A pocos meses de que se conociera que la Compañía Energía Austral habría decidido no continuar con la central hidroeléctrica Cuervo en la región de Aysén, otro polémico proyecto energético finalmente llegó a su fin: Hidroaysén.

El proyecto, que contemplaba la construcción de cinco centrales hidroeléctricas en la Patagonia, dos de ellas en el río Baker y tres en el río Pascua en la región de Aysén, no sólo había encontrado a su paso una fuerte oposición de las comunidades locales y grupos ambientalistas y un gran porcentaje de la ciudadanía chilena que organizó diversas campañas y marchas para demostrar su rechazo, sino que además en 2014 el Comité de Ministros, encabezado por el ex titular de Medio Ambiente, Pablo Badenier, decidió rechazar de manera unánime el proyecto hidroeléctrico HidroAysén dejando sin efecto la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) del año 2011. Decisión que el Tribunal Ambiental ratificó a fines de octubre de 2017.

Río Baker ©Martín del Río
Río Baker ©Martín del Río

Este viernes las empresas Enel y Colbún, que poseían el 51% y 49% de la iniciativa respectivamente, confirmaron el fin de este proyecto, que estuvo en tramitación por casi 10 años, y renunciaron a los derechos de agua correspondientes.

El Gerente General de Enel Generación ,Valter Moro, señaló al respecto que «El proyecto ya era inviable en 2014», a esto se sumó la declaración de Francesco Starace, CEO de Enel SpA, quien dijo: «en las bases la estrategia de crecimiento del Grupo Enel, es una decisión realizar proyectos que requieran no más de tres años para que estén completos, que sean cubiertos por contratos de venta de energía a largo plazo, que los haría económicamente viable, y finalmente, que  sean aceptados por las comunidades y stakeholders en las áreas donde estos proyectos tendrían que ser desarrollados. Hidroaysén era un esquema que no satisfacía ninguno de estos tres criterios“.

Río Baker ©Martín del Río
Río Baker ©Martín del Río

Por su parte, en el hecho esencial enviado por Colbún a la  Superintendencia de Valores y Seguros, se lee que el proyecto “no es factible en términos económicos – en el contexto de la actual situación del mercado eléctrico y sus perspectivas futuras-, procediéndose a la disolución de la sociedad y la liquidación de bienes, el desistimiento de las acciones judiciales y la renuncia a los derechos de agua del proyecto”.

Las lecturas de esta decisión

Ríos Baker y El Salto ©Roberto Araya Barckhahn
Ríos Baker y El Salto ©Roberto Araya Barckhahn

Florencia Ortúzar, de la ONG Aida, comentó a Ladera Sur sobre el fin de Hidroaysén: «La decisión del Tribunal y de las empresas de echar pie atrás es importantísima, pues significa la protección de uno de los últimos lugares prístinos del planeta. Pero además celebramos un paso adelante hacia un cambio de paradigma, donde cada día se hace más patente que no es necesario ni recomendable represar más ríos».

En la misma línea, la presidenta de la fundación Terram, uno de los principales opositores a la iniciativa, Flavia Liberona, señaló al respecto que la decisión de dar término a la sociedad controladora y retornar los derechos de agua al Estado es una victoria para el país: “ganamos todos. Tenemos los ríos Pascua y Baker sin represas, y -por lo tanto- ese es el mensaje”.

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