríos y que creen que otra forma de hacer política es posible. Porque un río que es protegido, es una comunidad que deja de estar amenazada. Es una sociedad que permite ampliar la mirada de desarrollo con una mano en el presente y un paso en el futuro”.
En medio de un escenario donde la escasez hídrica es una realidad, el abogado y director de la ONG Puelo Patagonia, Andrés Amengual, mencionó la importancia de la publicación de este decreto, relevando que “La figura de Reserva de Caudal es crucial para evitar proyectos que comprometan la biodiversidad o el acceso de las comunidades locales a este recurso”. La preservación del caudal es esencial para mantener la salud de los ecosistemas acuáticos, que albergan especies endémicas y desempeñan un rol vital en la regulación del clima y la provisión de agua potable”.

El trabajo por la conservación de los ríos que hoy comienza a rendir frutos, no es una tarea nueva. Desde hace más de 20 años, distintos actores a lo largo de Chile se han organizado para que hoy las comunidades puedan celebrar estos avances. En los últimos años, la Coalición de Ríos Protegidos, que reúne a más de 15 organizaciones de la sociedad civil y centros de investigación que trabajan de manera colaborativa para impulsar la implementación de mecanismos de protección de ríos con base científica, legal y con un fuerte trabajo comunitario, destaca la necesidad de avanzar hacia una planificación a nivel nacional que establezca las reservas de caudal como una herramienta clave para promover el desarrollo económico local y proteger los ecosistemas frente al avance del cambio climático.
Actualmente los habitantes de los ríos Yelcho, Palena y San Pedro, están articulados para proteger sus ríos con esta herramienta.