Con el fin de aportar en la conservación y uso sustentable de los ecosistemas terrestres de bosques, estepa, humedales y borde costero marino de la Patagonia chilena, ocho organizaciones nacionales e internacionales decidieron formar el Grupo Patagonia Mar y Tierra. Las organizaciones integrantes son Aumen, Centro Ballena Azul, Fundación Melimoyu, Fundación Omora, Fundación Terram, Puelo Patagonia, WWF Chile y The Pew Charitable Trusts.

El grupo se enfocará en la conservación promoviendo el trabajo ya existente de varios de sus socios, e impulsando nuevas declaraciones de áreas protegidas y ampliaciones de ellas, incluyendo la protección marina. Esto para asegurar la conservación de la biodiversidad única que habita este territorio austral y que incluye desde la emblemática y majestuosa ballena azul hasta minúsculos musgos endémicos.

©Nicolás Muñoz/ Centro Ballena Azul
©Nicolás Muñoz/ Centro Ballena Azul

La Patagonia Chilena es un territorio donde han coexistido una diversidad de culturas originarias y comunidades locales cuyos medios de vida y cultura están estrechamente relacionados con los ecosistemas naturales por lo que el grupo de trabajo busca además poner en primera línea a los múltiples actores e intereses presentes en los territorios de la Patagonia.

Según han afirmado desde Patagonia Mar y Tierra, el grupo trabaja para lograr 3 objetivos primordiales:

1. Elevar la gestión y estatus legal de parques y reservas para garantizar su futuro

Esto quiere decir, que todos los parques nacionales de la Patagonia cumplan con altos estándares internacionales de gestión y las reservas nacionales estén encaminadas a ello. Es decir, que tengan un estatus de protección legal adecuado, capacidades y recursos suficientes para la planificación, manejo de amenazas y oportunidades, y monitoreo para evaluar cumplimiento.

2. Proteger áreas costero-marinos para un mar diverso y productivo

©Nicolás Muñoz/ Centro Ballena Azul
©Nicolás Muñoz/ Centro Ballena Azul

Crear una red de áreas marinas protegidas (AMP) pública que complemente la protección terrestre, represente a todos los ecosistemas marinos adecuadamente, y cubra los hábitats críticos para especies amenazadas. Que las AMP cuenten con financiamiento público asignado, infraestructura mínima de administración en cada región y actividades de monitoreo.

3. Fomentar cooperación público-privado para lograr conservación integral a gran escala

Llenar los principales vacíos de representatividad, funcionalidad ecológica, resiliencia y de gestión del SNASPE a través de la cooperación pública-privada.

A través de estos ejes, esperan convertir a la zona en un ejemplo internacional de conservación y uso sustentable de ecosistemas terrestres, acuáticos y marinos.

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