Humedal ©Rigoberto Yáñez
Humedal ©Rigoberto Yáñez

Cada vez se escucha y lee más sobre la importancia de los humedales en nuestro país, de los que se calcula habrían más de 30.000 repartidos en nuestro territorio, en sus distintos tipos y formas. No obstante, son muy pocos los sitios reconocidos y protegidos, y menos aún los que tienen un plan de manejo territorial, ya que a pesar de que gran parte de los humedales se encuentran en zonas naturales y de escaso acceso, es probable encontrarlos cerca de zonas urbanas o industriales, las que necesariamente se abastecen de agua.

Es por eso que frente a este amplio escenario, en el que incluso los pocos sitios protegidos enfrentan amenazas, es imprescindible ir conociendo caso a caso el valor de los humedales y el estado de conservación en que se encuentran, y difundiéndolo entre las comunidades aledañas y sus autoridades, de manera de hacerlos parte de la protección y defensa de su entorno. A veces, incluso estas mismas comunidades son la principal amenaza para los humedales u otros entornos naturales de gran valor. Habiendo puesto en conocimiento a la comunidad y logrando que ésta se identifique con el humedal en cuestión, podemos luego ampliar la escala de influencia de estos ecosistemas, que para algunos humedales pueden abarcar muchos kilómetros hasta su origen, en el nacimiento de los ríos en los Andes y en todo el transcurso de su cuenca.

Vista panorámica, Boca del Maipo ©Rigoberto Yáñez
Vista panorámica, Boca del Maipo ©Rigoberto Yáñez

Un ejemplo de esto es el estuario del Maipo, sector del río en donde sus riberas se hunden y las mareas invaden el caudal, generando zonas que se inundan constantemente y que dan origen a un “humedal”. Este se encuentra sometido a la presión de toda la actividad que se desarrolla a nivel de cuenca, que en este caso es -probablemente- una de las más alteradas del territorio nacional, ya que abastece de diversos servicios ecosistémicos a la región Metropolitana. Además, en el área de la desembocadura del río Maipo se encuentra la zona portuaria de San Antonio, cuya expansión lo proyecta como el principal puerto del país.

©Francisco Coxatto
©Francisco Croxatto

Pese a toda esta intervención, el humedal del río Maipo acoge el 27% de la avifauna nacional, ya que se posiciona como una parada clave para aves que recorren miles de kilómetros desde el ártico hasta nuestras tierras australes, en donde deben alimentarse para continuar su camino, especialmente el de retorno. Esto trajo consigo que la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras (Rhrap) lo nombrara como un sitio de importancia mundial el año 2015. Además, este humedal es refugio de especies de mamíferos como el zorro Chilla, así como también de reptiles y anfibios.

Siete colores. ©Francisco Coxatto
Siete colores. ©Francisco Coxatto

Debido a su alto valor como patrimonio natural, el trabajo que está realizando el Municipio de Santo Domingo, con apoyo de la Fundación Cosmos, es clave en la protección del humedal. El año 2002, mediante un decreto alcaldicio, la Municipalidad declaró Parque de la Naturaleza un sector del humedal, y actualmente ambas instituciones se encuentran trabajando en elaborar un plan de manejo para el parque, el cual hoy cuenta ya con un centro de visitantes y un cuerpo de guarda parques que han cumplido una importante función tanto en la administración y cuidado del lugar como en la difusión y activación del mismo.

Centro de visitantes. ©Fundación Cosmos
Centro de visitantes. ©Fundación Cosmos

Una de las principales labores realizadas por los guarda parques, se refiere a las actividades con colegios del sector y la coordinación y ejecución de visitas guiadas al humedal, en las que los estudiantes comienzan a valorar lo que han tenido cerca desde siempre, pero cuya importancia no necesariamente han dimensionado. Se suman así, a los cientos de visitantes que cada año vienen de distintas partes del mundo a observar las aves del humedal del río Maipo.

Este lugar ha demostrado ser un notable ejemplo de sala de clases al aire libre, tanto por la flora y fauna que alberga, como por sus propios procesos biológicos, y ha abierto una ventana de aprendizaje a los planes escolares, especialmente a los de zonas menos urbanas que, generalmente, dentro de su entorno cercano tienen acceso a áreas de valor natural.

Visita guiada de escolares al humedal. ©Fundación Cosmos
Visita guiada de escolares al humedal. ©Fundación Cosmos

A corto plazo, el Municipio de Santo Domingo y Fundación Cosmos pretenden emplazar un red de pasarelas y miradores en el Parque de la Naturaleza Humedal Río Maipo, de manera de potenciar todos los hitos de valor biológico del lugar, procurando -al mismo tiempo- regular el acceso de los visitantes, resguardando las zonas más frágiles, como son los sectores de anidación de aves, que pueden no ser de conocimiento de los visitantes. Esta red de pasarelas también ayudará a limitar el acceso de ganado y de perros sin correa que hoy ingresan al lugar, transformándose en una de las principales amenazas a la fauna del humedal.

©Fundación Cosmos
©Fundación Cosmos

Como ciudadanos, instituciones o profesionales, todos podemos organizarnos para que los humedales no necesariamente dependan de una acción a nivel país para su protección, que es algo que podría tomar mucho tiempo dado que una figura de protección ambiental específica para humedales no existe en Chile. Por eso es necesario que desde la otra vereda comencemos una estrategia de protección a escala local que, a modo de resumen, debiera empezar con las siguientes acciones:

-Poner en contacto a todos los actores involucrados en la protección del humedal en cuestión y revisar qué acciones puede tomar cada parte en la medida de sus capacidades y atribuciones.

-Poner en conocimiento de las autoridades locales el valor biológico, social y en algunos casos históricos de los humedales, ya es común que estén al tanto de su existencia, pero no necesariamente de sus atributos y valores.

-En lo posible, nombrar el lugar y otorgarle algún grado de reconocimiento por parte de la autoridad local y/o propietarios.

-La presencia de algún guarda parque o administrador, es una de las medidas claves para conservar un lugar; de lo contrario, fácilmente aparece el uso descuidado, la basura y el fuego por parte de los visitantes.

©Fundación Cosmos
©Fundación Cosmos

-La señalética ayuda a delimitar zonas frágiles y señalar las actividades que se pueden o no desarrollar, en ausencia de un guarda parque o un guía.

-Difundir el humedal en la comunidad: se puede hacer uso de las radios locales y redes sociales, a las cuáles hoy acceden distintos usuarios y segmentos de la población.

-Revisar qué instrumentos legales afectan el lugar y cómo se puede hacer uso de ellos en pos de la protección del humedal. Estos pueden ser planes reguladores, planes comunales, planes urbanos regionales, planes medioambientales, etc.

-Revisar qué estudios académicos existen sobre el caso, ya que pueden servir de punto de partida para que municipios impulsen proyectos.

-Revisar qué fondos públicos están disponibles para postular proyectos orientados a proteger y conservar el humedal. (FPA, etc).

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