A poco menos de cuatro kilómetros desde la entrada de Santo Domingo, en la Región de Valparaíso, está el Parque Humedal Río Maipo. El trayecto hasta la recepción del parque transcurre por un camino de tierra, ofreciendo de inmediato la oportunidad de avistar diversas especies de aves e incluso, si se tiene la misma suerte que la nuestra, a un zorro chilla. No deja de llamar la atención la planta de chipeo y compostaje municipal que se encuentra a solo metros de la entrada del parque y tampoco la porción de suelo casi sin vegetación, excepto por los brotes de plantas que fueron cultivadas en el lugar. 

Pasarelas Parque Humedal Río Maipo. Créditos: Dominga Meyers

Y es que parte de este lugar de gran valor biológico, el cual alberga 180 especies de aves —que representan un 34% de la avifauna nacional — y que, además, es parte de una importante ruta migratoria de aves desde el hemisferio norte, fue utilizado como botadero de ramas y escombros durante años. Actualmente, en el área donde se encontraban estos residuos, hay cultivos de plantas como parte de un ambicioso plan de restauración. 

La recuperación y restauración del ecosistema 

Desde sus inicios, el proyecto Parque Humedal Río Maipo tuvo el objetivo de resguardar la biodiversidad de la zona. En 2002, el municipio de Santo Domingo declaró 40 hectáreas del humedal como Parque Natural Municipal con el fin de resguardar el ecosistema, dejando de ser utilizado como basural de podas y escombros. 

Finalmente, en 2018, la administración pasó a manos de la Fundación Cosmos quienes, en conjunto con la municipalidad, solicitaron al Ministerio de Medio Ambiente la declaración de este lugar como Santuario de la Naturaleza. Lograron este objetivo, y en 2020, el decreto oficial estableció que 60,3 hectáreas fueran consagradas como área protegida. 

Humedal Río Maipo. Créditos: Fundación Cosmos

En 2022, la Fundación Cosmos se adjudicó un fondo del Gobierno Regional de Valparaíso para ejecutar el Programa de Recuperación Integral de Restauración Socioecológica del santuario. El proyecto, que comenzó en 2023, es de dos años de duración y tiene tres componentes principales: la remediación socioecológica mediante la eliminación de montículos de ramas y escombros y la planta de chipeo municipal; la rehabilitación socioecológica a través de la plantación y mantención comunitaria en el área restaurada, y la reducción de las brechas de inequidad en el acceso a la educación ambiental a través de cursos para la comunidad de la provincia de San Antonio. 

¿Qué pasó entonces con las ramas y escombros? Durante la etapa de remediación socioecológica se encontraron dos fuentes de degradación, el vertedero de ramas y la planta de chipeo y compostaje municipal. “De momento solo hemos trabajado en el sitio donde está el vertedero de ramas, ahí descubrimos que había muchísimo material inorgánico, basura. Se hizo una selección de escombros que se llevó al vertedero La Pólvora en Valparaíso y las ramas trituradas se llevaron a un terreno con el fin de restaurar el suelo. En la parte de rehabilitación socioecológica lo que se ha hecho es que se han plantado 10 núcleos, 160 plantas en la zona de restauración como un modo de experimento, ya que estamos probando las especies que vamos a plantar definitivamente”, explicó Matías Maulen, encargado en terreno del Programa de Restauración Socioecológica del santuario. 

Cultivo de especies nativas. Créditos: Dominga Meyers

Cabe destacar que, en algunas partes del humedal, se ha decidido mantener algunos montículos de ramas. Esta decisión tiene como propósito la creación de un memorial con el fin de recordar vívidamente como este Santuario de la Naturaleza fue mal utilizado y maltratado en el pasado

Simultáneamente, con el fin de educar ambientalmente a la comunidad de San Antonio y Santo Domingo, Cosmos en conjunto con la Facultad de Agricultura y Recursos Naturales de la Pontificia Universidad Católica de Chile se encuentran impartiendo cursos. El primero, realizado en octubre del año pasado, fue “Comunidades Sustentables: Acciones para la Puesta en Valor de Humedales” con el cual 40 vecinos se certificaron en la protección y cuidado del entorno natural del Humedal Río Maipo. 

Espacio educativo e interactivo

Desde que el parque pasó a manos de la Fundación Cosmos, se han creado pasarelas, miradores y un recorrido interactivo. El parque cuenta con más de 1 kilómetro de senderos interconectados por pasarelas estratégicamente creadas en altura para interferir lo menos posible en el trayecto de la fauna. Desde estas pueden observarse diversas especies de aves y flora a una distancia segura, respetando al máximo el entorno natural. 

Brea (Tessaria absinthioides). Créditos: Dominga Meyers

A su vez, el parque cuenta con cuatro miradores para realizar avistamiento de aves. Los miradores Pilpilén, el Zarapito y Pajonales son lugares que no se deben pasar por alto si se quiere vivir la experiencia completa en el humedal. Eso sí, el que más destaca es el mirador Sietecolores, el cual imita la forma de los nidos del ave del mismo nombre y desde el cual se tiene una vista en 360° del humedal. 

Mirador sietecolores. Créditos: Dominga Meyers

En la actualidad, el parque dispone de 12 módulos interactivos que comprenden conos de amplificación para escuchar los sonidos naturales del humedal, lupas que permiten explorar el reino fungi, y visores telescópicos para descubrir los nidos de las aves. Todo esto con el fin de enriquecer al máximo la experiencia de los visitantes del humedal. 

Familia de hongos Mycenaceae. Créditos: Fundación Cosmos

Amenazas

Como no todo es “color de rosa”, el humedal se ve confrontado por múltiples desafíos, que incluyen el proyecto de expansión del puerto de San Antonio y la contaminación en los alrededores provocada por residuos plásticos y basura. 

A estos problemas se suma la presencia no supervisada de perros, los cuales representan una amenaza al destruir nidos y depredar a los polluelos de las aves playeras. “Una de las mayores amenazas de este santuario son los perros. Aunque nosotros amamos a los perros, las aves no. Los perros las hostigan, juegan con ellas, las cazan, se comen los huevos y a las crías, impidiendo que muchas especies tengan éxito reproductivo, el pilpilén es uno de esos casos”, explicó Ángel Fondón, encargado de comunicaciones de Fundación Cosmos. 

Polluelo de pilpilén. Créditos: Fundación Cosmos

Es más, en cinco años de monitoreo, solo un polluelo de pilpilén ha logrado llegar a volar, los demás no han podido llegar a ser adultos. Su principal depredador son los perros

Con el fin de mejorar esta situación el parque cuenta con un programa de conservación de aves el cual cuenta con tres acciones principales: el monitoreo de las aves playeras; la construcción de un cerco de exclusión de 5 mil metros cuadrados entre la playa y el humedal para que las aves puedan nidificar tranquilamente, y una campaña de tenencia responsable. 

Tique sobre el cerco de exclusión. Créditos: Fundación Cosmos

El Parque Humedal Río Maipo emerge como una notable historia de restauración en medio de los desafíos medioambientales contemporáneos. El estado del humedal refleja la colaboración conjunta de vecinos, Fundación Cosmos y autoridades locales y también es un recordatorio de la capacidad de recuperación de los ecosistemas cuando se les brinda cuidado. 

*Durante la temporada estival, el parque cuenta con horario extendido desde las 09:00 hasta las 19:30hrs, permitiendo a los visitantes disfrutar de la belleza natural del humedal.

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