ONG Poloc: Co-construyendo el relato de Chile gracias a la voz indígena
Nuestra colaboradora, Florencia Burgos, nos cuenta sobre un proyecto que busca fortalecer la identidad de nuestro territorio y el saber local a través del significado tras los nombres de ciertos lugares que dan cuenta de cualidades y rasgos relevantes de un territorio, y su historia natural y cultural. Aquí una entrevista con Patricio Contreras, miembro de la ONG Poloc y uno de los autores del libro que acaban de publicar «Relatos de paisaje y toponimia en el valle de los ríos San Pedro y Calle Calle».
Estar en un lugar y observarlo, entrega una perspectiva única de lo que un espacio es y cómo se ha construido. Pero conocer su toponimia (el estudio del origen y el significado de los nombres propios de los lugares) nos lleva a un estado aún más profundo, permitiéndonos comprender su historia y cultura; expresando en su nombre propio las heridas, cargas, triunfos, riquezas y expectativas que todo territorio posee por ser eso, un paisaje que se co-construye a partir de sus elementos naturales, pero también de aquellos que el ser humano integra en una localidad, y que en conjunto van poniendo en valor el terreno, la flora y fauna, y el saber local.
Poloc, a través de su creencia y trabajo en el Posicionamiento Local –método que recoge, reúne e integra el conocimiento de un territorio, poniéndolo al servicio del poder local, y todas aquellas acciones que surgen para fortalecer la identidad y naturaleza de una comunidad–, lanzó a mediados de septiembre de este 2016 el libro “Relatos de paisaje y toponimia en el valle de los ríos San Pedro y Calle Calle”, el que tiene como propósito generar conocimiento para la comunidad y el país, pero por sobre todo visibilizar un territorio que ha dado forma y vida a la XIV región de los Ríos.
Este libro, estructurado en formato de crónica y financiado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de la región de los Ríos, Fondart Regional, y publicado por la Editorial Ceibo, entrega en sus 6 capítulos un relato de este lugar ícono del Sur de Chile y de la conservación mundial, demostrando a través de la investigación y el levantamiento oral y escrito de su historia, el cómo la naturaleza sigue siendo el elemento más poderoso del paisaje. Ésta, mediante los terremotos, maremotos y riñihuazos, es la que se ha encargado de definir su pasado y futuro; el cómo, cuándo y hacia dónde se proyecta este paisaje en constante resistencia y resilencia a las personas que lo han habitado y ocupado.
“Trabajando en diversos poblados de Chile, nos hemos dado cuenta que la educación que se desarrolla en el aula no dialoga con su contexto territorial ni con el conocimiento disponible de ese espacio geográfico, lo que nos hace dar el primer paso, es decir, construir colaborativamente –y acudiendo a diversas fuentes– un conjunto de reflexiones que apuntan a la pertinencia territorial, al arraigo y defensa del entorno particular en el que se habita”, es parte de la motivación que Patricio Contreras, protagonista de esta entrevista y miembro de Poloc, tuvo con el equipo creador (Roberto Concha, Martín Correa, Isabel Guerrero y Francisca Vergara) al momento de desarrollar el proyecto, siendo esto el mayor legado del libro y su proceso de creación y construcción, ya que es un trabajo pionero en la integración de hebras narrativas de tiempos y espacios disímiles en una misma cuenca fluvial.
Encuentra aquí la entrevista a Patricio Contreras:
¿De qué manera reacciona y acoge la comunidad un proyecto de estas características?
En el valle de los ríos San Pedro y Calle Calle están presentes una serie de localidades que miran al río, lo navegan y protegen. Dado que el tema de investigación de este libro es el paisaje, es decir, todo lo que la comunidad considera y valora como particular, tanto el desarrollo del proceso como la recepción del trabajo final han sido acogidos de muy buena manera.
Esta investigación llega a aportar a un espacio fluvial que, como muchos otros del Sur de Chile, es vulnerable, y requiere de miradas integradas que sean capaces de situar y significar un espacio geográfico más allá de su valor como recurso natural.
A nivel país, ¿se valoran y potencian trabajos como éste, considerando que son una manera de conservar y proyectar su historia? En relación a otras regiones ¿Chile está avanzando en materia de registro y conservación?
Desde el punto de vista de la conservación de la biodiversidad, este valle está realizando una buena cantidad de esfuerzos para proteger un corredor biológico de Selva Valdiviana que dé cabida a buenas prácticas en medio de territorios productivos forestales y ganaderos. Sin embargo, los intereses económicos sobre un territorio como éste trascienden las iniciativas gubernamentales y aún más las posibilidades de decisión de los habitantes locales. Por esta razón, la Academia, ONG´s y otros actores regionales deben poner energías en la investigación de la historia, naturaleza y cultura local, para de esta manera fortalecer espacios descentralizados de poder y desarrollo local. Y sin duda, lo mismo debería suceder en el resto del país.
Y, como ciudadanos ¿comprendemos y realzamos la relevancia cultural que tienen proyectos como éste?
El enfoque de paisaje y aún más el del patrimonio, hace un rato tomó fuerza en Chile pero a mi juicio corre el riesgo de banalizarse. No sirve de nada escribir libros y desarrollar grandes investigaciones si es que este conocimiento queda encerrado en el estante pomposo de un académico; éste debe circular, divulgarse y hacerse popular. Debemos mirar las bibliotecas de estos pequeños poblados, vacías de conocimiento local, y reconstruirlas con el conocimiento que se ha erguido en las ciencias y en el saber local.
La ciudadanía chilena ya entendió que esa articulación debe suceder pero nos faltan más espacios de diálogo y discusión.
¿De qué manera se difundirá y profundizará tanto este proyecto como otros similares de otras toponimias de Chile?
En el valle de San Pedro y Calle Calle buscaremos construir acciones para la difusión de este trabajo, a través de la interpretación y de la educación formal e informal. En otros espacios como la región de Aysén, el área del volcán Llaima o el Territorio Huilliche Mapu Lahual, se requiere avanzar en relatos que integren conocimientos en este mismo sentido.
Lo que motiva este trabajo no es unívoco, hay otras personas, organizaciones e instituciones que promueven desde diversas miradas esta misma tarea, por lo que lo que se viene es desarrollar acciones de alianza para fortalecer las identidades locales, significando espacios de valor natural y cultural, haciendo común aquello que nos parece ajeno: nuestro territorio.
Este proyecto de co-constucción del relato y saber local de Chile, y que demuestra cómo el paisaje dinámico es el que determina, influye y proyecta un territorio tan relevante para el desarrollo del país como lo es Valdivia –Capital Americana de la Cultura 2016-, se puede encontrar en: Ceiboproducciones.cl