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Perfume geográfico “Aromas de Chile”: Conociendo el proyecto que traza una ruta aromática de las plantas chilenas
Hace 12 años, la perfumista chilena Paloma Espinoza se propuso estudiar las fragancias locales de Chile. Tras un recorrido profundo por la vegetación nativa y la particular geografía chilena, logró identificar los aromas de diversas especies que hoy son parte del proyecto Perfume geográfico “Aromas de Chile”. Gracias a esto, invita a conocer sobre las plantas desde la particularidad de su olor, observando desde una sensibilidad distinta la naturaleza chilena. Aquí nos comparten más detalles.
Perfume Geográfico; “Aromas nativos de Chile” es un proyecto que explora el territorio olfativo y expone el olor como parte del patrimonio intangible. Mi nombre es Paloma Espinoza, perfumista chilena, y comencé a trazar una ruta aromática sobre nuestro país. Luego de doce años estudiando y clasificando aromas locales, hoy con una amplia colección de aromas inéditos de plantas nativas de Chile, di forma a este mapa en que expone diversas fragancias, poniendo en valor su origen, las plantas.

En este camino hemos recopilado información sobre especies aromáticas nativas y endémicas de nuestro país, su diversidad, estados de conservación y la cultura que vive a su alrededor. Junto a la colaboración de Josefina Hepp (agrónoma), Nicolás Martelli (geógrafo), el apoyo de fundación Chilco y el centro de residencias de Artes Ko Panqui ubicado en la Araucanía, vamos enriqueciendo este proyecto, que se enfoca principalmente en divulgar información sobre la conservación de la flora para fines aromáticos y la reflexión en torno al olor y el territorio.
La perfumería es una disciplina creativa rigurosa, que se suele asociar a la industria masiva, el marketing, el hedonismo y su venta. La creación de “nuevos aromas”, implica el delicado manejo de materiales -naturales y sintéticos-, la interacción entre los mismos y el desarrollo de una propuesta estética personal, entre muchos otros factores. Es aquí cuando la velocidad de la industria arrasa con toda ética y transforma un arte, en un producto comercial. Durante los últimos años, surge una veta voraz tomando palabras como: perfumería, naturaleza, olfativo, sensorial, botánica, alquimia, sostenible… entre otros “conceptos” descontextualizados de la realidad, que arrasan con el equilibrio natural y la ética cultural. Este es un fenómeno mundial, pero que nuestro país lo lleva a toda velocidad.


Cuando trabajamos con aromas naturales, hablamos de “oro” líquido, debido a la gran cantidad de tiempo que toman algunas de estas plantas para crecer y ser, en algunos casos, lo suficientemente robustas como para producir su olor. Esto, más el arduo trabajo de campo y laboratorio que estas finas fragancias requieren para llegar a existir; finalmente son materiales tan valiosos que los podemos homologar con ciertos metales y piedras preciosas, incluso existen extractos aromáticos vegetales que triplican el valor actual del oro mineral, todo esto se suma a la dificultad para conseguirlos.
Durante estos años hemos estudiado el volumen de material vegetal en relación al tiempo de desarrollo de cada planta, sus posibilidades de reproducción y una adecuada recolección silvestre, determinando cuáles son viables o inviables según el impacto para el bosque, considerando la conservación de cada especie y también respetando la cosmovisión de la cultura que habita junto a ellas. Hemos conocido a colectores de todo nuestro país, construyendo una red sostenible y poniendo en valor los oficios manuales, para la edición de pequeñas colecciones anuales limitadas de cada planta, que a su vez sostiene la continuidad de nuestro proyecto.

El mapa de aromas de Chile propone conectar con un universo sensorial distinto al cotidiano y conocer sobre las plantas desde la particularidad de su olor. Nos permite observar desde otra sensibilidad, tomar conciencia de este magnífico tejido transparente que es parte de los mecanismos de atracción, comunicación y defensa del bosque y los ecosistemas, y que a su vez nos involucra a través del olfato en esta interacción.

La selección de plantas ha sido muy orgánica, comencé buscando en los recuerdos de mi infancia en Raúl Marín Balmaceda, en la desembocadura del río Palena, lugar en que viví junto a mi familia. En estas rutas de curiosidad, búsqueda y aprendizaje, fui hasta las plantas y en otras estas han llegado a nuestro taller. Por ejemplo, con las maderas, Josefina trajo trozos de un tronco de árbol caído, de un antiguo cipresal de la zona de Aysén, que fue levantado desde un mallín destinado a zona de conservación, con los permisos correspondientes para su traslado hasta Santiago. Este material fue astillado y posteriormente destilado, pudiendo obtener cerca de 25 ml de fragancia pura. Es aquí cuando consideramos el resultado de esta enorme “procesión” un tesoro, que no solo incluye el olor de una madera destinada a permanecer bajo agua. Cada gota devela parte de la historia de las plantas, del bosque y de las personas que participaron en la mágica travesía de conseguir su olor.


Sobre las hojas, pasé una temporada en Ko Panqui, Curarrehue, reconociendo las plantas aromáticas de este territorio y su abundancia en la zona. Con Claudio Ansorena montamos un taller de destilación para el desarrollo de un perfume geográfico representativo del valle de Panqui. Fue una aventura inolvidable, trabajar en el silencio de esa montaña, reconociendo el sonido de las aves y las aguas del lugar. Junto al trabajo de colectores locales tuve la oportunidad de hacer largas y ricas caminatas, y aprender sobre el uso local de estas y otras plantas. Cada año repetimos esta experiencia, siempre con nuevas aventuras, seleccionando las hojas de árboles que el invierno dejó caer. Desde aquí, pudimos obtener el material para una primera edición de perfumes del bosque lluvioso templado e incluirlos en nuestro mapa.

Con estas y muchas otras experiencias he ido conociendo estos “materiales” vegetales desde su olor, aprendiendo a identificar y homologar fragancias de nuestro territorio a las de uso en la perfumería clásica. Desciframos proporciones y temporadas de cosecha y destilación para cada especie. Aprendemos y compartimos a través de nuestro Mapa de Aromas de Chile, el estado de conservación de cada especie, su territorio y la cosmovisión de la gente que vive junto a ellas.
Colaborador Invitado


